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viernes, 21 de diciembre de 2018

abejas luchan contra la deforestacion en Tanzania



La abeja, una gran aliada en esta lucha a pesar de que ésta podría tener de estar amenazada su existencia.

Sobre las llanuras de Tanzania se oye el zumbido de miles de abejorros, que observan los alrededores a través de miles de diminutas lentes. Las abejas macho quizá no tengan los mismos dispositivos electrónicos de alta tecnología como los drones, que ahora se utilizan para monitorizar el impacto de la deforestación, pero se ha visto que son los aliados perfectos en la conservación de la naturaleza en Singida, región central de Tanzania.

Estos insectos, insignificantes en su tamaño, se enfrentan a un gran desafío. Durante las últimas dos décadas, Tanzania ha perdido el equivalente a 400 mil hectáreas de bosque al año. Así, la última "Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales" de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) advierte que esto se ha traducido en una pérdida de biodiversidad y erosión del suelo.

En una región donde la pobreza está muy extendida y hay pocos recursos para la subsistencia, la población local recurre a la tala de árboles para la producción de carbón vegetal. Según Jimi Akindele, co-fundador de la empresa de apicultura social "Tanganyika Apicultural", el comercio de carbón vegetal representa más de la mitad de los ingresos en gran parte del país. En las zonas rurales, la apicultura podría ofrecer una alternativa atractiva a aquellos campesinos que se ganan la vida con la tala de árboles. Esa es al menos la esperanza.

Mujeres al poder

"Tanganyika Apicultural" tiene su sede en Singida, capital de la zona y una de las regiones apícolas más importantes de Tanzania. La empresa trabaja principalmente con cooperativas lideradas por mujeres. Actualmente, la organización apoya a 326 grupos femeninos, proporcionándoles acceso a microcréditos, tecnologías más modernas, métodos y, sobre todo, mercados lucrativos. Su interés en las mujeres no es una coincidencia, explica Akindele, que también trabaja como abogado internacional. "Pensé que sería una idea muy buena tener mujeres a bordo, ya que para ellas las oportunidades económicas son muy limitadas", cuenta Akindele.

En un país donde las mujeres tienen un promedio de seis hijos, para Philemon Kiemi, apicultor de Tanzania y co-fundador de "Tanganyika Apicultural", está claro que las mujeres están especialmente capacitadas. "Las mujeres de zonas rurales organizan mejor a sus familias que los hombres. Si se apoya a estas mujeres, también se apoya a sus familias".

Tradiciones antiguas modernizadas

Desde hace miles de años, la apicultura forma parte de la agricultura de Tanzania. El máximo apogeo de la producción agrícola se dio durante la época colonial de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Alemania dominó una zona que hoy pertenece a Tanzania.

La apicultura sostenible sólo es posible con determinadas colmenas.

Hoy en día, la práctica de la apicultura todavía está muy extendida. Se estima así, que aproximadamente dos millones de tanzanos, de zonas rurales, se emplean en la producción de cera y miel. No obstante, el 99 por ciento de la producción total se sigue realizando con métodos tradicionales y poco sostenibles.

Las técnicas antiguas para fabricar una colmena implican el uso de troncos vacíos o cortezas de árbol. Una vez colonizada la colmena, se abre y se cosechan los paneles de miel. Éste es un método barato, sin embargo, con ello se destruye la colonia y por lo tanto sólo puede cosecharse una vez. Asimismo "es muy laborioso y requiere subir a un árbol y adentrarse en el bosque, que puede ser muy costoso para las mujeres", explica Akindele. La introducción de técnicas de apicultura más modernas puede, por el contrario, aumentar sus ingresos, ya que "la apicultura sostenible significa menos tiempo y esfuerzo”, añade.

Abejas en peligro

"Tanganyika Apicultural "no es la única organización que promueve la apicultura como un incentivo para proteger el bosque. El gobierno de Tanzania y las ONGs locales e internacionales, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés), han destacado sus beneficios ecológicos y económicos en sus esfuerzos para detener la deforestación.

Las autoridades de Tanzania registraron a principios de 2015 un aumento de la tala ilegal. En el distrito costero de Rufiji, por ejemplo, se han transportado cientos de toneladas de madera de contrabando fuera de los bosques. La situación ha llegado a ser tan dramática, que algunas especies de árboles locales, como el Mninga, se encuentran en peligro de extinción.

Los apicultores también se ven afectados por la situación, ya que con ello también desaparecen plantas, de cuyas flores se alimentan las abejas. Además, ha surgido una nueva amenaza: el ácaro varroa. La presencia del parásito, que ya ha diezmado la población de abejas europeas, ahora está aumentando en Tanzania. Según un estudio de 2014 de la "Revista de Entomología y Estudios Zoológicos", el 48 por ciento de un total de 175 colonias de abejas analizadas en Tanzania están infestadas por estos ácaros.

No obstante, Ingolf Steffan-Dewenter, experto en abejas y profesor de la Universidad de Wurzburgo, afirma que las abejas de Tanzania podrían ser más robustas que sus parientes europeos. "Hay estudios que señalan que las poblaciones de abejas del este africano podrían ser más resistentes que las europeas", explica. "Pero eso debe ser estudiado con más detalle”, añade.

El gobierno de Tanzania ha destacado el importante papel que desempeñan las abejas en la mejora de la biodiversidad y del rendimiento de los cultivos a través de la polinización. Steffan-Dewenter advierte, sin embargo, sobre la dificultad de cuantificar el efecto de un determinado número de abejas en la biodiversidad local.

En cualquier caso, el trabajo de cooperación entre científicos, grupos de conservación, autoridades locales y otros grupos es vital. En este sentido, el excepcional trabajo en equipo de las abejas es un excelente modelo a seguir, tal y como dice Kiemi: "es imposible trabajar sólo y tener éxito”


la poblacion de abejas disminuye y a su vez tambalea la agricultura mundial


Al menos tres cuartas partes de las cosechas mundiales dependen de polinizadores como las abejas para el crecimiento de las plantas.



La disminución de abejas, mariposas y pájaros, esenciales para la polinización de los cultivos, amenaza parte de la producción agrícola mundial, advirtieron este viernes expertos que evalúan para la ONU el retroceso de la biodiversidad.
"Un creciente número de polinizadores están amenazados de extinción, a nivel mundial, debido a varios factores, muchos de ellos causados por el hombre, lo que pone en riesgo los medios de existencia de millones de personas y cientos de miles de millones de dólares de producción agrícola", estima este grupo de expertos internacionales en un comunicado.
La Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES en inglés) llegó a esta inquietante conclusión en su primer informe, divulgado el lunes en Kuala Lumpur, y en un documento destinado a esclarecer políticas que frenen una espiral perjudicial para la alimentación de las poblaciones.
Se trata del primer análisis de tal magnitud realizado sobre este tema.
Según la IPBES, de 5 a 8% de la producción agrícola mundial, es decir entre 235.000 y 577.000 millones de dólares, son directamente dependientes de la acción de los polinizadores en las cosechas (cereales, frutas, etc).
"Sin los polinizadores, muchos de nosotros no podríamos consumir café, chocolate o manzanas, entre otros alimentos de nuestra vida diaria" comentó Simon Potts, vicepresidente de la IPBES y profesor en la Universidad de Reading (Reino Unido).
Existen más de 20.000 especies de polinizadores, ya sean salvajes como las mariposas o los abejorros, o domésticos, como la abeja de Europa (Apis mellifera), que fabrica miel.
De manera general, al menos tres cuartas partes de las cosechas mundiales dependen de polinizadores para el crecimiento de las plantas, los rendimientos o la calidad, indican estos expertos.
Contrariamente al trigo o al arroz, la mayoría de las frutas y verduras, los oleaginosos y ciertos cereales --que constituyen "fuentes importantes de vitaminas y minerales"--, dependen de la polinización.
De ahí la advertencia de los científicos sobre una "posible alza de los riesgos de malnutrición".
Europa muy afectada
Hoy en día, el 16% de los polinizadores vertebrados, como pájaros o murciélagos, están amenazados de desaparición, una cifra que sube hasta el 30% para las especies insulares, afirman los expertos.

Para los insectos, los mayores polinizadores, no hay evaluación a escala mundial, por falta de datos disponibles. Aunque "las estimaciones locales y regionales indican amenazas muy elevadas, en particular para las abejas y las mariposas, a veces con más del 40% de especies de invertebrados amenazados localmente", indica el informe.
Norteamérica y Europa occidental están particularmente amenazados por la disminución de polinizadores salvajes.
En Europa, las poblaciones de abejas --salvajes y domésticas-- y de las mariposas están en caída libre (respectivamente -37% y -31%) y 9% de estos animales están amenazados de extinción.
Pese a que hay datos incompletos para América Latina, Asia y África, los científicos estiman que las mismas tendencias se producen en estas regiones.
Este retroceso tiene varias causas.
"La disminución de los polinizadores salvajes se debe principalmente al cambio en la utilización de las tierras, a las prácticas de agricultura intensiva y a la utilización de pesticidas, a las especies invasivas, a agentes patógenos y al cambio climático" resume Robert Watson, uno de los vicepresidentes de la IPBES.
El grupo de expertos, que sólo emite recomendaciones, recuerda los medios para crear un mundo más favorable a los polinizadores: una mayor presencia de flores salvajes cerca de las cosechas, una reducción del uso de pesticidas y un mejor control de los parásitos.
Este primer informe fue redactado por 80 expertos y comentado por centenares de científicos.
La IPBES está encargada de hacer informes sobre el declive de especies animales y vegetales, así como sobre sus ecosistemas, que constituyen la biodiversidad mundial.

Apicalipsis: se acerca el final de las abejas


Estos pequeños insectos, vitales para la polinización de las plantas, están muriendo en todas partes del mundo, incluido Colombia. ¿Qué está haciendo el país para prevenirlo?
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Por años, Abdón Salazar vio cómo se morían repentinamente sus abejas. Pero en sus 41 años en el negocio de la apicultura nunca vio una muerte masiva tan grande como la que experimenta el país desde agosto del año pasado. En los 16 apiarios que tiene regados por varios municipios de Quindío, ha perdido 550 colmenas. Y no solo él. Aunque no hay un registro nacional de cuántas abejas hay en el país, ni cuántas han muerto colectivamente, el gremio estima que van cerca de 15.500 colmenas perdidas.
La epidemia de muertes es, de hecho, un fenómeno mundial que lleva ya varios años y que tiene grandes implicaciones para la economía. Las abejas, como polinizadoras, tienen un alto impacto sobre la agricultura. Según un documento del Instituto Humboldt, el 70% de los cultivos alimenticios para los seres humanos incrementa su producción de frutas o semillas gracias a las polinización animal. El valor de esta contribución se estima en 153 billones de euros al año a nivel global, es decir, el 9,5% de toda la producción agrícola. Su importancia es tal que en algunos países como Estados Unidos, Costa Rica y Nueva Zelanda los granjeros alquilan colmenas apícolas por un valor cercano a los 200 dólares para polinizar sus cultivos.
A pesar de su importancia, en Colombia el tema ha pasado más bien de agache. Por eso, este año, ante la falta de soluciones institucionales, algunos apicultores -Abdón Salazar entre ellos- crearon el colectivo Abeja Viva para concientizar al país sobre la problemática de las abejas. El 11 de octubre pasado sus propuestas se consolidaron finalmente en un proyecto de ley radicado en el Senado, el cual reglamenta la protección de las abejas pero que todavía espera entrar a primer debate.
El principal problema es que no hay claridad sobre lo que está pasando. Así como no hay un censo nacional del número de abejas, tampoco hay estudios de gran escala que aborden las causas de las muertes masivas. Se culpa a los agroquímicos, a los parásitos y hasta el cambio climático, pero no hay consenso general en la comunidad científica.
Para Abdón Salazar la causa es clara: los pesticidas. “Primero, porque nosotros sabemos que cuando hay fumigaciones al dia siguiente nos aparecen muertas las abejas. Pero, además, para poder comprobar eso, recogimos muestras en Casanare, Cundinamarca, Sucre y Quindio y las enviamos a laboratorios certificados por el ICA. Allí los resultados fueron contundentes en cuanto al tipo de veneno que mató a las abejas: el fipronil, un principio activo de aproximadamente 70 productos comercializados en Colombia”, dice.
De hecho, el efecto nocivo del fipronil sobre las abejas está ampliamente documentado en el mundo. Por esta razón, por ejemplo, Uruguay prohibió su uso en 2014. En Bélgica y Países Bajos solo se pueden usar semillas tratadas con fipronil en invernaderos. Pero eso no quiere decir que este componente sea el único causante de la desaparición de abejas. Otros insecticidas, los neonicotinoides, particularmente, también han probado ser altamente dañinos para estos animales.

El efecto nocivo de los pesticidas en las abejas está bien documentado y países como Uruguay han prohibido o restringido su uso. Foto: Diana Rey Melo / SEMANA.
¿Por qué no se prohíben?
En Colombia es bastante atípico que se niegue un pesticida. Para que un agroquímico tenga registro ICA debe pasar por la aprobación de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -Anla-. Este organismo es el encargado de evaluar su impacto ambiental (como, por ejemplo, que no sea un peligro para los polinizadores). La Anla pide un estudio de toxicidad estándar para toda la Comunidad Andina -que involucra pruebas de contacto y consumo en abejas- y con base en este autorizan su uso.
El problema con eso es que no contempla los efectos acumulativos de los componentes. Por ejemplo: un estudio de la Universidad de Maryland demostró que algunas abejas se mueren después de recolectar polen con pesticida, no por envenenamiento, sino porque el químico disminuye sus defensas y luego mueren víctimas de un parásito. Esto podría hacer demasiado laxos los filtros ambientales para los pesticidas. Sergio Cruz, coordinador de agroquímicos de la Anla, no recuerda algún caso en que se haya negado el certificado en el país.
Por otro lado, estos agroquímicos tienen una importante función en la agricultura: matar la plaga. “Obviamente, la abeja tiene riesgo porque también es un insecto. Pero el problema es que muchas veces el producto no se usa como se debe. Por eso, cuando es un producto de riesgo, se le exige al que lo comercializa que capacite a los agricultores e informe que es tóxico para los polinizadores”, menciona Cruz.
En ese sentido, las entidades encargadas son más partidarias de reglamentar sus usos que de prohibirlos. El el Instituto Colombiano Agropecuario -ICA-, por ejemplo, está haciendo una campaña de buenas prácticas agrícolas dirigida, especialmente, a los cultivos que colindan con un apiario. Entre las recomendaciones están no usar insecticidas cuando la flor está abierta, utilizar plaguicidas de acuerdo con la recomendación de un ingeniero agrónomo, sembrar plantas que le sirvan a las abejas como fuente de polen y dejar que las matas silvestres nativas florezcan.
En opinión de muchos apicultores esto ayuda pero no es suficiente. Hace falta hacer estudios de gran envergadura para determinar la causa de las muertes. Ya la Anla, el ICA, el Instituto Nacional de Salud, el Ministerio de Ambiente, algunas universidades y representantes del gremio de apicultores avanzan en esta dirección y se “plantean la posibilidad” de realizar un estudio conjunto sobre la causa de muerte de las abejas, según dice Andrea Ramos, ingeniera agrónoma entomóloga de la Dirección Técnica de Sanidad Vegetal del ICA. Pero esta propuesta todavía no pasa de la hoja de borrador.
Y, finalmente, habrá que prohibir los componentes agroquímicos que afecten a las abejas, incluso cuando se usan bien. Ya Abdón Salazar está “enfilando baterías” hacia este camino, convencido de que hay que vetar el fipronil. Sabe que un proceso así puede tomar largo tiempo, pero al menos el país parece que ya empieza a tomar conciencia.


el veneno del glifosato en las abejas

Ahora que en Colombia vuelve el debate sobre si es necesario fumigar los cultivos de coca con glifosato, un nuevo estudio muestra que este herbicida es causante de la muerte de las abejas.


El glifosato es sospechoso de ser cancerígeno. Ahora, investigadores de la Universidad de Texas concluyen que el glifosato es peligroso para las abejas, según la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Para su estudio, los científicos alimentaron a las abejas con una solución de azúcar con glifosato, en una concentración que también se produce en el medio ambiente. En otro grupo, el de control, las abejas recibieron azúcar sin herbicida.

Después de tres días, las abejas que recibieron el cóctel de glifosato habían perdido algunas de sus bacterias benignas en el intestino.

Por eso los investigadores concluyen que el glifosato puede debilitar el sistema inmunológico de los insectos alterando su microbioma intestinal. Esto, según los científicos, es una prueba de que el glifosato contribuye al declive de las abejas melíferas en todo el mundo.



Los herbicidas de glifosato, como Roundup de Monsanto, son los llamados herbicidas de amplio espectro, porque son tóxicos para casi todas las especies de plantas. En el mundo se usan unas 700.000 toneladas de glifosato, cada año.

Desde hace más de cuatro décadas. Solo en
 Alemania se riegan anualmente en jardines privados, parques urbanos y vías férreas más de 5.000 toneladas de glifosato. Pero es en la agricultura en donde se usa la mayor parte: el 40% de las tierras cultivables en Alemania es rociada con glifosato.
Numerosos estudios han investigado si el pesticida es carcinogénico o mutagénico, o sea si es una sustancia que causa efectos genéticos o reproductivos. Hasta el momento, sin embargo, no ha habido un resultado definitivo.

Mientras que la agencia contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que hay evidencia de que el glifosato "es probablemente cancerígeno", otras agencias, incluidas las autoridades sanitarias alemanas y europeas, están en desacuerdo.
El Parlamento Europeo pide la prohibición de estos herbicidas para el año 2022. A finales de 2017, la Comisión Europea recomendó extender la licencia por cinco años. En 2022, podría toma otra decisión.
Menos controversial que la cuestión de si el glifosato causa cáncer es el impacto ambiental del herbicida.
El ministerio alemán del Medio Ambiente está preocupado porque el pesticida de amplio espectro mata las plantas indiscriminadamente, incluso aquellas que son vitales para muchos animales.

El resultado son tierras de cultivo monótonos sin insectos ni pájaros, advierten ecologistas.

Las abejas con microbioma intestinal alterado por glifosato mueren con mucha más frecuencia cuando se exponen a la bacteria Serratia marcescens. Foto: Vivian Abagiu/Universidad de Texas vía DW. 
La Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) clasificó recientemente el glifosato como "no carcinógeno”, pero mantuvo la clasificación como una "sustancia que causa graves daños oculares y es tóxico para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos”.
El hecho de que el glifosato ataque a las abejas es alarmante, teniendo en cuenta que las poblaciones de abejas domésticas y silvestres ya se han reducido en casi todo el mundo.

En China, los manzanos y perales han tenido que ser polinizados a mano porque la mayoría de las abejas que hacían el trabajo ha desaparecido.

Probablemente una combinación de factores es la responsable del declive de las abejas: la plaga del ácaro de Varroa, la falta de suministro de alimentos para los insectos, las influencias de los pesticidas químicos y el cambio climático.


El nuevo estudio de la Universidad de Texas, sin embargo, vincula directamente el uso de glifosato con la disminución de las abejas.

En un estudio de seguimiento, los investigadores también encontraron que las abejas con microbioma intestinal alterado por glifosato mueren con mucha más frecuencia cuando se exponen a un patógeno específico, la bacteria Serratia marcescens.
Aproximadamente la mitad de las abejas con un microbioma saludable seguían con vida ocho días después de haber estado expuestas al patógeno.

Pero solo la décima parte de las abejas cuyo microbioma fue alterado por el glifosato sobrevivió. Por lo tanto, los investigadores recomiendan no rociar glifosato en las plantas con
 flores, a fin de no poner en peligro a las abejas

crean vacuna para proteger a las abejas contra el apocalipsis



Científicos creen haber descubierto en Finlandia la primera vacuna en el mundo para proteger a las abejas y evitar el desplome de la población de estos insectos, lo que podría causar una crisis alimentaria mundial.
 Un vacuna haría que las abejas fueran más resistentes contra enfermedades microbianas graves. Foto: Pixabay.

Las abejas contribuyen a la polinización del 90 por ciento de los principales cultivos en el mundo. Pero en los últimos años estos preciosos insectos han sido diezmados por el "síndrome del desplome de las colonias de abejas", todo un misterioso mal.
Se acusa de provocarlo a los ácaros, los pesticidas, los virus o los champiñones, e incluso a una mezcla de varios de estos factores.

Según la ONU, más del 40% de los polinizadores invertebrados, en particular las abejas y las mariposas, están amenazados de extinción.
Su vertiginoso declive podría, según los científicos, generar un alza de los precios de los alimentos y un riesgo de penurias.
Avance médico
La vacuna, producto del trabajo de un equipo de la Universidad de Helsinki,procura a las abejas la resistencia necesaria para combatir enfermedades microbianas graves, potencialmente mortales para las comunidades de polinizadores.
"Si podemos salvar aunque sea a una pequeña parte de las abejas con este invento, creo que haríamos nuestra buena acción, salvando un poco al mundo" declaró Dalial Freitak, investigadora que dirige el proyecto.
"Sería incluso enorme un aumento del 2 al 3% de la población de las abejas" afirma. 
Se creía antes que era imposible vacunar a insectos, ya que no tienen anticuerpos, uno de los principales mecanismos que los humanos y otros animales usan para combatir las enfermedades.

Pero en en 2014 Freitak, especialista de insectos y de inmunología, se dio cuenta de que las mariposas alimentadas con ciertas bacterias transmitían su inmunidad a su progenitura.
Freitak y Heli Salmela, que trabajaba sobre abejas y proteínas, crearon una vacuna contra la loque americana, la más extendida y destructora de las enfermedades bacterianas de la abeja.
El tratamiento es administrado a la reina de las abejas mediante un azucarillo, de la misma manera en que los niños reciben la vacuna contra la polio.
La reina transmite luego su inmunidad a su progenitura. El equipo intenta que la vacuna esté disponible en el mercado, pero "hay numerosos obstáculos reglamentarios" por lo que esperar "cuatro a cinco años para llegar al mercado es una estimación optimista", según Freitak

Los científicos creen que las enfermedades solo son una de las numerosas causas de la pérdida de polinizadores. También lo son la agricultura intensiva, que reduce la diversidad de la alimentación de insectos, y los pesticidas.
Pero el equipo de Freitak cree que la protección de poblaciones de abejas contra las enfermedades las hará mas fuertes y, por tanto, mejor dotadas para resistir a las demás amenazas.
La Unión europea y Canadá votaron a favor de la prohibición de neonicotinoides, considerados muy nocivos para la reproducción de las abejas.
Según un estudio de la ONU publicada en 2016, el equivalente de 507.000 millones de euros de alimentos cultivados cada año dependen directamente de los polinizadores. El volumen de alimentos producidos que dependen de los polinizadores aumentó un 300% en los últimos 50 años.

Con la disminución de los polinizadores, algunos agricultores han acudido al alquiler de abejas o a la polinización manual, como es el caso de árboles frutales en algunas regiones de China.
En Helsinki, el proyecto está apoyado en una financiación exterior, pero el equipo intenta proseguir sus investigaciones en la Universidad de Graz en Austria, la del célebre zoólogo Karl von Frisch. Sus descubrimientos sobre la danza de las abejas como método de comunicación y su aplicación al lenguaje humano le valieron el premio Nobel de medicina en 1973.


miércoles, 5 de diciembre de 2018

el GPS de las abejas



En la escala de una abeja, las flores del campo están muy separadas entre sí, y si se va de una a otra sin seguir un cierto orden, el gasto energético es tan grande que puede no compensarse con la energía que obtienen del néctar recolectado. Sin embargo, las abejas son capaces de encontrar la ruta más eficiente para aprovechar sus salidas del nido, según revela un estudio publicado en la revista PLos Biology, el primero que demuestra en condiciones naturales la capacidad de orientación y memoria de las abejas.
Los investigadores, de la Universidad Queen Mary de Londres, crearon cinco flores artificiales equipadas con sensores de movimiento e impregnadas con gotas de sacarosa y las colocaron en un campo de un kilómetro de diámetro. "Mediante modelos matemáticos, diseccionamos el proceso de aprendizaje de los abejorros e se identificó cómo se puede descifrar esta solución óptima sin un mapa. Inicialmente, las rutas eran largas y complejas, y los insectos volvían a visitar flores vacías varias veces", ha explicado Mathieu Lihoreau, uno de los investigadores. "A medida que ganaban experiencia, los abejorros iban refinando sus rutas a través del ensayo y error".

Además, el estudio ha probado también la capacidad de memoria de estos animales: "al quitar una flor, los insectos continuaban buscando en ese lugar. Así, parece que las abejas no olvidan fácilmente una flor fructífera", ha señalado Lars Chittka, también autor del trabajo. Por otro lado, las grabaciones mostraron que cada insecto tenía un destino y una ruta favoritos.

El estudio puede ayudar a proteger a estos animales. "Comportamientos aparentemente complejos pueden ser descritos por reglas relativamente simples que se pueden describir matemáticamente", ha indicado Chris Rawlings, participante en el estudio. "Esto significa que ahora podemos usar las matemáticas para saber cuándo el comportamiento de las abejas puede verse afectado por su entorno y para evaluar, por ejemplo, el impacto de los cambios en el paisaje".

las abejas tienen visión ultra rápida


Las abejas tienen visión ultra rápida

Elena Sanz
 abejasLas abejas ven el mundo cinco veces más rápido que los humanos, según revela un nuevo estudio de la Universidad de Londres (Reino Unido). ?Los humanos no podemos seguir a un insecto que vuela rápido con la mirada, pero ellos sí pueden seguirse unos a otros gracias a su visión rápida?, explica Peter Skorupski, coautor de la investigación que publica la revista Journal of Neuroscience. La velocidad a la que vemos depende de cómo de rápido las células del ojo encargadas de detectar la luz capturan instantáneas del mundo y las envían al cerebro. En el caso de las abejas, esto ocurre a una velocidad hasta cinco veces superior a la que alcanza el ojo humano, lo que les permite escapar de depredadores y alcanzar a sus parejas mientras vuelan "a toda pastilla".

Además, las abejas fueron los primeros animales de los que se demostró científicamente que tienen visión en color, y que pueden navegar tanto en zonas iluminadas como en sombra e idenitificar fácilmente las flores con néctar. Los experimentos de Skorupski muestran que, para ver en color las abejas, consumen más energía que usan visión en blanco y negro (monocolor). ?La energía de las abejas no se puede gastar de forma frívola, porque necesitan mucha para estar vivas?, explica el investigador, que añade que todo apunta a que "ven en colores a la mitad de velocidad que ven en blanco y negro". Aún así, eso supone un ojo el doble de veloz que el humano para la visión en color, matiza Skorupski

las abejas eligen néctar con pesticidas


Las abejas eligen néctar con pesticidas



Vanessa Torres
Los neonicotinoides son un tipo de pesticidas que en sus inicios parecían toda una revolución de la química moderna y de la agricultura. Sin embargo, en 2013 la Unión Europea (UE) prohibió su uso, tras evidenciarse que estos productos afectaban de forma negativa al desarrollo y crecimiento de las colonias de insectos polinizadores.

Ahora, dos nuevos estudios publicados en la revista Nature (uno de campo y otro en laboratorio) revelan que las abejas prefieren el polen que contenga estos productos químicos, pese a que no le sacan sabor. Según Geraldine Wright, catedrática del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) y líder de la investigación, podría tratarse de una especie de adicción, como la que el humano siente hacia la nicotina, por ejemplo.

 "La diana molecular de los neonicotinoides en los insectos está basada en los mismos receptores que los de la nicotina. Sabemos que están distribuidos por todo el sistema nervioso del insecto", concreta una profesora de Neuroetiología de los insectos de la Universidad de Newcastle.

 Para llevar a cabo el experimento, los científicos pusieron unas pequeñas cajas con dos soluciones de glucosa (azúcar), una con una dosis muy baja de pesticida (ajustada a la observada en entornos reales) y otra sin ella. La actuación de los abejorros y abejas melíferas, que acudían sin pensarlo a las cajas con neonicotinoides en lugar de hartarse de sacarosa, dejó a los investigadores en estado de ‘shock’.



En una segunda fase, en la que los autores del estudio querían centrarse en los aspectos más químicos de este fenómeno, comprobaron que las neuronas gustativas de estos insectos se excitaban ante la solución con alguno de los tres neonicotinoides.

"Nuestros datos sugieren que la comida con neonicotinoides es más gratificante para las abejas. Tiene el potencial de ser adictivo pero no lo hemos estudiado formalmente todavía", concluye Wright.

así vacunan las abejas reina a las crías de la colmena


Así vacunan las abejas reina a las crías de la colmena
Los expertos piensan que sería posible fabricar vacunas comestibles para combatir plagas en las colmenas.


Pablo Colado
Los entomólogos ya sabían que las abejas reina inmunizan de forma natural a sus vástagas contra ciertos patógenos: la campaña de vacunación es obligatoria en la colmena. Lo que permanecía hasta ahora en el misterio era el método que empleaban.



Un grupo internacional de científicos de la Universidad del Estado de Arizona, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), la Universidad de Jyväskyla (también en Finlandia) y la Universidad de Ciencias de la Vida de Noruega acaban de publicar los resultados de un estudio que se ha prolongado durante nada menos que quince años y que parece resolver el caso.



Según estos expertos, la principal responsable de la inmunización es la vitelogenina, una proteína presente en la sangre de las abejas. “Hemos descubierto que es un proceso tan sencillo para ellas como alimentarse”, explica Gro Amdam, coautor del trabajo, que ha sido publicado en la revista PLOS Pathogens.



La vacunación se produciría de la siguiente manera. Al recolectar polen y néctar, las abejas obreras también pueden traer bacterias patógenas a la colmena. Estos microbios acaban en el estómago de la abeja reina cuando ingiere la jalea real, elaborada por las obreras con el polen recogido en el exterior. Al digerir este alimento, los microorganismos nocivos se almacenan en un órgano de la reina similar al hígado, compuesto por grasas.


 Es entonces cuando entra en acción la vitelogenina, que absorbe fragmentos de las bacterias y se transmite por la sangre a los huevos. Esta inoculación fortalece, finalmente, el sistema inmune de los bebés de abeja frente a las infecciones provocadas por esos microbios.


 Al conocerse la sustancia que vehicula la inmunización, los científicos sugieren que sería posible fabricar vacunas comestibles para combatir plagas en las colmenas. Además, este descubrimiento podría aplicarse a otras especies ovíparas como peces, pollos, reptiles o anfibios, ya que la vitelogenina también corre por sus venas.


la cafeina activa la memoria de las abejas





Victoria González
Nadie se imagina a la abeja Maya tomándose una tacita de café para empezar a funcionar, pero lo cierto es que la cafeína ayuda a las abejas a recordar mejor donde están las flores. Un equipo de científicos ha estudiado este efecto y publica sus resultados en la revista Science.

Los investigadores, de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), suministraron a las abejasnéctar que contenía cafeína en las mismas dosis que algunos géneros de plantas como Coffea y Citrus, y comprobaron que, un día después de consumirlo, las abejas eran tres veces más propensas a recordar el aroma floral y a regresar a la planta. Además, tres días después, el doble de las abejas que habían tomado cafeína eran capaces de regresar.  “La cafeína en el néctar mejora la habilidad de las abejas para encontrar alimento, y a su vez proporciona a la planta polinizadores más fieles, que volverán a por más néctar”, ha explicado Geraldine Wright, una de las autoras de la investigación.

Al igual que el café negro muy fuerte tiene un sabor muy amargo para el paladar humano, las concentraciones muy altas de cafeína repelen a las abejas. Por eso, las concentraciones de cafeína en el néctar de las plantas tampoco son tan fuertes como para repeler a las abejas, pero sí lo suficiente como para activar la memoria en estos animales.

Este trabajo forma parte de una serie de estudios encaminados a investigar sobre los peligros que amenazan a los insectos polinizadores y a desarrollar estrategias para mitigarlos, ya que la disminución de las poblaciones de abejas tiene consecuencias graves para la agricultura y ecosistemas.

la danza del vientre de las abejas


Un equipo de científicos ha descubierto que las abejas melíferas asiáticas advierten a los avispones -sus principales depredadores- de que no deben acercarse a la colmena haciendo vibrar al unísono sus abdómenes. El mensaje de esta "danza del vientre" amenazadora, según aseguran los expertos de la Universidad de Sydney (Australia) que han desarrollado la investigación, es bien claro: si el avispón decide entrar a la colmena lo rodearán hasta asfixiarlo. Por eso los avispones optan por intentar cazarlas a pleno vuelo, cuando están solas.

Según explican los científicos en la revista Animal Behaviour, a través de una serie de experimentos comprobaron que cuanto más cerca están los avispones de la colmena más rápido se mueven las abejas. Sin embargo, si se acercan mariposas a la colmena, las abejas las ignoran por completo y no emiten ninguna vibración, al no considerarlas una amenaza.

las abejas también pueden ser pesimistas


Cuando las personas se sienten deprimidas y ansiosas tienden a ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío. Una investigación publicada en la revista Current Biology revela que las abejas también tienen un punto de vista pesimista de la realidad tras verse sometidas a una situación de estrés. "Las abejas estresadas por el ataque simulado de un depredador tienen la misma respuesta emocional que un humano deprimido, y perciben su entorno con pesimismo", explica Geraldine Wright, de la Universidad Newcastle (Reino Unido), coautora del estudio.

Para averiguar cómo perciben las abejas el mundo que les rodea, Wright y sus colegas hicieron que los insectos juzgaran si un aroma determinado presagiaba algo bueno o malo. En primer lugar fueron entrenadas para relacionar un olor con una recompensa dulce y otro con el sabor amargo de la quinina. Una vez aprendido, las dividieron en dos grupos y sometieron a uno de ellos a estrés. Cuando volvieron a exponerse a los dos olores, así como a varias combinaciones de ambos, las abejas estresadas mostraban menos interés hacia el olor que identificaban con quinina -y lo "probaban" menos- que el resto de los insectos. Es decir, según los autores, sus expectativas hacia el desagradable sabor amargo eran mayores, lo que indica que hacían un juicio más negativo o pesimista de la situación.

las abejas también consumen nicotina y cafeína


Si se puede elegir, las abejas prefieren tomar un "sorbo" de néctar con pequeñas cantidades de nicotina y cafeína que néctar "a secas", según un estudio de la Universidad de Haifa (Israel). En la naturaleza, la nicotina se encuentra en el néctar de las flores del árbol del tabaco, mientras que la cafeína es común en las flores de los cítricos y de la parra.

Para comprobar hasta qué punto los insectos mostraban predilección por estas sustancias, el biólogo Ido Izhaki y sus colegas ofrecieron a un grupo de abejas distintos tipos de néctar, algunos enriquecidos artificialmente con altas dosis de cafeína y nicotina. Los resultados revelaron que las abejas siempre se decantan por el néctar en el que estas dos sustancias adictivas son más abundantes.

Los investigadores postulan que, a la vista de los resultados, se puede deducir que las plantas que alcanzaron un nivel equilibrado de estas dos sustancias en sus flores tuvieron ventajas evolutivas. E insisten en que los resultados muestran únicamente una preferencia hacia el néctar con cafeína y/o nicotina por parte de las abejas, y que habrá que hacer nuevos estudios para determinar si pueden volverse "adictas" a ambas drogas.

que les pasa a las abejas cuando no duermen?



Elena Sanz

En la ajetreada vida de un enjambre de abejas melíferas, las obreras necesitan periódicamente un sueño reparador. Si no descansan, dejan de comunicar adecuadamente la localización de los alimentos a sus compañeras de colmena, según acaba de demostrar un estudio de la Universidad de Texas (EE UU).

Para demostrarlo, Barret Klein utilizó un aparato magnético apodado Insominator que impide que las abejas duerman. ?Cuando los humanos son privados de sueño, reducen su habilidad para desarrollar tareas como comunicarse de forma clara y precisa?, explica Barret Klein, autor del estudio. "Nuestros experimentos muestran que las abejas insomnes también experimentan problemas de comunicación". Concretamente, Klein ha comprobado que tras muchas horas de vigilia a una abeja le cuesta indicar la dirección exacta de un sitio donde hay alimento. Y eso hace menos competitiva a la colonia.

?Aunque la importancia del sueño había sido estudiada en las moscas Drosophila durante años, el estudio de Barrett es el primero en abordar la función del sueño en insectos sociales en el contexto del grupo, y el primero en demostrar que la comunicación de los insectos pierde precisión si son privados de horas de sueño?, añade el biólogo Ulrich Mueller, coautor del estudio, que ha sido publicado esta semana en la revista PNAS.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

El rezago de la apicultura en Venezuela - Causas, efectos y posibles soluciones

Introducción
En Venezuela, la apicultura ha disminuido los niveles de producción y productividad que mantenía en 1973. La producción de miel disminuyó de más de 1.425 TM en 1975 a sólo 75 TM en 1981 hasta alcanzar 296 TM en 2001, el promedio en 1973 era de 25 kg. de miel/colmena/año y disminuyó a 20 kg. de miel/colmena/año en 2002. Por otra parte, se pasó de país exportador de miel a país importador de todos los productos apícolas. 

Causas y efectos del rezago

Este atraso en el desarrollo apícola nacional tiene una serie de factores que han incidido negativamente, entre ello tenemos:
1) Africanización
Antes del arribo de las abejas africanizadas, las colmenas estaban ubicadas en su mayoría en lugares cercanos a la vivienda principal y existía un número aceptable de productores que poseían más de 1.000 colmenas. En 1975, se calcularon cerca de 94.000 colmenas modernas y para 2002, se estimaron en 21.000. Esta reducción se debió principalmente a el abandono y destrucción de las colmenas y apiarios; a la cantidad de muertes ocasionadas por los ataques de las abejas y a una campaña negativa contra estas. A pesar de que el número de colmenas se redujo considerablemente, el número de colonias silvestres aumentó en forma exponencial hasta alcanzar casi 1.000.000, que compiten con las colmenas modernas por alimentos y hábitat. Por otra parte, el poco estudio de la biología de este híbrido en Venezuela no ha permitido desarrollar un manejo adecuado, no obstante estos conocimientos permitieron que México recuperara su sitial en la apicultura después del ingreso de la abeja africanizada en la década de los años 1980, y que Brasil pasara de ser un país con poca producción de miel en 1956, a uno de los principales productores en el mundo (cosa que en nuestro país no se ha realizado con la seriedad que se merece) aunado al comportamiento altamente defensivo, enjambrazón y el abandono del nido de cría, han terminado por desincentivar a aquellos nuevos apicultores que quisieran trabajar con estos insectos.
2) Resistencia al cambio
En los actuales momentos los apicultores continúan manejando las colonias de abejas africanizadas, de la misma forma que trabajaban las abejas europeas, olvidando la biología del comportamiento de las abejas africanizadas, dado que estos híbridos requieren la introducción de algunos cambios en el manejo, tales como: separación mínima entre colmenas de dos metros, uso de un ahumador mayor, uso de vestimenta resistente y de colores claros, uso indispensable de velo(máscara) y guantes, ubicación de los apiarios mínimo de 400 metros de centros poblados, control de enjambrazón, captura de enjambres, encolmenamiento o trasiego de colonias silvestres y disminuir las fuentes de perturbación que incitan el abandono de las colonias. Todos estos cambios que se deben adoptar para el correcto manejo de la abeja africanizada, han sido adoptados por varios apicultores, sin embargo, otro grupo de viejos y nuevos apicultores aún persisten con la idea de trabajar con abejas europeas al introducir reinas de este origen, olvidando que estas razas en nuestro país son: poco productivas y eficientes al tener que competir con las africanizadas; susceptibles a plagas y depredadores y reinas poco longevas, al ser cambiadas rápidamente por no mantener la tasa de postura adecuada.
3) Fomento inadecuado y distorsionado
El apoyo a la apicultura en Venezuela ha sido incompleto, discriminatorio y distorsionado, hasta 1998, el sector apícola disfrutó de pocos créditos, principalmente de la banca privada y del Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario ( ICAP), bajo un criterio marcadamente economicista , en el cual el productor debía iniciar el pago del crédito a los seis meses de haberlo recibido, mecanismo que frenó las solicitudes crediticias y el crecimiento del sector, dado el corto plazo para amortizar el préstamo, en el cual se estimaba que la producción se efectuaría en un período tan corto. De 1999 a 2002, el apoyo económico que recibió el sector por parte del estado fue mayor que el recibido en los 20 años precedentes a través de organismos tan disímiles y sin coordinación entre sí, tales como: Fondo Nacional de Ciencia Tecnología y de Innovación (FONACIT), Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), Fondo de Desarrollo Agrícola Pecuario Forestal y Afines (FONDAPFA), Plan Bolívar 2000, Alcaldías y Gobernaciones de Estados; bajo un criterio social equivocado al ofrecer cursos básicos con dotación de 5-10 colmenas por persona, sin un programa de seguimiento ni asesoría técnica que garantice una adecuada formación continua del crecimiento del sector. El mayor agravante radica, en la ausencia de una política global donde se considere a la apicultura como un sector productivo indispensable en la conservación de la biodiversidad y en la mejora de la productividad mediante la polinización cruzada.
4) Inseguridad rural
Enmarcada por robo y destrucción de las colmenas, por parte de cosechadores y/o saqueadores furtivos, quienes se dedican a robar miel durante el período de cosecha, generalmente entre noviembre y abril, con acciones vandálicas que van desde el robo de los panales, cuadros y alzas hasta la destrucción y quema de las colmenas. En Venezuela para la cosecha 2002-2203 los apicultores reportaron un índice de robo y depredación de colmenas cercano al 20%, situación que se hace más crítica en los principales estados productores, a saber: Cojedes, Yaracuy, Carabobo, Portuguesa y Monagas, situación ésta difícil de controlar dado que las autoridades competentes no actúan al respecto, al no considerarlo seriamente como un daño a la propiedad y a la producción. Este problema es de tal magnitud, que aparte del aislamiento en el que incurren los apicultores para evitar problemas con las comunidades, han elevado los costos al destinar una cantidad de tiempo y dinero para garantizar la seguridad de los apiarios y controlar éste enemigo, extremando las medidas de protección que van desde la construcción de instalaciones similares a jaulas ganaderas donde se confinan las abejas, uso de cámaras filmadoras en los apiarios para detectar e identificar a los saqueadores hasta llegar al extremo de colocar niples en las adyacencias de los apiarios. Lamentablemente el vandalismo contra la apicultura no es un fenómeno exclusivo venezolano, en Latinoamérica es muy común. Sin embargo, en varios países los saqueadores cuando son identificados o capturados in fraganti son severamente castigados por la ley. Igualmente las quemas accidentales o provocadas de bosques y sabanas, no sólo elimina las colonias silvestres, sino también, las colmenas establecidas.
5) Falta de generación de relevo
La mayoría de los grandes apicultores en Venezuela sobrepasan los 45 años de edad, lo cual muestra parcialmente el poco interés que esta actividad despierta en los más jóvenes. Por otro lado, muchos de los nuevos apicultores son hobbistas y su impacto en la producción es baja. Adicionalmente, la ausencia de la cátedra de apicultura dentro de los Pensa de estudios en la mayoría de las carreras agropecuarias tanto en las Universidades, Institutos Tecnológicos como en Escuelas Técnicas, atenta contra la adecuada formación de nuevos apicultores y respectiva divulgación de las bondades de este sector, el cual es percibido como pseudocientífico y poco serio.
6) Sobrevaluación de la moneda
Venezuela por ser un país dependiente de las exportaciones petroleras generalmente ha tenido su moneda (El Bolívar) sobrevaluado, lo cual hace que muchos de los productos generados internamente sean más costosos que los importados. Aún cuando nuestro país posee un gran potencial apícola, dada su variada biodiversidad que ofrece una gran variedad de plantas de las cuales se pueden obtener productos apícolas de elevada calidad, lamentablemente la mayor parte de los implementos usados en la apicultura local son importados y más costosos, debido a la poca oferta y a la ausencia de desarrollo de equipos y materiales locales que permitan abaratar los costos, de tal forma que la miel producida en el país tiene un precio al mayor de 4.500-6.500Bs/kg ( 1.7-2.5 US$/kg) en cuanto el precio internacional varía entre 1.1-1.7 US$/kg. Aunado a este hecho se presenta la importación indiscriminada de mieles de baja calidad (calidad industrial) dado su bajo precio que compite deslealmente contra mieles de mejor calidad pero de mayor precio. No obstante, a raíz del control de cambio decretado en enero del presente año, se han cerrado las importaciones y el sector apícola ha retomado un impulso, dado que la escasez de miel ha obligado e incentivado a muchos apicultores a incrementar el número de colmenas para satisfacer la demanda reprimida de miel.
7) Poca cultura apícola
En Venezuela cuando se habla de abejas, automáticamente la mayoría de las personas lo asocia con las picadas de abejas y con la miel, olvidándose que existen una serie de productos como: Polen, propóleos, cera, jalea real, apitoxina y derivados como, licor de miel y vinagre de miel, además de productos compuestos, que pueden aumentar el valor agregado del sector apícola. Por otra parte, la miel es el producto de origen agropecuario más vilipendiado y sobre el cual se desconfía más acerca de su autenticidad. Esta desconfianza ha generado una serie de elementos que condicionan y distorsionan su consumo, a saber: a) Proliferación de productos adulterados ofrecidos como miel, lo que permite que se oferte en el mercado consumidor más del 20% en "mieles" adulteradas (llamadas jarabes o papelón) fabricadas con azúcar comercial (sacarosa) y amarillo 5 (tartrazina); b) la falsa propaganda, que divulgan los adulteradores de miel, quienes señalan que la miel que cristaliza es adulterada o es azúcar, lo cual inhibe fuertemente el consumo de este alimento y c) la ausencia de promoción acerca de los beneficios del consumo de miel, dado que mayormente se utiliza como remedio contra la gripe. La falta de cultura de polinización entomófila también atenta contra el desarrollo de nuestra apicultura, mientras en países como Chile, Argentina, España, Estados Unidos e Israel, los productores de frutales solicitan los servicios apícolas para polinizar sus cultivares, remunerando al apicultor con valores de 15 hasta 25 US$/colmena, en Venezuela por el contrario los agricultores pretenden cobrarle a los apicultores el servicio de polinización que estos realizan, actitud que limita el desarrollo de una apicultura especializada en polinización.
8) Posibles Soluciones
Para lograr las posibles soluciones al problema, debe trabajarse en un programa a mediano plazo y largo plazo, que implique un esfuerzo mancomunado entre apicultores, gobierno y empresa privada, eliminando las soluciones inmediatas y poco creíbles, tomando las iniciativas exitosas emprendidas por Brasil y México. A tal efecto, se plantea iniciar acciones que respondan con mayor rapidez y su impacto sea más duradero tales como:
  • Incluir a la apicultura dentro de programas educativos tanto en las carreras agropecuarias, como en programas escolares
  • Estudio de la biología de las abejas africanizadas
  • Realizar un programa de selección que abarque varios componentes, a saber: abejas con comportamiento higiénico, con mayor productividad, más dóciles.
  • Incluir a la apicultura dentro de programas conservacionistas y de mejora de la biodiversidad, permitiendo el acceso de apicultores en parques nacionales, tal como ocurre en Australia, dada la actitud conservacionista y reforestadora de los apicultores.
9) Referencias
  1. Instituto Nacional de Estadísticas (2002). Anuarios de Comercio Exterior. Caracas, Venezuela.
  2. Ministerio de Agricultura y Tierras. (2002). Estadísticas Agrícolas. Dirección de Estadísticas. Anuarios Estadísticos. Caracas, Venezuela.
  3. Manrique, Antonio José & Pérez Sáez, Mirian. (2002). La comercialización de la miel en Venezuela. En: http:// www.la-apicultura.com/index

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