Cosas de apicultores.
Los apicultores, en el día a día de trabajo con las abejas (ya que todos los días son diferentes), tratan de satisfacer su curiosidad, aprendiendo como una organización tan sencilla da tan buenos resultados. A los profesionales nos llena la vida, a los aficionados la cría y los cuidados de las abejas les proporciona un entretenimiento y una ocupación del tiempo libre, que al realizarse en plena naturaleza, con sonidos suaves, alrededor de bonitas y olorosas floraciones, hacen de la apicultura un goce para el cuerpo y el alma. Sería la apicultura un entretenimiento de reyes, ya que lo tiene todo para se un oficio muy deseado, solo hay un problema, las abejas tienen aguijón, y en ocasiones lo utilizan.
Seguir la evolución de los millares de abejas que componen una colonia, y de los millones que componen un colmenar, exige un amplio abanico de conocimientos dependientes de múltiples disciplinas, como son: biología, microbiología, física, química, meteorología, economía, geografía, derecho. Todas las ciencias y todas las artes pueden ser citadas, probablemente no encontremos ninguna que no esté relacionada con la apicultura.
A la destreza y a la habilidad que hemos mencionado en los primeros lugares como las aptitudes favorables al oficio de apicultor, conviene añadir la fuerza y resistencia física. En efecto, trabajar en un gran colmenar obliga a desplegar un esfuerzo físico del que apenas se tiene idea hasta que te enfrentas a ello. En un colmenar todas las operaciones se efectúan entre millones de abejas, cuyo variable humor no nos deja indiferentes, y donde a veces es necesario soportar las picaduras hasta el final de los trabajos, comprenderán que la apicultura profesional es una escuela de paciencia y en ocasiones de sufrimiento.
Observar, experimentar, enriquecer el saber, fortificar los músculos y la voluntad al contacto de las realidades cambiantes, todo ello con precisión, consciencia y rectitud, hacen de la apicultura, una materia de conocimientos multidisciplinares y de formación intelectual y moral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario