Propiedades de la miel
Abeja, colmena y miel. Tres elementos de una misma cadena
natural, que dan forma e identidad al milagro de la apicultura. Contrariamente
a la opinión popular, no todas las mieles son iguales. Cada variedad apícola
ofrece cualidades únicas e indiferenciadas, con hasta tres beneficios
específicos, que la hacen idónea para un consumidor determinado (personas
nerviosas, con problemas de bronquios, alteraciones hepáticas, etc.). De las
150 mil especies florales reconocidas en el mundo, las abejas mieleras obtienen
alrededor de trescientas variedades de miel, una cifra asombrosa donde las
haya.
En esta amplísima gama de productos reconocemos desde las
mieles más cosmopolitas (romero, eucalipto, milflores, etc.) hasta las más
insólitas del mercado (roble, alcarria, Bashkiria, etc.). Unas y otras atesoran
la cura para numerosas enfermedades y dolencias.
Antes de leer nuestra selección de las mejores propiedades
de la miel, debes tener en cuenta que para maximizar sus efectos y beneficios,
la miel debe ser pura y preferiblemente ecológica. Es decir, evitar mieles
artificiales o excesivamente adulteradas con químicos.
¿Te animas a descubrir las propiedades de la miel?
1 1. Es un sedante natural
2 2. Tiene poderosos efectos energizantes
3 3. Es un conservante ecológico
4 4. Reduce el envejecimeinto de la piel
5 5. Es un cicatrizante muy eficaz
6 6. Es antibacteriana y antibiótica
7 7. Sirve como somnífero natural
8 8. Fortalece el sistema inmunológico
9 9. Contiene propiedades probióticas
10 10. Es antiinflamatorio
11 11. Es beneficiosa para el funcionamiento hepático
1. Es un sedante natural
Gracias a la presencia del triptófano en su composición, la
miel nos aportan un efecto calmante, casi sedante, desde la primera cucharada.
Por si fuera poco, este aminoácido esencial nos ayuda a regular el sueño, con
lo cual podremos combatir no sólo los estados de ansiedad, sino también el
insomnio.
Las principales mieles que ofrecen estas propiedades son:
Miel de azahar o de naranjas, como tranquilizante natural
2. Tiene poderosos efectos energizantes
Sus elevadas cantidades de glucosa y fructosa nos proporcionan
un gran aporte calórico, pues nuestro organismo absorbe rápidamente estos
elementos, transportándolos a través del torrente sanguíneo hasta nuestros
músculos y células nerviosas, entre ellas las del cerebrales. En otras
palabras, la miel de abeja es un energizante de primera mano y comparable a
productos farmacéuticos o bebidas isotónicas.
Las mieles que
ofrecen este tipo de propiedades son:
Miel de aguacate, como energizante natural
Miel de limón, ideal para recuperación de resfriados
Miel de manuka, como energizante y posterior recuperador
3. Es un conservante ecológico
Las propiedades antioxidantes de la miel la convierten en un
magnífico conservante natural. Esto se debe a la aportación de la enzima
oxidasa, que retarda la actividad bacteriana sobre los tejidos, evitando así su
deterioro. Acompañando a estas enzimas reconocemos a las inhibinas, que
contribuyen a retardar el desarrollo de bacterias.
Las mieles que ostentan un mayor poder conservante son:
Miel de tomillo, ideal para la conservación
Miel de azahar o naranjas, como conservante
4. Reduce el envejecimeinto de la piel
La miel, al ser capaz de ralentizar la actividad bacteriana,
la podemos utilizar para nutrir nuestra piel, sobre todo la de zonas sensibles
como la cara o las manos, y evitar así la aparición de marcas de envejecimiento
prematuro como arrugas o manchas. Para ello debemos aplicar miel en forma de
mascarilla sobre la cara y esperar durante unos 20 minutos hasta que penetre en
los poros.
Las mieles famosas por esta propiedad son las siguientes:
Miel de maple o sirope de arce, como protector celular
Miel de colza, con alto Omega 3 y 6
Miel de brezo, fortalece el sistema inmunológico
5. Es un cicatrizante muy eficaz
El peróxido de hidrógeno, sumado a la oxidasa, son las
sustancias responsables de la cicatrización de heridas, la curación de
quemaduras y otras afecciones cutáneas. El néctar de las abejas genera este
componente químico de forma natural, motivo por el que se emplea como
cicatrizante ecológico. Sin duda una de las grandes propiedades de la miel en
la piel.
Las principales mieles con poder cicatrizante son:
Miel de romero, para tratar cicatrices y heridas
Miel de la Alcarria, para tratamientos de la piel
Miel de limón, para recuperar las condiciones de la piel
6. Es antibacteriana y antibiótica
La elevada concentración de enzimas y elementos químicos
naturales (peróxido de hidrógeno) en la miel, capaces de desinfectar y
cicatrizar heridas, avalan también su uso como antibiótico y bactericida. De
esta forma, sus propiedades nos permiten eliminar organismos y bacterias
perjudiciales tanto en heridas superficiales como en úlceras internas.Para
problemas bucales, por ejemplo, la miel de bórax es una de las más utilizadas.
Otras mieles con estas propiedades son:
Miel de brezo, con propieades antioxidantes
Miel de manuka, con propiedades antibacterianas
Miel de tomillo, con propiedades antibacterianas y
antioxidantes
Miel de almendro, con propiedades antioxidantes
Miel de castaño, puede usarse para cubrir y proteger heridas
7. Sirve como somnífero natural
Como señalamos anteriormente a propósito de sus efectos
sedantes, la miel de abeja puede emplearse como un somnífero 100% ecológico.
Gracias a su riqueza en aminoácido triptófano, una o dos cucharadas de este
delicioso néctar nos ayuda a conciliar el sueño en casos de insomnio. Una de
las mieles más recomendadas para estos casos es la de acacia.
De hecho, también se utiliza como anti-estrés, ya que sus
aminoácidos reducen significativamente la tensión en nuestro cuerpo y
contribuyen a sentirnos más relajados y tranquilos.
Algunas de las mieles que te ofrecen esta propiedad son:
Miel de acacia, para conciliar el sueño
Miel de azahar o naranja, para las personas con insomnio
8. Fortalece el sistema inmunológico
Su aporte de vitaminas (A, E, B1, B2 y C), así como de
antioxidantes, enzimas y compuestos químicos, proporcionan un plus a nuestro
sistema inmunológico frente a estados carenciales. De forma paralela, su
aportación de glucosa también alimenta las demás células de nuestro organismo,
favoreciendo el desarrollo de macrófanos, elementos esenciales para el peróxido
de hidrógeno. Por si fuera poco, numerosas investigaciones avalan las
propiedades anticancerígenas de la miel. Para fortalecer nuestras defensas, no
hay tipo de miel más recomendable que la miel de flores o milflores, debido a
la gran variedad de polen contenido en su composición.
Miel de espliego o lavanda, con alto contenido en vitamina
C.
Miel de colza, fortaleza inmunológica.
Miel de brezo, aliado de nuestro sistema inmunológico y
previene dolencias
Miel de azahar, antioxidante y fortalecedor
9. Contiene propiedades probióticas
Una de las propiedades de la miel más insospechadas se
encuentra estrechamente relacionada con la flora intestinal. Gracias a la
presencia de oxidasas y peróxidos en este néctar, es un excelente aliado para
equilibrar y regular la microbiota intestinal. Por consiguiente, nos ayuda a
prevenir dolencias como la irritación de colon.
Miel de castaño, aliado para la buena digestión
Miel de tomillo, para terminar las comidas y garantizar la buena digestión
10. Es antiinflamatorio
Su aportación en líquidos y vitamina C, junto a sus efectos
antibióticos, permiten en caso de afecciones del aparato respiratorio limpiar
la mucosidad las vías respiratorias gracias a su efecto expectorante y reducir
las inflamaciones. Estas mismas cualidades han demostrado ser útiles a la hora
de combatir un amplio espectro de afecciones de garganta y faringe.
Las mieles donde encontrarás estas cualdiades son:
La miel de romero para tratar el resfriado y sus dolores y
síntomas
La miel de tomillo, para cuidar y proteger la garganta
La miel de limón, para cuidar la garganta en resfriados
La miel de manuka, como antiinflamatorio para deportistas
11. Es beneficiosa para el funcionamiento hepático
Nuestro hígado no es diferente a cualquier otro órgano. A
menor trabajo, mayor duración; y a mayor duración, mayor bienestar. La fructosa
y glucosa contenidas en la miel no requieren del hígado un esfuerzo excesivo para
ser absorbidas, de forma que su transformación en energía consume un menor
tiempo que otros compuestos, lo que prolonga su vida útil. Especialmente la de
romero es una miel idónea para mejorar el funcionamiento hepático.
Miel de lavanda o espliego, para contribuir al buen
funcionamiento de los riñones
Miel de brezo, para tratar inflamaciones de riñon, uretra y
vejiga.
Aunque nos dejamos algunas propiedades de la miel en el
tintero, confiamos en que nuestra selección te haya abierto los ojos a las posibilidades
terapéuticas de este delicioso néctar milenario. España cuenta con cerca de 26
mil explotaciones apícolas, siendo líder indiscutible de este mercado en el
continente europeo, por lo que no tenemos excusas para incorporar esta
«panacea» natural en nuestra vida.
A continuación te dejamos un vídeo resumen para que puedas
ver determinamente todo lo que te hemos explicado sobre a lo largo de este
artículo sobre las propiedades de la miel:
Te recordamos que ante cualquier pregunta o duda consultes a
tu farmacéutico o médico, ya que él, mejor que nadie, podrá recomendarte la
mejor opción en cada caso.
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