Chat en vivo

miércoles, 22 de abril de 2020

SELECCIÓN DE ABEJAS PARA EL CONTROL DE LAS ENFERMEDADES, ESPECIALMENTE LA VARROASIS

SELECCIÓN DE ABEJAS PARA EL CONTROL DE LAS ENFERMEDADES, ESPECIALMENTE LA VARROASIS


Por: David De Jong, Depto. de Genética, Faculdade de Medicina, Universidade de São Paulo, Ribeirão Preto, SP, BRASIL. Tel. 55 16 3602 4401 ddjong@fmrp.usp.br
Introducción
Para manejar las enfermedades de las abejas, es importante conocer el origen de estas enfermedades, la historia de la introducción de las abejas y sus patógenos, así como también es importante conocer la biología de las abejas. En la apicultura trabajamos de manera empírica, muchas veces sin entender detalles importantes de la interacción entre patógeno, huésped y el medio ambiente. Muchas de las prácticas de manejo que hoy conocemos no tienen un fundamento científico. Trabajamos así porque creemos que es la mejor manera, pero sin conocer realmente las consecuencias para las abejas.
Pocas enfermedades en la población inicial de las abejas
Las abejas que utilizamos en apicultura (Apis mellifera L.) fueron introducidas al nuevo mundo. Antes de la llegada del hombre blanco desde Europa, el genero Apis no existía en esta región del mundo. Inicialmente fueron razas de abejas Europeas, y después de 1956, abejas del continente Africano fueron incorporadas en el continente Sur Americano. Esta historia de la introducción de los distintos tipos de abejas es importante para nuestro conocimiento acerca de las enfermedades de las abejas. Una de las ventajas iniciales de una especie introducida es que generalmente esta libre de por lo menos una parte de las enfermedades de las abejas que existían en el país de origen. Las abejas no llegaron con toda la variedad de patógenos que encontramos en Europa. Desgraciadamente el hombre poco a poco ha ido transfiriendo material biológico contaminado para el nuevo mundo, provocando la introducción de las enfermedades que todavía no han llegado. Dos ejemplos recientes de este fenómeno son la Cría Calcificada (Gilliam & Vandenberg, 1997), causada por un hongo, Ascosphaera apis, que llegó en el continente Norte Americano en la década de 1960, y la Acariosis (Acarapis woodi) en los años 80 (Wilson et al. 1997). En ambos casos el impacto inicial de estas enfermedades fue fuerte, especialmente la Acariosis, que mató hasta 50% de las colonias de Apis mellifera en América de Norte en los años 80 y 90.
Cambio de la reina
Cuando introducimos una nueva reina, hay un impacto importante sobre la colonia. Hay efectos genéticos, pero también hay otros impactos que pueden ayudar en el manejo de una enfermedad. En los casos de enfermedades de la cría hay una constante re-infestación de crías enfermas para crías nuevas. Esta manutención del ciclo de la enfermedad depende de la disponibilidad de crías susceptibles con la edad apropiada. Cuando cambiamos la reina, generalmente hay una pequeña pausa entre la última producción de cría de la reina vieja y el inicio de postura de la reina nueva. Esto ayuda a cortar el ciclo de re-infestación y reduce la intensidad de la enfermedad.
La vigilancia de las abejas, y su hábito de remover crías enfermas, dependen de las condiciones de la reina. Cuando la reina no tiene una buena postura, las abejas tienden a mantener y cuidar de todas las crías, hasta aquellas que están enfermas. Así aparecen
síntomas de enfermedades, especialmente en la cría, en colonias con reinas viejas. Cuando substituimos esta reina por una reina nueva, que produce muchos huevos, las abejas tienen un comportamiento de limpieza más fuerte y eficiente, ayudando a reducir problemas con enfermedades.
Parásitos de otras especies de Apis
El hombre, transportando sus colonias para Asia, permitió una interacción entre las abejas Occidentales (Apis mellifera), y otras especies de oriente, del mismo género, incluyendo Apis dorsata, Apis cerana y Apis florea. Todas estas especies de Apis asiáticas tienen ácaros parásitos de la cría. Tropilaelaps clareae es un parásito de Apis dorsata y Varroa destructor (antes llamado de Varroa jacobsoni) es un parásito natural de Apis cerana. Ambos parásitos son mortales para su nuevo huésped, el Apis mellifera (De Jong, 1997). La más conocida es Varroa destructor, aun cuando ambos parásitos infectan la misma colonia, la Tropilaelaps clareae es mucho más mortífera. Para escoger la mejor manera de reducir problemas causadas por la Varroa destructor, es importante conocer muy bien su interacción con las abejas, tanto en el huésped natural, Apis cerana, como en su nuevo huésped, Apis mellifera. En esta última especie de abeja existen variaciones en el impacto de la varroa. Generalmente, en abejas Africanizadas hay un equilibrio que permite una convivencia sin mortalidad para las colonias de Apis mellifera. Aunque en climas fríos, donde predomina la abeja Europea, la mortalidad de colonias es bastante alta. Para lograr controlar la varroa en climas fríos, hay que entender como la abeja Africanizada se ha adaptado a este nuevo parásito, y también como esta adaptación asimila las adaptaciones naturales en el huésped original, la Apis cerana.
El impacto del clima y cambios de ambiente.
Las abejas tienen su mejor desempeño cuando están en condiciones similares a su hábitat natural. Abejas de clima frío tienen dificultades en climas cálidos. Y las abejas tropicales tampoco son buenas en climas fríos. Para reducir el impacto de las enfermedades, lo mejor es utilizar abejas que están adaptadas a las condiciones locales. Hay numerosos ejemplos de la adaptación local de una raza de abeja Apis mellifera a una plaga y cuando un nuevo parásito o un microorganismo patogénico es introducido a un nuevo ambiente, muchas colonias de abejas son perjudicadas hasta que haya una nueva adaptación.
El uso de antibióticos y otros tratamientos
Cuando utilizamos antibióticos u otros productos químicos para tratar enfermedades, estamos incentivando la proliferación de abejas débiles y plagas fuertes. La tendencia natural es que colonias que resisten las enfermedades reproducen más. Así hay más participación genética de estas abejas resistentes en la próxima generación. Aunque siempre que tratamos, estamos manteniendo las abejas débiles y perdiendo la posibilidad de seleccionar para resistencia. Esto ya fue demostrado para infecciones bacterianas, como las loques, cría calcificada y para la varroa. Utilizar drogas genera una dependencia en las abejas. Hay varias desventajas. A corto plazo contaminamos la miel. A mediano plazo gastamos mucho dinero y diseminamos la enfermedad. A largo plazo encontramos una plaga resistente a los tratamientos, y abejas que no tienen una resistencia natural. Nuestro camino deberá ser otra para garantizar una actividad económica viable y para tener un producto natural, aceptable para el mercado nacional e internacional.
El apiario y los microclimas
El tipo de caja, la exposición al sol, agua y viento son determinadas por el apicultor. Frecuentemente olvidamos que las abejas tienen que gastar energía para mantener las condiciones ideales en la cavidad donde esta alojada la colonia. Si dejamos mucho al sol, las abejas tienen que traer agua y utilizar las alas para ventilar. Si las colmenas están expuestas a vientos fríos, las abejas tienen que compensar. Si el apiario esta en un sitio muy cercado con árboles u otras estructuras, o en una depresión de la tierra, con poco movimiento de aire, hay dificultades para mantener la temperatura y humedad más adecuada. Hay que establecer el apiario para reducir el stress y así ayudar a las abejas para que mantengan las colonias en condiciones ideales. Con menos stress, hay menos problemas con enfermedades.
Estudios de la influencia del tamaño de la celda del panal de cría sobre infestaciones del ácaro Varroa destructor.
La diferencia en el impacto de la varroa sobre abejas europeas versus africanas o abejas Africanizadas ha estimulado investigaciones para determinar que factores afectan la preferencia de varroa entre varios tipos de celdas de cría. Piccirillo & De Jong (2003) encontraron, cuando comparado en la misma colonia, que celdas de crías mayores, aquellas en panales Cárnicas, (diámetro interno medio de 5.3 mm) fueron cerca de 38% más infestados que los panales de cría Italiano (media de 5.15 mm), la cual a su vez fueron cerca de 13% más infestados que los panales Africanizados construidos naturalmente (media de 4.8 mm). En otro investigación, obreras desarrolladas en tamaño de celdas construidas por las abejas italianas presentan una infestación significativamente mayor que en las celdas de abejas Africanizadas (Message & Gonçalves, 1995), sin embargo ellos usaron panales Africanizados viejos, con celdas mucho menores (4.5-4.6 mm de diámetro interno); nuestros panales Africanizados fueron nuevos construidos naturalmente y por tanto tuvieron celdas mayores. La notable preferencia por celdas de zánganos también ha sido observada en abejas Africanizadas. Zánganos criados en celdas de obreras fueron menos infestados que cuando desarrollados en sus propias celdas (mayor tamaño), pero fueron más infestados que obreras en celdas de zánganos, indicando que hay un factor inherente a la larva de zángano causando esta diferencia (Issa et al., 1993; Calderone & Kuenen, 2001). Un trabajo reciente concluyó que los niveles de infestación del ácaro son afectados a través de factores ambientales (tipo de celda), a través de factores intrínsecos del hospedero (sexo), y por interacciones entre esos factores. Además, la variación de colonia para colonia es importante para la expresión de factores intrínsecos y ambientales (Calderone & Kuenen, 2001).
Las infestaciones con el ácaro Varroa destructor también son fuertemente influenciadas por la edad del panal, medida por el número de veces que es utilizado para la producción de cría, de acuerdo con Piccirillo & De Jong (2003), sugiriendo incluso influencias químicas y no solamente la morfología de la celda. Las abejas difieren en su habilidad de detectar, atacar y remover este ácaro (Corrêa-Marques & De Jong, 1998; Corrêa-Marques et al., 2003; Guerra et al., 2000), y esta habilidad puede ser influenciada por el tipo y tamaño del panal de cría (De Jong & Morse, 1988; Issa et al., 1993; Piccirillo & De Jong, 2003).
Actualmente, la busca para un entendimiento de la importancia del diámetro de la celda del panal, ha sido asunto destacable en los últimos años que surge fuera de las actividades normales de la crianza de las abejas, en busca de métodos que puedan resolver problemas de enfermedades y ácaros parásitos en las colmenas (Lusby, 1997). Erickson et al. (1990) encontraron que 40% de las colmenas mantenidas con celdas del panal de menor tamaño sobrevivieron al ácaro varroa. Abejas locales en Arizona (EUA) criadas en panales con celdas de menor tamaño sobrevivieron al ataque violento de la varroa y tuvieron menos de 10% de infestación, así como las infestaciones con Acarapis woodi (Erickson et al., 1996).
Recientemente se ha discutido que el uso de panales con un diámetro de la celda natural redujo significativamente enfermedades e infestaciones con ácaros en las colmenas y, simultáneamente, aumentó la viabilidad de la cría y la productividad de la colonia (Lusby, 1997; Erickson et al., 1990). Infestación entre 10-11% de la varroa fue encontrada en colmenas con tamaño del panal de 5.0 cm/10 celdas, en este caso las abejas necesitaron de constante manejo para control de enfermedades segundarias y entre 0-7% de infestación fue observada mudando el tamaño del panal a 4.9 cm/10 celdas y las colmenas no necesitaron de constante manejo para control de enfermedades segundarias (Lusby, 1997). Medidas de las celdas producidas por colmenas naturales han conducido últimamente a la producción de láminas de cera con celda de cría de menor tamaño como parte de experimentos para un mejor uso del tamaño de la celda de las abejas. Considerando que la mayoría de las láminas de cera alveoladas producidas actualmente tienen celdas entre 5.22 y 5.55 mm de diámetro, la reducción del tamaño de la celda base para 5.0 mm (4.3%-10% de reducción) dio la impresión de ser significativamente importante (Flottum, 1998). El tamaño de la celda de 5.0 mm de diámetro mostró alguna relevancia, mismo notando una reducción en la infestación del parásito y una incidencia menor de la enfermedad, esa alteración no fue lo suficiente para ser comercialmente económico y las pérdidas de colmenas continuaron y fue notado también que junto con la inclusión de láminas de cera con celdas de menor tamaño en las colonias, el uso de todas las drogas, medicamentos y acaricidas fueron descartados (Flottum, 1998).
Una investigación adicional indicó que el aumento del diámetro de la celda de 0.1 mm pudo haber sido muy grande, y una celda del tamaño de 4.9 mm de diámetro puede ser mejor para abejas europeas, observándose que colmenas con sus panales naturales nuevos tuvieron menos ácaros y colmenas con tamaño de la celda natural indicaron también construcción más rápida de las celdas, colmenas más saludables y mayor producción de miel (Flottum, 1998; Lusby, 1997).
Estrategias para el control natural de la Varroa
Aunque el ácaro Varroa es una plaga bastante extendida en la apicultura mundial, hay regiones donde este parásito no causa problemas. Un factor importante que afecta su distribución es el clima. En varias regiones tropicales de América del Sur las abejas Africanizadas son resistentes a la Varroa. En Brasil, por ejemplo, encontramos inicialmente, en 1981, infestaciones muy elevadas, sin exterminio de colonias. En pocos años las infestaciones disminuyeron y se estabilizaron. Cómo pasó esto? Aparentemente hubo una selección natural, pero sin muerte de colonias. En realidad, la selección no se da por la supervivencia de individuos; son los genes que sobreviven. Así, los individuos más adaptados son favorecidos, se reproducen más y sus genes son pasados para las próximas
generaciones. Cómo sucede esto en colonias de abejas? Colmenas resistentes enjambran más y producen más zánganos. Entonces las colonias resistentes poseen ventajas reproductivas. De esta manera, cuando realizamos algún tipo de tratamiento, las eventuales ventajas dejan de existir, ya que hasta las colonias poco sensibles a la Varroa pueden producir muchos zánganos. Como consecuencia, no hay selección. Cómo es esta selección? Sabemos que hay muchas maneras por las cuales las abejas pueden resistir a la Varroa. Si intentamos seleccionar, podemos determinar el número de varroas “mutiladas” en el piso de la colmena. Existen métodos que permiten estimar la población de Varroa, pero este criterio es poco conveniente ya que las colonias más fuertes poseen más Varroa. La capacidad de reproducción de la Varroa varía entre colonias. En colonias resistentes hay menos reproducción. Existe también un comportamiento higiénico. Las abejas nodrizas identifican y eliminan las crías infestadas. Existe también acicalamiento – auto-limpieza y limpieza de otras abejas. Existen, claro, muchos otros factores, inclusive varios que aún no conocemos. Pero para seleccionar se requiere una base genética muy variada, y el número de colmenas necesarias aumenta geométricamente, si aumentamos el número de caracteres a ser seleccionados. Así, resulta casi imposible obtener éxitos con selección artificial si intentamos manejar muchos factores. La selección natural es más eficiente. Tenemos que aprender a aprovechar y ayudar a la selección natural. La clave son los zánganos. Ellos son genes voladores. Hay pequeñas ventajas en muchas colmenas. Recordando que las más resistentes producen más zánganos, existe la posibilidad de juntar las mejores características. Con tratamientos químicos, esto no funciona. Lo mejor es que en la época de reproducción de las colonias y de fecundación de reinas no se lleve a cabo esta práctica. También hay factores de manejo que afectan la Varroa. Muchas de las manipulaciones que hacemos, como utilizar cera estampada de un tamaño mayor, aumentan las infestaciones. La abeja puede resistir a la Varroa; nosotros tenemos que ayudar y no interferir con esta tendencia.
Factores que influencian la diseminación de la Varroa
Los apiarios modernos, tiene 30 o más colmenas, muy cercanos unos de los otros. En estos, abejas infestadas de una colmena rápidamente pueden infestar o re-infestar otras colmenas. Toda enfermedad tiene tendencia de dispersarse. Al colocar cajas muy próximas, la diseminación es mucho más efectiva, lo que puede resultar en una fuerte re-infestación. Se puede ayudar a disminuir la incidencia del acaro ordenando el apiario de una forma que las abejas puedan localizar fácilmente sus propias colonias. Sin embargo, la proximidad de muchas colmenas puede aumentar los problemas con este tipo de ectoparásito. Por ejemplo, cuando comparamos infestaciones con Varroa en colonias silvestres, encontramos infestaciones más bajas que en apiarios. Sin embargo, en condiciones donde hay varias colonias silvestres en una pequeña área, las infestaciones podrían ser altas (Gonçalves et al. 1982).
En la situación actual de la apicultura, los costos de producción han aumentado y existe un rechazo de mieles que poseen cualquier traza de antibióticos y/o acaricidas. Debemos pensar una vez más en la opción de utilizar abejas resistentes a este problema. Las condiciones necesarias para crear resistencia al acaro son: un número grande de colmenas; y una presión de selección, para que las colmenas con mejores características de resistencia sean más productivas. La presión normal es una proporción moderada de los organismos que provocan este problema. Cuando no hay infestación, no se puede
realizar selección contra él acaro. Se puede concluir que cuando tratamos las colmenas, eliminamos la posibilidad de selección. En algunos países, se acostumbra tratar las enfermedades de las abejas preventivamente con antibiótico. Al pasar de los años ocurre una selección, tanto de las abejas como de las bacterias. Encontrando así, abejas sin resistencia natural, y bacterias que han sido seleccionadas para resistir a los antibióticos. Existen regiones en donde todas las colmenas se encontraban bajo tratamiento constante por más de 20 años, todas llenas de antibióticos, sin embargo, enfermas, y un apicultor con 3.000 colmenas en la misma región, que nunca utilizo antibióticos y que tenía las colmenas sin ninguna señal de la enfermedad.
La multiplicación de las colmenas es a través de la línea materna (enjambrazón); y paterna (producción de zánganos sanos y competitivos). Una colmena sana produce más enjambres en comparación con una colmena enferma. También las colmenas más saludables producen más zánganos. Así, colonias resistentes dejan más descendientes que colonias enfermas.
Que es un buen parásito? Hace sentido esta colocación? Podemos examinar este problema lógicamente. Un buen parásito es aquel que es más virulento y que mata a su huésped? Tal vez no, ya que de esta forma no tendría en donde sobrevivir. Un parásito menos virulento, que se mantiene de forma crónica, puede continuar conviviendo con las abejas mucho más tiempo. La tendencia es esta. Inicialmente una nueva plaga es muy perjudicial. Sin embargo, después de algún tiempo, no es tan virulenta y encontramos que las formas más infecciosas y menos peligrosas son las que predominan. Existe la impresión de que el huésped es seleccionado y que la resistencia del huésped es el único motivo para explicar porque baja la infestación. Con todo, también hay modificaciones en los organismos responsables por esta plaga.
El ácaro Varroa destructor en abejas Apis mellifera es un buen parásito? Como este ácaro es responsable por la muerte de millones de colmenas en todo el mundo, creo que no lo es. La abeja Apis mellifera es un hospedero nuevo, por lo tanto, no ha transcurrido un período de tiempo suficiente de convivencia para demostrar resistencia, esto en los países de clima templado.
Cuando pensamos sobre el manejo moderno del apiario, entendemos que estamos interfiriendo con el proceso natural de selección. Evitamos la enjambrazón y colocamos buenos cuadros que tengan pocas células para zánganos. También producimos reinas sin pensar en selección para resistir a las enfermedades. Después de muchas generaciones será creada una abeja que solo será productiva cuando sea protegida artificialmente contra las enfermedades y parásitos.

TALLER DE EVALUACION DE CALIDAD DE CERA

TALLER DE EVALUACION DE CALIDAD DE CERA

Responsable: Sra. Nimia Manquián T. Jefe Laboratorio de Fitoquímica – Universidad Austral de Chile Colaboradores: Isaías González, Licenciatura en Ciencias Claudia Dussaubat A., Ingeniero Agrónomo Miguel Neira C., Ingeniero Agrónomo

INTRODUCCION La cera de abejas corresponde a una secreción natural, producida por dos pares de glándulas, ubicadas en la zona ventral del abdomen de las abejas jóvenes. Esta secreción está compuesta principalmente por ésteres de ácidos grasos y alcoholes, siendo una sustancia altamente insoluble en agua; a temperatura ambiente se presenta sólida y dura. En su origen es de color blanco, posteriormente va cambiando de tonalidad volviéndose más oscura debido al contenido de polen y a la acumulación de restos de mudas de larvas de la cámara de cría. Las abejas producen esta cera en estado líquido, la que al contacto con el aire se solidifica, formando escamas. Las abejas toman las escamas y las moldean con sus mandíbulas y la ayuda del primer par de patas. De esta manera, las abejas van construyendo los panales donde posteriormente albergarán la cría y las reservas de alimento, miel y polen. Con la tecnificación que ha tenido la apicultura a lo largo de los años, los apicultores han aprendido a procesar la cera de los panales viejos. A través de este reciclaje el apicultor recupera cera libre de impurezas y microorganismos excepto esporas de loque americana, la que posteriormente estira y estampa, para formar láminas de cera estampada que serán utilizadas en los marcos al interior de las colmenas. Desafortunadamente, los apicultores también han aprendido a adulterar esta cera, agregando sustancias extrañas a su composición natural, de esta manera aumentan los volúmenes procesados. Los productos más utilizados para la adulteración corresponden a: parafina sólida, grasas animales y estearinas (grasas vegetales). Esta adulteración muchas veces pasa desapercibida por las abejas, pero cuando los porcentajes de adulterantes son elevados, se pueden encontrar los siguientes efectos: - Rechazo por parte de las abejas: las abejas rechazan la lámina de cera y construyen celdillas en un plano paralelo a la lámina adulterada, provocando un innecesario gasto de energía (recordemos que para producir un kilo de cera la abeja debe consumir entre 8 a 12 kilos de miel). - Inquietud por parte de las abejas: en casos exagerados de adulteraciones la colmena puede quedar impregnada con el olor del adulterante, provocando estrés en las abejas o estimulando que la familia enjambre. - Engaño para el apicultor que compra cera adulterada: el apicultor estaría comprando a un elevado valor, una cera, que en su composición tiene un adulterante de bajo precio. En otras palabras estaría comprando, por ejemplo: “velas a precio de cera de abejas”.
A continuación se presentan los distintos análisis que se desarrollan en laboratorio para determinar la presencia de los adulterantes en cera de abeja. Estas técnicas han sido adaptadas para el Laboratorio de Fitoquímica de la Universidad Austral de Chile por Patricia Hernández, Pedagogía en Biología y Química, a partir de BIANCHI, E. M. 1990. Control de calidad de la miel y la cera. Centro de investigación apícola – CEDIA. Universidad Nacional de Santiago del Estero, República Argentina. Boletín de Servicios Apícolas de la FAO. 68/3.
¡¡¡ EVITE ACCIDENTES !!! La cera caliente puede producir graves quemaduras, al realizar los siguientes análisis para determinar las adulteraciones y características de la cera de abejas, trabaje lejos de los niños. Siempre rotule las soluciones y reactivos que utilice. Mantenga los reactivos y materiales en un lugar seguro, lejos del alcance de los niños.
ADULTERACION CON PARAFINA Definición: adulteración realizada con parafina sólida, la misma que se utiliza en la fabricación de velas.
Procedimiento Pesar 1 g de cera
Agregar 5ml de KOH alcohólico al 12%
Agregar 4ml de glicerina caliente
Agregar 10ml de agua caliente
Positivo: presencia de enturbiamiento blanco-lechoso un día después y aumento del espesor de la capa de cera.
Observaciones: - La solución de hidróxido de potasio alcohólico (KOH alcohólico) se debe preparar el mismo día del análisis, para ésto se requiere disolver 0.6g de KOH en 5ml de etanol por cada tubo de ensayo preparado con la muestra. - En cada medición se aconseja analizar cera de opérculo como “testigo o blanco” (muestra no adulterada). - Grado de peligro de los reactivos y cuidados que se deben considerar: - KOH alcohólico: cáustico en contacto con la piel, altamente tóxico al ingerir e inflamable. Rotular el frasco y dejar bien tapado lejos del alcance de los niños. - Glicerina: al ingerir presenta toxicidad leve, al calentarse puede producir quemaduras severas en la piel.
ADULTERACION CON ESTEARINA Definición: adulteración realizada con estearina, compuesto derivado de aceites vegetales tales como la margarina.
Procedimiento Pesar 1 g de cera
Agregar 7ml de etanol y 3 ml de agua
Disolver a baño maría
Enfriar
Filtrar en tubo de ensayo
Agregar 4ml de agua
Positivo: presencia de precipitado blanco-lechoso en el filtrado.
Observaciones: - El etanol se adquiere en farmacias, pídalo como “etanol para análisis” que es transparente (incoloro). Cuidado: también en farmacias existe el alcohol de quemar de color rosado, este no es adecuado para el análisis. - Grado de peligro de los reactivos: el etanol es altamente peligroso al ingerirlo. Mantenga lejos del fuego, en lugar fresco y bien tapado.
ADULTERACION CON ALMIDON Definición: adulteración realizada con un hidrato de carbono conformado por amilosa y amilopectina, que son usadas por las plantas como reserva energética y en la industria alimentaria como espesante.
Procedimiento Pesar 0,5 g de cera
Agregar 6ML de esencia de trementina
Calentar hasta total dilución
Positivo: depósito blanco que se torna azul con una gota de lugol.
Observaciones: - Grado de peligro de los reactivos: ambos reactivos son altamente peligrosos. - Trementina: inflamable, guardar en lugar fresco y tapado herméticamente. - Lugol: guardar tapado en lugar fresco en un frasco ámbar o en su defecto cubrir el frasco con papel aluminio debidamente rotulado.
ADULTERACION CON GRASA Definición: adulteración con grasa de origen animal, de la utilizada normalmente en la cocina.
Procedimiento Pesar 0,5g de cera
Agregar 5ml de carbonato de sodio al 20%
Disolver a baño maría
Enfriar
Agregar 5ml de agua fría
Positivo: presencia de líquido blanco-lechoso que al enfriarse forma grumos, en la superficie observan grumos blancos que están in directa proporción con la cantidad de grasa agregada.
Observaciones: - Es aconsejable retirar la capa de cera desde el tubo y observarla a la lupa. - Se debe analizar en paralelo cera de opérculo como “testigo o blanco” (muestra no adulterada). - Preparación del carbonato de sodio: Pesar 20g de carbonato de sodio (NA2CO3) y disolver en 50ml de agua destilada, una vez disuelto completar el volumen a 100ml con agua destilada (Ojo: no sirve el agua destilada que venden en los servicentros, debe ser de farmacia). Los 100ml alcanzan para 20 muestras y puede conservarse muy bien tapada en refrigeración por 1 mes o más. - Grado de peligro de los reactivos: el carbonato de sodio al 20% es levemente peligroso. Se debe rotular claramente el frasco y no dejar al alcance de los niños.
CONSISTENCIA DE CERA Definición: se puede realizar un análisis a la consistencia de la cera, de esta manera se pueden observar distintos brillos, tonalidades y consistencias atípicas, que estarían indicando cierta adulteración de la muestra. Si al moldear la bolita de cera, ésta se adhiere en lo dedos, es probable que esté adulterada con resinas.
Procedimiento Pesar 5g de cera
Fundir a baño maría
Dejar 24 hrs sobre pocillo de vidrio
Formar una bolita con los dedos y observar consistencia
Observaciones: - Si lo bolita se presenta brillante podemos sospechar adulteración con parafina sólida. - Si la bolita se presenta blanda y quebradiza podemos sospechar adulteración con grasa. - Si la bolita es difícil de moldear y al final la superficie está escamosa podemos sospechar adulteración con estearina. - Además, si la bolita se pega en los dedos podemos sospechar adulteración con resinas. - La cera normal, no adulterada, se observa sin brillo, es fácilmente moldeable, muy dúctil y elástica.
HOJA DE RESULTADOS Fecha de análisis: Procedencia de la muestra: Guía de despacho Nº: Factura Nº: Fecha factura: Otra información: RESULTADOS ANÁLISIS 1) Adulteración con parafina sólida: 2) Adulteración con grasa 3) Adulteración con almidón 4) Consistencia: Parafina (bola brillantes y dura) Estearina (bola con superficie suave) Grasa (bola quebradiza y blanda)
Lugar de análisis, 
Nombre analista:
Positivo
Negativo
FIRMA
Otras recomendaciones: Rotular cada reactivo, indicando el Nombre y la Fecha de elaboración Guardar en lugar fresco y lejos del alcance de los niños . NUNCA EN LA COCINA
Universidad Austral de Chile – Facultad de Ciencias Agrarias 

HACIENDO NUESTROS NUCLEOS

HACIENDO NUESTROS NUCLEOS



IMPORTANCIA DE LAS ABEJAS NODRIZAS
Entiéndase como abejas nodrizas a las obreras mas jóvenes, desde que nacen y durante sus primeros 15 días de vida adulta. Son las encargadas de alimentar a la reina, las larvas de obrera, zánganos y de futuras reinas, son las abejas llamadas cereras, por ser las que producen la cera para labrar los panales. Son las únicas que producen jalea real y cera, son menos agresivas inclusive en las africanizadas y se las encuentra siempre pegada a los panales con cría. La abeja nodriza solamente abandona el nido para practicar vuelo y evacuar los desechos orgánicos, el resto del tiempo se dedica a preparar el alimento de las larvas, las que reciben durante los primeros tres días jalea real y luego una mezcla de jalea, polen y miel. El polen es recolectado de las flores por las abejas pecoreadoras(abejas mas viejas recolectoras) y transferido dentro de la colmena a las nodrizas.
La entrada de polen es proporcional a la cantidad de cría abierta que posea la colmena (en estado de larva). Si observamos detenidamente un enjambre recién llegado que se metió en un cajón vacío, comprobaremos que los tres o cuatro primeros días no entra polen y las pecoreadoras se dedican a traer abundante cantidad de miel y recién al cuarto día empieza el ingreso de polen que se incrementa al igual que la cría, a medida que pasan los días. Esto se debe a que al principio, apenas instalado el enjambre, la reina inicia la postura, cuyos huevos recién nacerán al tercer día, momento en que necesitan ser alimentados y automáticamente se inicia la recolección de polen.
Estos enjambres son muy activos y crecen en forma explosiva, es impresionante el desarrollo que obtienen en pocos días, y este fenómeno se debe a que la colmena al enjambrar sale con la reina vieja pero con muchas abejas nodrizas, que son las que estimulan la postura de la reina sobrealimentándola con jalea, al igual que a las nuevas crías. Son ellas las que rápidamente labran con cera los nuevos panales.
Hay otro proceso biológico que se produce en la enjambrazón que seguramente propicia también el vigor notable de los enjambres: Cuando las colmenas entran en la mielada fuerte, el ingreso de miel compite por espacio con la postura de la reina, la miel empuja a la postura hacia abajo y la reina tiene cada vez menos espacio para poner, la postura disminuye y en consecuencia disminuye la cría para alimentar, la reina pierde el atractivo olor que provocan las feromonas, a consecuencia de la disminución de la postura y las obreras son inducidas a formar celdas reales de enjambrazón que normalmente se ubican en los bordes, lugar donde la reina se vio obligada a poner los últimos huevos. A partir de este momento la colmena tiene gran cantidad de individuos en su mayoría nodrizas y una buena cantidad de abejas jóvenes de mas de 15 días de edad pero que por no haber alimentado larvas con jalea, esta se reutiliza, se mantienen por más tiempo como si fueran nodrizas. (Este fenómeno es similar al que ocurre con las abejas longevas de invierno). Cuando el enjambre sale deja un buen numero de abejas “jóvenes longevas” y pecoreadoras que permiten el nuevo desarrollo -junto a una reina nueva- de la colmena. Tanto el enjambre como la colonia que queda tienen suficiente cantidad de abejas productoras de jalea real y de esa forma se mantiene un equilibrio en el desarrollo de ambas colmenas.
La proporción de crías, nodrizas y abejas pecoreadoras varia según el momento de desarrollo de la colmena, al principio de temporada se incrementa primero la cría y las nodrizas, y luego para la mielada, la proporción de abejas pecoreadoras es superior al de nodrizas. Podríamos decir que las abejas nodrizas producen crías, jalea real y cera; las pecoreadoras miel, polen, y propóleos. También podríamos decir que la producción de polen es proporcional a la producción de cría. Que el desarrollo de un núcleo depende mucho de la cantidad de abejas nodrizas y que para producir mucha miel necesitamos gran cantidad de abejas pecoreadoras.
Es importante tener en cuenta este proceso natural al momento de decidirnos a preparar nuestros núcleos, o producir polen, miel, jalea, etc.
¿QUE TIPO DE CRIA UTILIZAR PARA ARMAR NUESTROS NÚCLEOS?
Desde ya que utilizaremos abejas nodrizas que son más dóciles, menos agresivas y mas receptivas de la celda real. En este artículo no voy a explicar como confeccionar el núcleo, simplemente voy a tratar de demostrar porque conviene usar cuadros con cría abierta y no cría cerrada.
En un artículo anterior comenté que las colmenas tienen una población de abejas obreras y zánganos en distintos estadios de desarrollo y que la cantidad relativa de individuos en cada estadio variaba con el desarrollo de la colmena, pero en términos generales tenemos; huevos recién puestos, larvas (cría abierta) y pupas (cría cerrada) abejas nodrizas y abejas pecoreadoras.
Para entender mejor voy a explicar primero lo que sucede si armo el núcleo con nodrizas, cría cerrada y una celda real.
Veamos que pasa en la colmena dadora de abejas y crías. En la colmena proveedora las nodrizas están alimentando a las crías abiertas. Si sacamos a las nodrizas acompañadas con cría cerrada, ¿Quién alimentará a las crías? Es evidente que se va a generar un desequilibrio en la colmena con el consecuente retraso de la misma.
En el núcleo, al no haber crías para alimentar, las nodrizas si bien se harán mas longevas, lo mismo perderán una buena parte de su capacidad de producir jalea real. La cría cerrada que se le colocó nacerá en promedio a la semana de haber confeccionado el núcleo, cuando todavía no hay cría nueva para alimentar. Recién a los 15 días de colocada la celda se puede esperar el nacimiento de las primeras crías y a los diez días más se supone que ya va a haber gran cantidad de crías para alimentar, momento en que las abejas que nacieron de la cría cerrada van a tener más de 15 días de nacidas y por consiguiente habrá disminuido la capacidad de segregar jalea. Cuando la cría nueva mas necesita de las abejas nodrizas, ya no las tiene.
¿Que pasa si en vez de cría cerrada utilizo cría abierta y una celda real?
En la colmena dadora retiramos las crías abiertas y también a las nodrizas para que las alimenten, quedan pecoreadoras y cría cerrada, que al nacer, se encargaran de cuidar a las nuevas crías que vayan naciendo. Si bien la colmena se atrasa, no se produce tanto desequilibrio.
En el núcleo las nodrizas alimentarán a las crías(abiertas) que nacerán en promedio a los 17 días. Estas nodrizas nacerán junto con las primeras crías nuevas y de esa forma estarán en buenas condiciones y con abundancia de jalea real para alimentarlas.
Al utilizar cría abierta logro hacer coincidir los periodos de mayor requerimiento de alimentos con una mayor oferta.
Algo importante a tener en cuenta es el hecho de que las crías abiertas inhiben el desarrollo de los ovarios en las obreras, con igual o más intensidad que las feromonas de la reina. Utilizando cría abierta retrasamos el desarrollo de los ovarios y por lo tanto disminuimos el riesgo de que la colmena se haga zanganera(*)
¿COMO HACER NÚCLEOS CON CELDA REAL?
Necesitamos abejas nodrizas, cuadros con cría abierta, cuadros con miel y polen y la celda real a punto de nacer que injertaremos al nuevo núcleo.
Antes de disponernos al armado de los núcleos es importante saber en que fecha dispondremos de las celdas reales por nacer. Uno o mejor dos días antes de la fecha en que dispondremos de las celdas, iniciamos la preparación de nuestros núcleos. En caso de mal tiempo que nos imposibilite confeccionar con debida anticipación los núcleos, unas pocas horas de orfandad normalmente son suficientes si se utilizan abejas nodrizas.
Las colmenas que se van a utilizar para sacar nodrizas deben ser sanas, fuertes y con abundante cantidad de abejas jóvenes.
Dijimos que las abejas nodrizas están siempre pegadas a los cuadros con cría y muchos apicultores, para confeccionar los núcleos, levantan los cuadros cubiertos de nodrizas y lo sacuden dentro de los nucleros o en un cajón grande llamado cajón nucleador. El problema mas grande consiste en evitar que pase la reina con las nodrizas. Por lo tanto deben encontrar primero a la reina y separarla con riesgo de dañarla sin querer, además del tiempo que requiere esta tarea. Una vez que se separó la reina, después de mover los cuadros buscándola, ocurre que las nodrizas ya no están pegadas a los cuadros, o al menos ya quedan menos y están muy mezcladas. Hay que sacudir varios cuadros con abejas y poner en exceso a fin de que queden suficiente nodrizas, seguramente que habrá que separar a unos pocos metros a los núcleos y dejarlos hasta el día siguiente para que las abejas viejas que pasaron con las nodrizas vuelvan al nido. Para evitar todos estos inconvenientes, inspirados por el gran criador de reinas, el Sr. Jacinto Naveiero, diseñamos el siguiente método:
Si decidimos hacer 40 núcleos debemos llevar al apiario proveedor de cría y nodrizas: 40 alzas, 40 rejillas excluidoras, 40 alimentadores, 40 nucleros de 4 cuadros, 40 cuadros con miel operculada 80 cuadros limpios y labrados o con cera estampada.
1º PASO: ARMAR EL CAZA NODRIZAS. Colocar al costado de cada colmena dadora un alza provista de dos cuadros limpios, uno de miel, un alimentador y una rejilla. Destapar la colonia dadora, seleccionar dos cuadros con cría abierta, desabejar y colocar en el centro de nuestra alza extra, reemplazar por los cuadros vacíos. A un costado de los cuadros con crías a modo de tapa se coloca el cuadro con miel y del otro lado el alimentador. Se hace un poco de humo sobre los cabezales de la colonia dadora para que las abejas bajen y se coloca la rejilla excluidora, por encima el alza con los cuadros de crías, el alimentador y el cuadro de miel, y se tapa. Esta operación se hace cuarenta veces hasta terminar el material. Las abejas nodrizas buscan inmediatamente a las crías para alimentarlas y suben al alza con lo cual se las separa de las demás y de la reina. Con la rejilla se evita el trabajo de buscar y manipular a la reina. Esta queda abajo y no hay peligro de pasarla al nuevo núcleo.
2º PASO: CONFECCIONAR EL NUCLEO. Colocar detrás de cada colmena dadora, en el piso, un cajón nuclero vacío con la piquera tapada si se van a retirar inmediatamente los núcleos o destapada si se van a retirar mas tarde o al día siguiente. Se hace muy poco humo en la piquera y se retira la tapa con suavidad y sin ahumar, se vuelcan las abejas que vienen prendidas con un leve golpe dentro del cajón nuclero, seguidamente con las dos manos se toma de ambos lados los tres cuadros y el alimentador, con movimientos firmes pero suaves, se introduce en un solo acto a los cuatro componentes a la vez en el cajón nuclero, se tapa el cajón nuclero, se retira el alza, la rejilla y se tapa la colmena dadora.
3º PASO: TRASLADO DE LOS NUCLEOS. Si los núcleos van a quedar en el mismo apiario no es necesario tapar los nucleros, simplemente una vez que terminamos de armar los cuarenta núcleos los colocamos apartados de las colmenas dadoras en un sector destinado para estos. Deben estar separados, como mínimo dos a cuatro metros uno del otro, colocados con las piqueras opuestas en sentido norte a sur. Tratar en lo posible de colocar los núcleos en forma desordenada y a distinta altura uno de otro para que cada uno tenga una referencia sobre su ubicación bien definida para las abejas y por sobre todo para la futura reina. Una vez que se le asigno una ubicación a cada núcleo ya no debemos moverlo de lugar.
Si los núcleos se van a ubicar en otro apiario esperamos a que anochezca y lo trasladamos. Si se hicieron por la mañana dejarlos transitoriamente a unos metros de las colmenas dadoras con las piqueras abiertas para que las pocas abejas pecoreadoras que pasaron vuelvan a la colmena de origen y queden solo las nodrizas. Si prefiere, puede dejar siempre de un día para otro el traslado de los núcleos pero por una cuestión económica es preferible hacer todos los pasos en el mismo día.
4º PASO: INJERTO DE LA CELDA. Pasada las seis horas de confeccionado el núcleo las abejas nodrizas ya se sienten huérfanas y comienzan a formar las futuras celdas reales para hacer una nueva reina. Para asegurar y evitar que las abejas destruyan las celdas reales conviene esperar 24 hs y luego injertar la celda con la reina por nacer. Algunos aconsejan destruir las celditas formadas por las nodrizas para evitar de que rechacen a la celda injertada dando prioridad a las propias. Nosotros nunca tuvimos ese problema ni en los casos en que se injertó a las seis horas. Es muy probable que el rechazo se deba a la mala calidad de la celda que se coloca y que no resulta atractiva para las nodrizas -celdas muertas, inmaduras, débiles, etc.-. Para injertar la celda se retira un cuadro con crías del futuro núcleo. Si la celda es artificial; se presiona la parte plástica de la celda sobre la cría del panal, -preferentemente en el centro del mismo- con la punta de cera hacia abajo. Si la celda es natural se debe practicar un hueco en el panal del tamaño del trozo de panal que porta la celda y se lo enchufa en el mismo con la punta de la celda hacia abajo. También se la puede colocar colgada de un alambre acerado entre dos cuadros del centro.
Si se dispone de celdas para hacer un repaso se revisa a los 2(dos) días con mucho cuidado para ver si nació la reina de la celda que pusimos. Si nació se va a observar a la celda perforada en la punta, queda como una tapita que a veces se desprende y cae y otras veces se la ve prendida de la celda. Las celditas propias ya no están, al aceptar a la nueva reina destruyen las celdas propias. Si está cerrada la celda o si el hueco se encuentra en la base de la celda significa que las abejas rechazaron el injerto y se van a notar a las celdas propias mas crecidas. En estos casos se vuelve a colocar otra celda.
Este repaso a los dos días se puede hacer si confeccionamos los núcleos solamente con abejas nodrizas, ya que las pecoreadoras al ser mas agresivas pueden asfixiar (embolar) a la nueva reina cuando revisamos el núcleo. (Las reinas jóvenes son muy nerviosas, son las primeras en reaccionar al humo, Este estado de nerviosismo puede ser interpretado como una agresión por las obreras que reaccionan matando a la reina por asfixia).
A los 15 días debería haber huevos y las primeras crías, esta revisión se debe hacer con mucho cuidado usando poco humo y moviendo los cuadros con mucha suavidad para evitar poner nerviosa a la nueva reina y por tal motivo que las abejas la asfixien.. Si no tiene cría y habíamos constatado de que nació y ya no disponía de celditas, seguramente que no tiene reina o que la reina que tiene es estéril. Se puede intentar un nuevo injerto pero para eso hay que matar la reina estéril y agregar cuadros con cría abierta a fin de frenar el desarrollo de los ovarios de las obreras. Lo mejor es que juntemos al núcleo fallido con otra colmena y empecemos de nuevo. Si dejamos pasar más tiempo, la reina estéril o una abeja obrera desarrollará los órganos reproductivos y comenzará a poner huevitos de zánganos ya que no se fecundó (colmena zanganera).
¿CUÁNDO PASARLO A CÁMARA?Hemos partido de un núcleo formado por dos cuadros con cría, uno de miel y si se quiere; un alimentador.
A los 14 días de haber nacido la reina ya debe encontrarse en plena postura de huevos. A los 21 días comenzarán a nacer las primeras abejas nodrizas que se incrementaran con el pasar de los días. Es decir, que las primeras nodrizas comenzarán a nacer a los 45 días de haber hecho el núcleo. A partir de este momento comienza el crecimiento real del nuevo núcleo que ya tendrá vida propia.
Para confeccionar los núcleos utilizamos cría abierta, que seguramente tardará unos 15 días promedio en nacer, momento en que se inicia la postura de la nueva reina. Hasta aquí la población se incrementará porque al paquete de abejas nodrizas que incorporamos al núcleo hay que sumarle las abejas que nacerán de los panales con cría que colocamos para confeccionar el núcleo. A partir de este momento y por 21 días, hasta que nazcan las primeras obreras; la población sufrirá un leve descenso. A partir de los nuevos nacimientos la población volverá a crecer.
A partir del momento que se inicie la postura de la nueva reina se irán ocupando los panales con la cría nueva y muy pronto habrá que poner un cuadro más a fin de no detener la postura. Pronto parecerá que el núcleo ya está lleno de abejas y de crías y que ya es momento de hacer el paso a cámara. En realidad, como indicamos en los párrafos anteriores, esta gran población se debe a que han nacido todas las crías de los cuadros que colocamos en el núcleo, pero todavía no hay un crecimiento que sea el producto de la postura de la nueva reina. Recién después de los 60 días de iniciado el núcleo se lo pasará a la cámara, si es que se nota una gran población y por lo menos tres cuadros con cría.
Un amigo apicultor me comentó que sus núcleos tenían tan buen desarrollo, que a las tres semanas ya tuvo que pasarlos a cámara porque tenían 4 cuadros con cría y tantas abejas; que no entraban todas en el núcleo. Es probable que un núcleo armado con tres cuadros de cría y uno de miel, al poco tiempo tenga tantas abejas que no entren todas en el núcleo ya que de cada cuadro pueden nacer hasta 5.000 abejas. También es posible que una buena reina complete en dos semanas de postura, los cuatro cuadros con cría. Y así, a las tres semanas, mejor a las cuatro; se encuentre en el estado en que describió mi amigo. Esto no significa que el núcleo esté en condiciones de pasar a cámara ya que este crecimiento no es producto de la postura de la nueva reina, es a consecuencia de poner muchas nodrizas en el nuclero y tres cuadros con cría que pueden alcanzar a una población de 15.000 a 20.000 abejas, que para un núcleo es mucho. Después de este violento crecimiento comienza una etapa en que se pierde población por muerte de las abejas que colocamos en el nuclero y todavía no hay reposición por nuevos nacimientos. Solamente después de los 45 días y una vez afianzada la postura, recién comienza el crecimiento genuino.
Para pasar el núcleo, primero lo desplazamos un poco al costado y en su lugar colocamos el cajón definitivo. Retiramos la tapa del núcleo y comenzamos a pasar primero el cuadro de uno de los costados y lo colocamos junto a la pared del cajón en la misma posición en que estaba, a continuación colocamos los demás cuadros en la posición en que estaban y luego un cuadro con cera estampada, para cerrar un separador o simplemente un alimentador. Algunos colocan un poncho para proteger al nido del frío. Una vez que las abejas labraron los 5 cuadros y se nota que está saturado de abejas es el momento de agregar otro cuadro con cera estampada, esta vez colocaremos el cuadro nuevo en el penúltimo lugar, en cualquiera de los dos sentidos. Seguiremos a medida que avanza colocando cuadros en el penúltimo lugar, pero si avanza demasiado rápido; colocaremos además un cuadro vacío en el lado opuesto, contra la pared del cajón, o del alimentador.
Una vez que completamos de colocar todos los cuadros de la cámara, colocaremos la media alza con 5 cuadros labrados y 4 de cera estampada, intercalados con los labrados, de manera que siempre quede en los extremos, contra las paredes de la media alza, un cuadro labrado. Esto es para obligar a la colonia a labrar los cuadros de cera estampada. Si colocáramos todos los cuadros con cera estampada es probable que las abejas no los labren a menos que se tenga mucho ingreso de néctar.
Una vez que la colonia ocupó el alza y media ya tenemos completa la cámara de cría de nuestra colmena. A partir de ahora colocaremos más medias alzas para producir miel y siempre 5 cuadros labrados y cuatro sin labrar.

Producción de Miel

Producción de Miel: Factores primarios que afectan la producción de Miel en la Colonia de Abejas


Por: Daniel G. Pesante, Ph.D. Catedrático y Especialista Apícola
Introducción La meta principal de todo apicultor, sea este uno comercial o de pasatiempo, es lograr que la colonia de abejas melíferas (Apis mellifera spp.) desarrolle una población adecuada de pecoreadoras: (1) que amase la cantidad mayor de néctar posible y la almacene como miel, y (2) que sea una polinizadora efectiva. Para que esto sea realisable el apicultor debe visualizar claramente y manejar efectivamente los factores más importantes que afectan la producción de miel de la colonia de abejas. Se considerarán los factores que estén bajo el control del apicultor. Podemos enumerar, en orden de importancia: (1) La calidad del panal, (2) La edad de la reina, y (3) La calidad genética de la reina.
Calidad del panal
La calidad del panal está contemplada como una parte clave del manejo de la colmena, es de vital importancia para que la colonia pueda contar con los elementos físicos necesarios para desarrollar una buena población de obreras.
Sólo mediante una población numerosa de pecoreadoras será posible hacer recolecciones de néctar que sean atractivas. El apicultor debe visualizar que él es un productor de abejas y no uno de miel. Las colonias podrán almacenar, en forma consistente, una cosecha de miel lucrativa, sólo si se logra que; (1) la colonia desarrolle una población numerosa de obreras, (2) con la edad correcta, y (3) que esto se lleve a cabo en sincronía con el flujo de néctar. La única manera de lograr este aumento en población es si los panales de la
cámara de cría cuentan con la cantidad necesaria de celdas de obrera para recibir la postura de la reina. Mientras menor sea el número de celdas de obrera por unidad de área de panal, menor será la población de obreras producida por unidad de tiempo. Es por esto que se recomienda que se reemplacen los cuadros cuyos panales tengan más de un 10 a un 20 por ciento de sus celdas distorsionadas, zanganeras, o que sean espacios vacíos.
Interactuando con lo antes mencionado, debemos tener en mente que la relación población de la colonia a producción de miel, no es una lineal, sino una exponencial. A mayor cantidad de abejas en la colonia, mayor la cantidad, pero sobre todo, la proporción de miel producida por colonia. Esto es así ya que cada colonia requiere de un número determinado de abejas que guarde relación con los procesos básicos de la colonia como lo son: la alimentación de las larvas y adultos, construcción de los panales, limpieza de los panales, ventilación, almacenamiento de agua, néctar y polen, mantenimiento de la temperatura y otros procesos asociados a la estructura social de la colonia. Todas las abejas que se producen sobre esta cantidad básica estarán disponibles para salir al campo a pecorear. Mientras mayor sea esta cantidad de abejas mayor podrá ser la cosecha de miel.
La importancia de contar con un número adecuado de celdas de obrera por panal se puede palpar mediante un sencillo ejercicio numérico. Un cuadro Langstroth estándar de la cámara de cría, con su panal correctamente construido, cuenta con aproximadamente unas 5,000 celdas de obrera (total de ambas caras). En promedio, los primeros 5 cm o el 25 por ciento de la superficie del panal usualmente está destinado al almacenaje de miel o de polen, por lo que el área de postura de la reina es en realidad de unas 3,750 celdas. Esta disminución en el área de postura potencial es algo normal con lo que todo apicultor tiene que contar. No obstante, el número de celdas de obreras disponibles se convierte en un factor limitante para el desarrollo de la colonia, si el resto del panal tiene celdas zanganeras, celdas distorsionadas, huecos en el panal o sencillamente el apicultor no pudo proveer las condiciones propicias para la construcción del panal y las abejas, por ejemplo, dejaron espacios vacíos entre la cera estampada y el cuadro. Esta última serie de condiciones es muy común y con frecuencia la suma de todas estas áreas sin celdas de obreras llega a
sobrepasar un 40 por ciento del espacio disponible restante. Esto quiere decir que la reina cuenta con sólo unas 2,250 celdas por panal para la postura de huevos de obrera. Aún cuando todos los otros factores sean óptimos, el número total de celdas disponibles es de 18,000, cantidad muy por debajo de lo requerido para poder producir una población adecuada para generar una cosecha significativa de miel. Estos cálculos están basados en el manejo de una sola cámara de cría con 10 cuadros cuyos cuadros uno y diez estén llenos de miel, según lo requerido en el manejo apícola tropical moderno. Los apicultores que utilizan sólo nueve cuadros en la cámara de cría, están disminuyendo aún más el número disponible de celdas de obrera, en este caso un 12.5 por ciento más, lo que disminuye el número disponible de celdas de obrera a 15,750.
Acabamos de establecer la importancia de la calidad del panal y de la cantidad de celdas de obreras disponibles para que la reina realice su postura. Veamos ahora cómo se relaciona el componente físico del panal con el biológico. Si la reina tiene una postura promedio de 1,000 huevos diarios, requerirá de un mínimo de 21,000 celdas de obrera, para satisfacer su capacidad de postura mínima promedio. Esto es así ya que desde que se pone el huevo hasta que nace la obrera y se desocupa esa celda pasan 21 días. Si la reina tiene una postura promedio de 1,500 huevos diarios, requerirá de un mínimo de 31,500 celdas de
obrera disponibles. Basándonos en estos cómputos, que incorporan condiciones representativas de lo que se observa en el apiario, podemos apreciar que en la mayoría de los casos el mismo apicultor está limitando la capacidad de cosecha de miel de la colonia. De aquí que observemos que con frecuencia, la producción
por colmena por año sea menor a los 20 litros (5 galones). No obstante, el punto positivo de este dato es que la calidad del panal: (1) es un factor directamente bajo el control del apicultor, y (2) que mejorando la calidad del panal podemos aumentar la producción de miel de un 40-60 por ciento.
Edad de la reina
El segundo factor en importancia en la producción de miel de abejas de una colonia es la edad de la reina. La función principal de la reina, desde el punto de vista del apicultor, es la de poner huevos de obrera. En realidad la reina es una máquina de poner huevos, a razón de entre 800 y 1,600 huevos diarios. Esto equivale a poner entre 0.5 y 1 huevo cada minuto. El apicultor debe velar que la colonia cuente con una reina que tenga una capacidad postura de huevos que vaya a la par con los objetivos de producción. De nada vale tener una reina que tenga una "alta" calidad genética en producción de miel (produzca pecoreadoras de gran capacidad recolectora de néctar), si ésta está muy vieja y ya no puede desarrollar la población requerida de pecoreadoras para lograr esa cosecha (o el apicultor mantiene panales de calidad pobre).
Si bien es cierto que el largo de vida biológico de una reina puede ser mayor de tres años; el largo de vida útil para el apicultor es mucho menor. Mientras más joven sea la reina, mayor será la cantidad de huevos que pone por unidad de tiempo. Reinas menores de un año consistentemente tienen las posturas de huevos más elevadas. Mientras mayor sea la postura de huevos de obrera, mayor será la población de pecoreadoras y, por consiguiente, la cosecha de miel. De aquí que se recomiende que se reemplace la reina de cada colmena por lo menos una vez cada año. Esto se debe llevar a cabo para el mes de diciembre en los llanos costeros y para enero en la zona de montaña. En los trópicos, la reina lleva a cabo su postura durante todo el ciclo anual, por lo que es posible que su postura promedio decline mucho antes del año, lo que afectaría negativamente la producción de obreras y la de miel, para la segunda cosecha del año. En sistemas templados la reina puede "descansar" sus ovarios durante parte del otoño, durante el invierno y en algunas áreas geográficas, durante parte de la primavera, ya que las temperaturas bajas, menores de 57° Fahrenheit inician el comportamiento de agrupación en el nido de cría y la reina disminuye e inclusive llega a suspender su postura de huevos.
Acoplado a este concepto está el hecho de que estas temperaturas bajas afectan adversamente el desarrollo de la cría.
El peso de una reina varía mucho dependiendo de si es virgen o está fecunda, y de su condición fisiológica para esa época del año. Una vez fecunda, el peso depende de su razón de postura diaria lo que está directamente relacionado con la entrada de alimentos a la colonia. Una reina fecunda y en la época de alta
postura llega a pesar en promedio unos 275 miligramos. Teniendo una razón de postura de 1,600 huevos por día, ésta llega a poner más de su propio peso diario en huevos (cada huevo pesa entre 150-180 microgramos). Esta razón de postura representa una carga fisiológica monumental. De aquí que postulemos que en el trópico la reina se "agota" más rápido.
De poder verificar, mediante experimentación científica, el efecto del ambiente tropical sobre la postura de la reina y su relación a la producción de miel, puede que sea rentable el reemplazar las reinas en diciembre-enero, y también en junio-julio de cada año; ya que esto podría representar un aumento en la producción de miel por colmena lo suficientemente lucrativo como para compensar el costo de esta nueva práctica.
Sustentando más el punto anterior, mientras más joven sea la reina, mayor será su producción de substancia reina o ácido oxodecenoico. Esta feromona, entre otros efectos, tiene la capacidad de estructurar los vuelos de pecoreo, haciendo éstos más numerosos y frecuentes. Esto es un factor que apoya un aumento en la
producción de miel ya que aumenta la capacidad recolectora de néctar de la colmena en comparación con colonias que cuentan con la misma población (el mismo número de abejas).
Consideremos otro efecto bien importante de la edad de la reina. Es frecuente observar una variación marcada en la producción de miel de las colmenas de un mismo apiario. En la mayoría de los casos el apicultor indica que las colonias son poco productoras, implicando que la calidad genética de la reina es pobre.
La verdad es que en la gran mayoría de los casos el factor operante es que cada colonia está encabezada por una reina de edad distinta, como resultado, las reinas tienen desarrollos fisiológicos diferentes, lo que a su vez resulta en razones de postura diferentes. Las razones de postura diferentes llevan a que cada colonia tenga una población con un tamaño diferente y con una estructura de edades diferente, aumentando la variación en producción entre las colmenas de un apiario. Aumentos de un 25 por ciento en la producción promedio anual de un apiario pueden ser observados al reemplazar anualmente todas las reinas para la
misma época (diciembre-enero). Recuerde, la edad de la reina tiene efectos directos e indirectos de gran importancia sobre la producción de obreras y la producción de miel de la colonia. Mantenga reinas jóvenes encabezando sus colonias y producirá más miel.
Calidad genética de la reina
El tercer factor en importancia para la producción de miel de abejas, bajo control del apicultor, es la calidad genética de la reina. He dejado este factor para última consideración ya que los factores de calidad del panal y la edad de la reina definitivamente toman precedencia sobre la calidad genética de la reina.
Hace 400 años que los colonizadores trajeron abejas melíferas al Nuevo Mundo, desde entonces tanto la naturaleza como el apicultor han seleccionando las abejas para aumentar la producción de miel por colonia en este ambiente tropical. Se han concentrado en este factor ya que éste es el factor más importante: (1) para la sobrevivencia de la colonia, (2) para el apicultor y (3) es el más fácil de cuantificar. Más significativo aún, debemos incluir los miles de años, previo a la importación al Nuevo Mundo, que el ser humano ha
venido manejando las abejas en África y posteriormente en Asia y en Europa.
Como consecuencia de tantos años de selección directa e indirecta, hacia un aumento en la producción de miel, el margen de aumento en producción de miel que está controlado genéticamente es relativamente limitado. La calidad de los panales y la edad de la reina son factores que tienen más impacto sobre la
producción de miel que el que la colmena tenga una reina de supuesto "alto linaje". En la mayoría de los casos el linaje, en base a productividad de miel, es utilizado como una forma de propaganda para atraer al consumidor y aumentar la venta de reinas. Pero la realidad es que es un factor de menor importancia.
Yendo fuera de Puerto Rico a buscar esta supuesta abeja reina más productora, el apicultor se mueve y frecuentemente adquiere, en forma ilegal, reinas del exterior. Esto históricamente ha traído una serie de inconvenientes que a corto y a largo plazo siempre ha terminado perjudicando al mismo apicultor y a la
industria apícola del país. Por un lado, la mayor parte de las reinas adquiridas en el exterior son de áreas ecológicas no compatibles con la nuestra, por lo que los patrones de postura de las reinas no están de acuerdo con nuestras floraciones.
En Puerto Rico, la colmena de abejas se desarrolla en una forma óptima si reemplazamos su reina a mediados de diciembre-enero de cada año (necesitamos proveer alimentación estimulante durante esta época de no producción de néctar). De esta forma la colonia va a tener tiempo de desarrollarse y de producir una población de abejas obreras que pueda hacer una buena cosecha de néctar. A una
colonia de abejas le toma, por lo menos, de dos a tres ciclos de cría desarrollarse, para poder aprovechar en forma óptima el flujo de néctar de primavera. Cada ciclo de cría de obrera es de 21 días y el flujo de néctar, por lo general, dá inicio a mediados de febrero en el llano seco y a mediados de marzo en la zona de altura, más o menos dos semanas. Para esta época, la mayoría de los apiarios comerciales de producción de reinas del extranjero están en pleno invierno y no pueden producir reinas para Puerto Rico. Las reinas que usted compra durante ese momento son reinas que han estado almacenadas en colonias banco desde el verano u otoño anterior. Estas reinas tienen de cuatro a seis meses en almacén, estando enjauladas sin poner huevos durante todo este período, lo que afecta adversamente la condición de los ovarios. Más aún, las reinas que permanecen enjauladas por más de 30 días tienden a recibir daños mecánicos en los tarsos, lo que afecta su habilidad de poner huevos.
Como si lo anterior fuera poco, la posibilidad de introducir enfermedades y plagas es una realidad que lamentablemente ya hemos vivido con mucho dolor con la introducción de la enfermedad bacteriana Loque Americana en el 1982; y el parásito externo Varroa jacobsoni en el 1989. Ambas introducciones fueron hechas por apicultores que supuestamente buscaban traer reinas para "mejorar la sangre local" y terminaron siendo acontecimientos altamente destructivos (sobre todo Varroa), no sólo para ese apicultor, sino para toda la industria apícola.
Dicho sea de paso, otros países todavía cuentan con parásitos y enfermedades que son más dañinos que el mismo Varroa, como lo son los ácaros Tropilaelaps clareae, Euvarroa sinai, el ácaro interno Acarapis woodi, el díptero Senotainia tricuspis, así como hongos, viruses y retroviruses. Es obvio que debemos procurar no darles paso e introducirlos a la Isla.
El Departamento de Agricultura en una acción muy sabia para la industria, prohibe la introducción a la Isla de reinas y/o cualquier otro material vivo o previamente utilizado por abejas melíferas. Sólo solicitando un permiso especial al Secretario de Agricultura se pueden comprar reinas del exterior y únicamente de aquellos productores de reinas que se sabe que históricamente no tienen enfermedades, parásitos y que son de áreas ecológicas compatibles con la nuestra. Aún así mi recomendación es encontra de importar material genético ya que, no es necesario y a la larga siempre se introducirá el o los problemas.
En Puerto Rico contamos con las abejas reinas idóneas para nuestras condiciones ambientales, por lo que recomendamos que el apicultor dé inicio a un programa de manejo que le permita reemplazar las reinas por lo menos una vez al año. Al mismo tiempo, es imperativo que el apicultor incorpore un sistema donde éste lleve un registro de producción. Es imprescindible que el apicultor sepa, sin lugar a dudas, el peso de miel producida por cada colmena, durante cada una de las cosechas del año. Esta información posteriormente será utilizada para identificar las colmenas que realmente tienen producciones de miel de abejas sobre el promedio y de las cuales se deben generar las reinas para cosechas posteriores. La idea es ELIMINAR PAULATINAMENTE del sistema las reinas que realmente tengan producciones por debajo del promedio.
Recuerde, para aumentar la producción de miel de sus colmenas préstele mayor atención a la calidad de los panales y a la edad de la reina. Conjuntamente establezca un programa de selección que le permita, eliminar las reinas que producen bajo el promedio.

Cría Yesificada



Cría Yesificada


La Ascosferosis, conocida en nuestro país como cría yesificada, es una micosis invasiva que afecta exclusivamente a larvas en desarrollo. Es la enfermedad micótica más frecuente de la abeja productora de miel y es producida por el hongo Ascosphaera apis .
Distribución
La cría yesificada se ha convertido en los últimos años, en un problema de gravedad para gran parte del mundo. Actualmente, se halla muy expandida en Europa, América del Norte, Asia y en algunos países de América del Sur, América Central, África y Oceanía.
En nuestro país, el proceso de aparición y expansión de la Ascosferosis en abejas melíferas fue muy similar al de otros países. Hacia fines de 1978 comenzó a observarse en distintos apiarios de la provincia de Buenos Aires y fue considerada como un problema menor hasta 1988, aproximadamente. A partir de ese momento empieza a producirse un aumento constante, alcanzando en la actualidad niveles de infección muy importantes y propagándose a gran número de provincias.
Ciclo  de vida de Ascosphaera Apis 
Ascosphaera apis es un hongo heterotálico y produce elementos de resistencia y dispersión (esporas) que son ingeridos por las larvas con el alimento, de esta manera se ocasiona la infección. Estas esporas germinan en la parte posterior del intestino medio y el micelio formado comienza a crecer, invade los tejidos, atraviesa la cutícula, emerge a la superficie larvaria y recubre casi totalmente el cuerpo larval. Si bien las larvas pueden ingerir esporas durante toda la etapa de alimentación, se ha determinado que el período de mayor susceptibilidad corresponde al tiempo que va desde poco antes o inmediatamente después de la operculación. En principio, las larvas muertas presentan un aspecto algodonoso y luego se desecan y momifican.
La apariencia final de las momias será blanca si el micelio involucrado es de un solo signo sexual y negra si el micelio presenta hifas de distintos sexos, que al copular producen los cuerpos fructíferos responsables de dicha coloración. Las momias pueden ser halladas en el suelo o en la entrada, en la plancha de vuelo o en el piso de la colmena, removidas por obreras limpiadoras. También pueden ser encontradas en los panales, tanto en celdas desoperculadas como operculadas.
Etilogía
Las esporas son hialinas y elipsoidales. Presentan una superficie cérea que les permite adherirse a distintos sustratos. Se pueden encontrar en la miel, en el polen almacenado, en la cera y sobre el cuerpo y en el intestino de abejas adultas, en colmenas sanas y enfermas. Son altamente resistentes y pueden mantenerse viables durante 15 años. Pueden sobrevivir un año en el polen y dos años en la miel. Germinan en una atmósfera rica en dióxido de carbono (12 %), resisten las radiaciones ultravioletas, la temperatura de fusión de la cera y la acción de soluciones formuladas.
La Cría Yesificada presenta algunas características de suma importancia. Una de ellas es la variación en los niveles de infección; un apicultor puede hallar en su apiario colmenas poco afectadas y otras con gran mortalidad en su cría. Las razones para ello residen en la resistencia intrínseca de cada colonia a la enfermedad.
Por otra parte, existe un número importante de reservorios de esporas. Entre ellos cabe mencionar a las mismas abejas adultas, a flores y fuentes de agua, a los distintos productos de la colmena, a los materiales utilizados por el apicultor.
La aparición y evolución de la enfermedad están relacionadas al stress generado por distintas causas; no solo debe producirse la ingestión de esporas por las larvas, sino que es necesario que actúen factores ambientales y de manejo sobre la cría (causas predisponentes). Se ha mencionado un gran número de contingencias capaces de provocar estrés en las colmenas. La cantidad y diversidad de las mismas puede variar de acuerdo a la zona geográfica en la que se desarrolle la actividad apícola. Entre las más conocidas se pueden citar:
Enfriamiento de la cría: Es el factor de mayor relevancia. No es necesaria una larga exposición a bajas temperaturas para que se desencadene la enfermedad.
Desequilibrios nodrizas/cría: Cuando la población de abejas nodrizas no es la adecuada, la temperatura del nido de cría no alcanza a mantenerse en forma normal.
Elevada humedad y pobre ventilación.
Deficiencias en la alimentación: Causadas por un escaso aporte de polen.
Manejo inadecuado y excesivo.
Padecimiento de otras enfermedades e infestaciones provocadas por Varroa jacobsoni.
Diseminación,
La dispersión de la enfermedad a través de las esporas se da de distintas maneras:
Entre colmenas sanas y enfermas:
Al producirse pillaje sobre colonias muy afectadas por el hongo, las abejas que ingresan a las mismas vuelven a sus colmenas con una carga de esporas adheridas a su cuerpo.
Las abejas de colonias enfermas que pierden el rumbo e ingresan a colmenas que no son las suyas.
Parásitos como Varroa jacobsoni son vectores de importancia de la enfermedad.
Por pecoreo de abejas de colmenas sanas a fuentes florales ya visitadas por abejas de colmenas enfermas.
El propio apicultor, por medio de un manejo inadecuado, interviene en la diseminación de esporas de Ascosphaera apis.
Dentro de una misma colmena:
Por trofalaxia (transferencia de alimento de una abeja adulta a otra)
Por heces y restos de muda de larvas enfermas que quedan en el interior de las celdillas.
Diagnóstico
Clínico: En el campo, esta micosis es de muy fácil diagnóstico. Las colmenas afectadas presentan momias en distintos lugares de la colmena (piso y cuadros), como así también en las proximidades de la piquera.
Laboratorio: Se realiza un análisis microscópico del hongo para determinar la especie involucrada en la aparición de la enfermedad.
Control
En la actualidad, los trabajos realizados para lograr el control de la Ascosferosis se han encaminado en tres direcciones:
Búsqueda de agentes químicos
Prácticas de manejo
Genética de abejas
Agentes Químicos
No existe un agente eficaz para el control de la cría yesificada.
Un antifúngico ideal debe ser inocuo para abejas adultas y cría, no dejar residuos en los productos apícolas, ser persistente y fácil de emplear. Estas características, en general, no se cumplen en su conjunto.
Es necesario remarcar la importancia de no utilizar agentes químicos en forma indiscriminada y sin conocimiento, no solo ante la perspectiva de que sean tóxicos para las abejas o que dejen residuos en miel, sino también ante la posibilidad de la aparición de cepas resistentes de Ascosphaera apis. 
Prácticas de Manejo
Las prácticas de manejo recomendadas están dirigidas a reducir el estrés (prevención de factores predisponentes) y la masa infectante (disminución de la carga de esporas).
Es importante evitar la apertura de colmenas en días fríos, el desplazamiento de cuadros de cría a lugares de la colonia donde los cuidados y la temperatura no sean suficientes, la alimentación con jarabe en momentos inadecuados; mantener colmenas con adecuada población. Se debe limitar el uso de trampas de polen y proveer de una buena ventilación a las colmenas.
La instauración de un brote produce la acumulación de esporas en el interior de la colmena, por lo que se hace necesario, junto a la prevención de factores predisponentes, eliminar el mayor número de formas infectantes retirando los cuadros viejos y evitar intercambiar material entre colmenas sanas y enfermas. Se debe tener presente la posibilidad de cambio de reina en aquellas colonias en las que reaparece la enfermedad. Las colmenas muy afectadas deben ser aisladas o eliminadas, en caso de ser necesario, quemando cuadros y flameando cajones. 
Genética de Abejas
La variación en la susceptibilidad de las colonias a la cría yesificada explica la situación en la que un mismo apiario presenta colmenas altamente infectadas y otras apenas afectadas. Esto nos permitiría seleccionar abejas resistentes a esta micosis.
El desarrollo de líneas de abejas con buen comportamiento higiénico y resistentes a enfermedades de la cría, es una buena posibilidad de control para esta y otras patogenias.
Fuente: Ministerio de Agric, Gand y Pesca de la Rep Argentna.

ESPECIAL LOQUE AMERICANA


ESPECIAL LOQUE AMERICANA

Por M. del Hoyo*, E. Bedascarrasbure°, A. Palacio', M. Basualdo* y E. Figini*
* Facultad de Ciencias Veterinarias (UNCPBA), ° INTA, ' Facultad de Ciencias Agrarias (UNMDP). / Miembros del PROAPIDIEZ AÑOS CON LOQUE AMERICANA EN ARGENTINALa loque americana o familiarmente "la loque" como la conocen los apicultores, comenzó a producir perdidas y problemas en Argentina en 1989, A partir de ese momento la apicultura de este país, ya no fue igual. Durante los primeros años, se suscitaron una innumerable cantidad de problemas, básicamente relacionados con el hecho de esconder el problema para no ser acusados de malos apicultores o portadores de una peste contagiosa, que complicaba el comercio, básicamente de abejas.
Durante este período, denominado por muchos técnicos como la etapa "muda", se sucedieron barreras sanitarias, peleas de apicultores, poca información y mucho miedo a contraer la infección. Debido a que nadie denunciaba la enfermedad no se tienen cifras exactas de la cantidad de colmenas muertas o enfermas durante ese tiempo pero algunos técnicos han reconocido que durante esta etapa la incidencia superaba el 15% lo cual involucraba mas de 200.000 colmenas afectadas.
Primeras accionesLa situación no varió mucho hasta 1993, donde comenzó la etapa de "reconocimiento". Algunos apicultores, desesperados por el avance de la enfermedad comenzaron a solicitar al INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y a las Universidades mayor información, se comenzaron a dictar charlas en todos los puntos del país y fue el motivo de conversación de cuanta reunión apícola se realizó en este período. También durante esta etapa comenzaron a elaborarse estrategias de manejo que aun hoy se utilizan con éxito en Argentina, y así se incorporaron al vocabulario de los apicultores nuevas palabras antes desconocidas: cepillado, paquete sanitario, quemado, incinerado, desinfección, parafinador, autoclave, cera esterilizada, etc. cosas tan comunes hoy en día que parece mentira que 7 u 8 años atrás no existieran.
En 1994 se realizó un Taller Internacional que reunió a especialistas internacionales y nacionales, para elaborar una estrategia combinada en todo el país. De este modo y ayudados por una coyuntura de precios altos en los años subsiguientes se comenzó a desarrollar el programa de "Control de Loque Americana". Pocos apicultores quedaron en el país que no conocían este flagelo y ante el mínimo caso se tomaban medidas por parte de ellos. Se quemaron miles de colmenas, se cepillaron cientos de miles, se paquetearon y se puede decir también que de algún modo todo el material que vuelve del campo por cualquier motivo (muertas de hambre, huérfanas o enfermas por cualquier causa), se desinfecta conscientemente antes de volver a utilizarlo.
Comenzamos a vivir una etapa de "maduración" que lleva implícito los vaivenes lógicos de las enfermedades contagiosas. Así la enfermedad pasa por momentos de un control casi total a focos peligrosos en distintas regiones, siempre relacionados con un singular número de problemas.
La concienciación del productor sobre la seriedad del problema llevó a una transformación de la industria apícola, la cual a su vez, generó tecnología tendente a reducir el número de esporas y consecuentemente la incidencia de la enfermedad. Hoy, existen varias plantas de cera estampada que eliminan los esporas de la cera, y empresas que fabrican parafinadores.
Las Cooperativas y Asociaciones de Apicultores, por su parte, utilizan extractores comunitarios adaptados para su desinfección entre una extracción y la siguiente. Los camiones que recogen borra o cuadros viejos tienen cubiertas protectoras que no permiten el pillaje.
Con muchísimo esfuerzo y a un costo enorme de mano de obra y material, se ha logrado mermar la difusión de la loque.
Ganamos experienciaHoy podemos decir que Argentina es de los países que más saben de esta enfermedad, tiene un equipo de jóvenes profesionales con amplia experiencia de campo y los apicultores manejan relativamente bien los tiempos epidemiológicos para el control. Poca es la información que Argentina ofrece al mundo, particularmente porque los problemas cotidianos dejan poco tiempo para escribir, mas de dos millones de colmenas, ofrecen un abanico de circunstancias que parecen no acabar.
Pero sin lugar a dudas los técnicos argentinos están en condiciones de mantener controlada esta enfermedad, solo necesitan apoyo gubernamental y trabajo. Cualquier técnico puede reconocer una situación de riesgo, los factores predisponentes, y detectar un foco nuevo de loque americana mucho tiempo antes de que éste se produzca, lo que hace que en la mayoría de los casos sean controlados o corregidos a tiempo. Igualmente y por problemas que veremos mas adelante, siempre aparecen nuevos y peligrosos brotes de esta enfermedad, tan difícil de controlar.
Qué hacen los apicultoresEl apicultor habitualmente utiliza todas las herramientas con las que cuenta; de este modo mezcla la quimioterapia, con las medidas de manejo, sabiendo de ante mano que con las primeras solo pone un freno temporal al problema y con las segundas empieza a realizar cirugía.
En términos generales cuando un apicultor encuentra colmenas enfermas en su colmenar, las retira, dependiendo del grado de infección. A las colmenas que quedan en el apiario suele curarlas con un antibiótico, no siendo ésta una practica generalizada; las colmenas enfermas se cepillan o paquetean y el material se desinfecta generalmente con parafina caliente (ver recuadros).
Una vez recicladas, las colmenas vuelven al apiario seguramente el próximo año. En otros casos, cuando las colmenas son pocas, son directamente quemadas.
Qué hace el gobierno
El gobierno a través de sus proyectos apícolas ha implementado estos últimos años varias medidas, desde las "apidemostraciones" (jornadas de campo donde se enseñan todas las prácticas de control, directamente en las colmenas), que recorrieron el país enseñando a los apicultores a cepillar, paquetear, desinfectar, y a conocer la enfermedad, hasta las charlas técnicas que podemos contar por cientos en un país tan grande como diverso.
Desde el proyecto donde pertenecemos la mayoría de los técnicos, el PROAPI o Proyecto Integrado de Desarrollo Apícola, que involucra al INTA, las Universidades de Mar del Plata, del Centro y de Córdoba y algunos gobiernos provinciales, se organizaron las "apidemostraciones" y varios cursos para "promotores apícolas" (profesionales jóvenes que se insertan en el medio apícola). Estos cursos permiten multiplicar, a través de ellos, los nuevos conocimientos e intercambiar con promotores mas experimentados las nuevas visiones del avance de ésta y otras enfermedades.
Por otro lado un Programa de Mejoramiento Genético de Abejas, (iniciado en 1992) básicamente enfocado a la resistencia a enfermedades de la cría, comienza a dar sus primeros resultados concretos en cuanto al control de esta enfermedad. Actualmente se comercializan en Argentina mas de 20.000 reinas con la característica de alto comportamiento higiénico, y se prevé cuadriplicar esta cifra en los próximos dos años. Esto podría aumentar la frecuencia de genes higiénicos a nivel del país durante la próxima década.
A su vez varios gobiernos provinciales han implementado medidas políticas y sanitarias para controlar la enfermedad.
La situación actualEl avance de la varroasis (cada vez más difícil de controlar) y la baja de los precios internacionales de la miel, han hecho que los apicultores en determinadas regiones pierdan un poco el control, lo que sumado a una menor presión del gobierno, ha desencadenado en la aparición de algunos focos esporádicos, sobre todo en regiones donde la sequía, la superpoblación de colmenas y la varroasis han hecho estragos en las colmenas. Estas situaciones de estrés y la menor atención (cantidad de visitas a los colmenares) son factores desencadenantes en la aparición de esta enfermedad.
Si bien estamos lejos de aquellos grandes focos de la etapa muda y de reconocimiento, es una luz de alerta para que los apicultores no bajen los brazos.
Asimismo, la incidencia dentro de los apicultores profesionales es muy baja, no superando en los peores
casos el 2% y en términos generales no supera el 3% del total de las colmenas de una región.
Con mucho trabajo y un programa concreto, Argentina ha superado un problema complejo.CÓMO DARSE CUENTA DE UN POSIBLE FOCOVarios son los aspectos que un buen técnico observa, para poder establecer de antemano que algún problema asociado a bacterias esta apareciendo en los colmenares.
Factores en el colmenar
• Mayor recambio de reinas de lo normal.
• Colmenas desparejas (núcleos, cámaras y colmenas con tres o más alzas dentro de los colmenares).
• Gran cantidad de colmenas huérfanas.
• Poca producción de miel, de núcleos o de abejas.
• Gran disparidad en el desarrollo de la población de las colmenas de un apiario.
• Algunas colmenas muertas con cría y sin abejas.
Factores dentro de la colmenas• Desorden de la cámara de cría.
• Poca población.
• Panales engrasados y malolientes.
• Cría salteada.
• Opérculos hundidos y engrasados.
• Opérculos perforados.
• Larvas con consistencia de chicle.
• El color de algunas larvas cambia de blanco a marrón claro y marrón oscuro.
• Escamas adheridas a la pared inferior de la celda.
• Larva pupal hacia el centro de la celda.
Uno o varios de estos signos son suficientes para comenzar a tener sospechas de presencia de loque americana en las colmenas.
FACTORES PREDISPONENTES• Colmenas enfermas, principalmente atacados por Varroa.
• Hambre.
• Alimentación con miel (practica ya casi no usada en Argentina).
• Colmenas abandonadas.
• Poca revisión de las colmenas.
• Poco recambio de panales en la cámara de cría.
• Deficiente desinfección del material.
• Pillaje.
• Pillaje en salas de extracción.
• Colmenares en zonas muy pobladas de colmenas.
PROCEDIMIENTO DEL CEPILLADO
Dicho procedimiento consiste en:
1) Apartar la colmena de su lugar y colocar un nuclero vacío o una cámara con tres panales de cera estampada y un alimentador con jarabe.
2) Sacudir los cuadros de abejas fuera o dentro de la cámara con alimentador, cuidando colocar la reina dentro de la cámara entre los panales de cera estampada.
3) Los marcos de la colmena con cría deben ser incinerados indefectiblemente y la cámara desinfectada. Los cuadros con cera podrán fundirse y utilizarse para estampado. La miel se podrá extraer sin problemas para ser utilizarla para consumo humano, pero "nunca deberá alimentar a las abejas con esa miel".
4) El núcleo cámara, en el que se han sacudido las abejas, se dejará en el mismo lugar.
5) En el momento que las abejas hayan labrado y contenga las primeras larvas de obreras, se debe añadir en el alimentador jarabe con antibiótico.
Después de que las abejas hayan labrado los primeros tres marcos podrán añadir marcos de cera obrada, ya que las abejas habrán utilizado toda la miel contaminada en el proceso de labrado de cera.
El parafinado del material se está extendiendo cada vez más entre los apicultores; en las fotos, una vista general del parafinador dHT utilizado para la desinfección con parafinas (izquierda); ubicación del material dentro del canasto del dHT e introducción del canasto en el parafinador
DESINFECCIÓN• Los ensayos realizados en Argentina, han dado buenos resultados utilizando parafina a 160º C, o aceite de lino a la misma temperatura durante 10 minutos. El aceite de lino pierde temperatura en cada uno de las sucesivos recalentamientos, por lo cual para obtener buenos resultados, el material debe permanecer cada vez mas tiempo sumergido, llegando a 20 minutos a una temperatura de 120º C. Por estas razones, la mayor parte de los apicultores utilizan parafina. En el país existen centenares de parafinadores, comúnmente llamados "dHT".
• La mejor parafina que se puede utilizar es aquella que tiene un grado de fusión de 60º C.
• Es importante recalcar que temperaturas inferiores a 135º C, no ofrecen resultados satisfactorios de desinfección y aumentan ampliamente el consumo de parafina o aceites.
• Debido al costo de la parafina y del aparato, la utilización del mismo solo se justifica para grandes productores, cooperativas o grupo de apicultores.
• Se utiliza también la desinfección con autoclave, algunas empresas ofrecen el servicio de desinfección a apicultores en grandes autoclaves industriales. Tiene la ventaja de poder desinfectar grandes cantidades de colmenas en poco tiempo.
• Los apicultores con poca incidencia de loque americana utilizan el fuego como una herramienta para la desinfección

AMEBOSIS Y TRIPANOSOMIOSIS


 AMEBOSIS Y TRIPANOSOMIOSIS

Por F. J. OrantesMalpighamoeba Mellificae es un protozoo que afecta a los túbulos de Malpighi (sistema excretor) de la abeja melífera. Se trata de una ameba que es ingerida por la abeja en su forma de resistencia (quistes), y una vez que estos quistes llegan al intestino, pasan a una fase móvil, penetrando los túbulos de Malpighi, donde se multiplican, dañando seriamente el epitelio de los túbulos e impidiendo su función excretora.
Las primeras observaciones realizadas de este protozoo se las debemos a Maassen (1916) y Morgenthaler (1920), no obstante fue Prell (1926) quien describió y clasificó a la especie denominándola M. mellificae.
Este parásito ha sido detectado en prácticamente en todos los países europeos. En España, si bien no aparece en algunos informes de sanidad (Matheson, 1996), M. mellificae fue diagnosticada por primera vez en las Islas Canarias (Gijón-Botella et al., 1987) y en la Península Ibérica, en Portugal (Delgado y Pinheiro, 1980) y el norte de España (García Pérez et al., 1993).
Las infectaciones mixtas Nosema apis y Malpighamoeba mellificae son frecuentes, agravándose la patogenicidad que producen ambos protozoos. La sintomatología es inespecífica y el diagnóstico depende de la observación de los quistes con el microscopio, en el interior de los túbulos de Malpighi o en el contenido del recto.
Parasitación por flageladosSon muy escasos todavía los estudios realizados sobre los protozoos flagelados que afectan a la abeja melífera, por lo que son desconocidos sus ciclos biológicos y la patogenicidad de éstos en Apis mellifera L.. No está claro pero parece que una de las principales causas que dan lugar a la aparición de estos protozoos en la abeja se debe a factores climáticos y sobre todo disfunciones nutricionales (Lipa and Triggiani, 1980).
En Europa y Sudáfrica, se han hallado con frecuencia infectaciones por flagelados, sobre todo de las especies Leptomonas apis y de Crithidia sp. Langridge y McGhee, (1967) consiguieron cultivar organismos aislados en apiarios de Vitoria (Australia) denominando a la especie aislada Crithidia mellificae. Todas estas especies pertenecen a la familia Trypanosomidae.
Material y métodosLas muestras han sido recogidas de 12 apiarios experimentales situados en el sur de la Península Ibérica, el muestreo se llevó a cabo entre octubre de 1990 a octubre de 1992.
La distribución geográfica de las estaciones de muestreo fue la siguientes: Cáceres, Castellar de la Frontera (Cádiz), Dos Hermanas (Sevilla), Hornachuelos (Córdoba), Lepe (Huelva), Trassierra (Córdoba), Lanjarón (Granada), Vadillo-Cazorla (Jaén), Maro-Nerja (Málaga), Pinos del Valle (Granada), Berja-Laujar (Almería) y Murcia.
Cada muestra se componía de sesenta abejas, que fueron analizadas individualmente, homogeneizando el intestino en un tubo eppendorf con ayuda de un pequeño émbolo. De las muestra positivas, se prepararon extensiones que fueron fijadas durante 2 minutos con metanol, posteriormente fueron teñidas con Giemsa al 0,25% durante 12-18 horas. Los exámenes microscópicos se realizaron a 400x y 1000x.
En el caso de los flagelados, con las tinciones Giemsa quedó perfectamente visible el núcleo y el kinetoplasto (Fam. Trypanosomidae), sin embargo la relativa uniformidad en la morfología de esta familia junto con la conservación de las muestras (etanol al 70%, inservibles para estudios isoenzimáticos), imposibilitan aventurar cualquier posición taxonómica.
Resultados y discusión
M. mellificae
En total, sobre 162 muestras de abejas se analizaron 38 como sospechosas de contener quistes de M. mellificae, encontrándose quistes en unas pocas abejas de 3 muestras (1,85%).
Dos de éstas muestras aparecieron, junto con Nosema apis, en Lanjarón (Granada), procedentes de una muestra recogida en el mes septiembre de 1991 y en Trassierra (Córdoba) de una muestra recogida en el mes de diciembre de 1990. La tercera muestra procedía de Cáceres (recogida en el mes de mayo de 1991), sin que existiera una infectación mixta con N. apis.
Esta baja frecuencia de parasitación, 1,85%, es similar a lo que ocurre en el resto de países donde se ha diagnosticado este protozoo, el 2% en Inglaterra (Bailey y Ball, 1991) o el 2,8% en Italia (Giordani, 1959)
Como vemos es una patología que reviste poca importancia y que en contadas ocasiones puede repercutir sobre la población de una colonia. Serían necesarias unas infectaciones muy severas y masivas para que este protozoo afectase a todos los túbulos de Malpigio de la abeja (unos 100) y provocarle la muerte. Generalmente hemos encontrado unos pocos túbulos de Malpigio infectados, y por tanto el resto pueden continuar con su función excretora.
No existe control químico contra esta enfermedad y éste debe de efectuarse en base a un comportamiento higiénico del apicultor, descontaminando el equipamiento usado (Bailey, 1955; Furgala y Mussen, 1978), si bien algunos autores aconsejan el uso de la fumagilina.
TripanosomátidosDe los 12 apiarios estudiados se ha detectado la presencia de tripanosomátidos en 3 de ellos (25%), concretamente en Lanjarón (Granada) en dos colmenas, Maro-Nerja (Málaga) y Cáceres, en una colmena cada una, lo que representa el 11,4% de las colmenas estudiadas. Sin embargo muy pocas muestras y abejas estaban infectadas, el 2% y el 0,12% respectivamente (tabla 1). La parasitación en las cuatro muestras positivas osciló entre el 1,7% y el 11,8% (la media fue de 6,2%±4,6%), apareciendo sobre todo en los meses de julio y agosto.



Detalladamente, la muestra de Cáceres fue recogida en agosto-91 con una parasitación del 1,7%; las dos muestras de Lanjarón (Granada) fueron recogidas de dos colmenas en julio-91 con parasitaciones del 11,8% y 8,3% y muestra de Maro-Nerja (Málaga) fue recogida en julio-91 con una parasitación del 3,3%.
A pesar de que existen pocas evidencias de que la parasitación por flagelados sea patógena para la abeja, ésta debe de ser revisada. Landridge (1966) encontró Crithidia spp. en abejas, y observó que les provocaba una elevada mortalidad a pesar de que éstas especies no suelen ser patógenas, y en este estudio, en algunos de los recuentos efectuados siguiendo la metodología rutinaria para el conteo de esporas de Nosema apis, se contabilizaron hasta 1,6x106 flagelados en el intestino de algunas abejas.

Estrés en las Abejas



Estrés en las Abejas

Por: Orlando Valega,  de "Apícola Don Guillermo", Correo: apicoladonguillermo@yahoo.com.ar
DEFINICIÓN:
 ¿Qué es el estrés de las abejas?
En términos de medicina humana el estrés podría definirse como la alteración física o psíquica de un individuo por exigir a su cuerpo un rendimiento superior al normal. En general se manifiesta por cambios de conducta, nerviosismo e inquietud. Pero para aplicarlo a las abejas es mejor definirlo como: estado próximo a la enfermedad que presenta un organismo o una de sus partes por haberles exigido un rendimiento muy superior al normal. Pedro Viñoles
Nosotros sufrimos de estrés después de estar expuesto a algún esfuerzo o sufrimiento por un tiempo prolongado y se manifiesta con síntomas muy dispares, a veces contradictorios.
Convengamos que un sufrimiento momentáneo o esfuerzo por mas grande que fuera si no se prolonga en el tiempo no produce estrés, entonces podríamos ampliar la definición de estrés de Pedro Viñoles así:
El estrés es un estado próximo a la enfermedad que presenta un organismo o una de sus partes por haberles exigido un esfuerzo o sometido a un sufrimiento superior al normal, por un tiempo prolongado
Todos los  seres vivos en algún momento de sus vidas soportan esfuerzos o dolores intensos pero si estos esfuerzos o sufrimientos intensos no se prolongan en el tiempo no se produce estrés.
 Situaciones vinculadas al Estrés:
 Es muy difícil que una colmena fuerte, bien manejada, -con abundante reservas,  reina prolífica, relación optima de cría y abejas nodrizas, abundante espacio, buena ventilación y aireación, en la que las abejas estén cómodas- contraiga enfermedades
Veamos algunas situaciones que pueden provocar estrés:
 1- Poca ventilación y aireación de la colmena acompañada de intenso calor
 Los nidos de cría de las colonias de abejas debe mantenerse a temperatura constante que varía con las razas de 34º a 38º pero en cada caso en mas o en menos hay un grado. Lo mismo ocurre con la humedad que se mantiene constante en un 80% .Las abejas tienen censores de temperatura en sus antenas, verdaderos termómetros que hacen variar su conducta con el cambio de la temperatura, si aumenta comienzan a ventilar y hacen circular aire dentro de los panales, si se eleva mas juntan agua colocan pequeñas gotitas sobre los panales para que se evapore con la ventilación y de esa forma la evaporación retire calor de la colonia. Si el calor sigue en aumento, como las abejas liberan humedad y calor por la combustión de los alimentos,  un grupo  de ellas sale de la colmena colocándose fuera  y por debajo para sombrearse. Si continua el calor salen mas abejas y comienzan a ventilar desde fuera de ella a toda la colmena. Con calores prolongados e intensos ventilan hasta por la noche.
En esta situación de gran esfuerzo se debilitan las abejas. Como deben concentrarse en ventilar y refrescar la colmena abandonan otras tareas muy importantes como  ser el control sobre los depredadores, parásitos y otros, que hacen las abejas sanitarias.
Si a pesar del gran esfuerzo desplegado por la colonia no se logra bajar la temperatura muere deshidratada la cría, la reina corta la postura, se derriten los panales y se paraliza la colonia.
Una colmena expuesta al sol, en lugares donde la ventilación es prácticamente nula por la presencia de malezas, pastizales altos, u otros obstáculos, no puede desarrollarse normalmente y evitar una situación de estrés por calor y falta de aireación.
A las colmenas hay que colocarlas en lugares ventilados todo el año, libre de malezas, pueden colocarse sobre el piso pero con el pasto cortito. Lo ideal, aunque contradiga algunos consejos de los libros clásicos,  hay que largarles las vacas, caballos,  ovejas etc, que corten el  pasto hasta muy cerca de la colmena y de esa forma se evita el problema de recalentamiento del nido. Nosotros manejamos colonias algo agresivas y es interesante ver como los animales pastan  hasta muy cerca de las piqueras sin que las abejas las molesten en lo mas mínimo No  importa que estén expuestas al   sol si tienen doble techo pintado de blanco que refracte el calor, y una abertura superior a forma de chimenea. Puede ser una rendija entre la tapa y el alza. Esta abertura hace de chimenea y facilita la expulsión del aire caliente. Lo mas importante es la ventilación pero una adecuada ventilación externa de la colmena si no es acompañada de una adecuada aireación interna de nada sirve. Para conseguir una adecuada aireación conviene dejar 9 cuadros en la cámara de cría con un paso de 36 mm o 10 panales con un paso de 33 mm, para las colmenas tipo Langstroth. De esta forma queda una rendija entre el último panal de cada lado y las paredes internas del alza.
Conviene dejar  todo el año a  las medias alzas sobre las colmenas para que las abejas las cuiden de las polillas y de paso les sirve de columna de aireación.
Además conviene dejar como mínimo un medio alza siempre sobre la cámara de cría con miel.
2- Poca ventilación y aireación del nido acompañado de frío y alta humedad
Las abejas son expertas para mantener la temperatura mas alta que el medio ambiente en  épocas de mucho frío.  Algunas razas hasta suspenden la postura y se quedan sin cría ya que esta requiere de mas calor y humedad para sobrevivir que una abeja adulta. Si baja la temperatura comienzan a juntarse formando un bolo que se va compactando a medida que baja la temperatura ambiente. Con pequeñas vibraciones liberan calor que se conserva dentro del bolo. El calor es producto de la combustión de los alimentos La combustión libera dióxido de carbono y agua  La colonia es muy probable que no sufra frío pero le es muy difícil el control de la humedad ya que esta no se evapora con facilidad y mas bien tiende a condensarse dentro de la colmena, A mayor cantidad de abejas con relación al espacio disponible mayor la condensación de humedad y si la colmena no tiene una debida ventilación externa y aireación interna,  la situación se agrava. Si además está en la sombra en lugares de poca ventilación y alta concentración de humedad la combinación es explosiva derivando en una permanente situación de estrés de la colonia y un ambiente muy favorable para el desarrollo de algunas enfermedades como la ascoferosis, nosemosis, o loque europea.
La costumbre  actual de retirarle toda la miel , de compactar el nido reduciendo el espacio a una sola cámara; pensando que de esta forma a las abejas les resulta mas fácil mantener la temperatura del nido y de paso economiza combustible (miel) para producir calor: Provoca la situación descripta anteriormente de poca aireación y alta humedad entre los panales.
Hay que colocar las colmenas en lugares parcialmente soleados o soleados, sin malezas, con el pasto corto, con buena ventilación y una buena aireación. Se debel dejar prácticamente todo el año las medias alzas sobre las colmenas y siempre suficiente miel de reserva.
 3- Alto ingreso de néctar acompañado de:
Intenso Calor, Alta humedad atmosférica, Mala ventilación y aireación de la colmena y falta de espacio para colocar y procesar el néctar
Cuando se corta la entrada de néctar las abejas se vuelven pilladoras y algo agresivas, pero cuando ingresa mucho néctar, -combinado con mucho calor, alta humedad atmosférica, poca ventilación del colmenar por malezas y otros obstáculos, mala aireación interna de la colmena y falta de espacio para colocar el néctar y procesarlo- se produce una sobrecarga de trabajo de día y de noche que agota a las abejas dejándolas prácticamente histéricas. Con abejas algo agresivas llega a ser muy peligroso manipular las colmenas en estas condiciones.
En estas condiciones de gran esfuerzo prolongado de las abejas, una verdadera situación de estrés, se produce un alto requerimiento de proteínas ya que baja rápidamente la tasa de proteína corporal de la abeja con la consecuente disminución de su longevidad. Si el polen consumido no tiene un alto porcentaje de proteína o es deficiente en algún aminoácido esencial  la situación se vuelve traumática porque la cantidad de proteínas necesarias aumenta aún mas.
El debilitamiento de las abejas, sumado a la pérdida de longevidad deja expuesta a la colonia a sufrir el acoso de los parásitos que encuentran mas propicio el medio para invadir o contraer cualquier enfermedad. El mismo desconcierto que produce el gran esfuerzo de la colonia hace de que las abejas defensoras o sanitarias de la colonia, al tener que colaborar con la ventilación, la colecta de néctar o de polen, abandonen sus tareas habituales, dejando a la colonia expuesta al  acoso de parásitos, bacterias, hongos o virus.
Si además se pretende cosechar o trasladar a las colmenas en estas condiciones la situación se puede volver incontrolable por el maltrato que reciben las abejas y lo tremendamente agresivas que se ponen. La única solución pasa por dar mas espacio,  si, mucho espacio en la colmena donde colocar el  néctar, tres, cuatro y cinco alzas o media alzas si fuera necesario para facilitar la aireación interna de la colonia y dotar de espacio suficiente para colocar gran cantidad de néctar que esta ingresando. Igualmente las colmenas deben estar en un lugar ventilado sin malezas. Si las colmenas cumplen con estos requisitos de buena ventilación, mucho espacio y buena aireación, simplemente hay que dejarlas trabajar y recién cosechar cuando paso el intenso flujo de néctar.
Muchos aconsejan colocar una nueva alza melaria después que  se llenó la primera y dejan a la colmena permanentemente sin suficiente espacio para acopiar néctar, pierden la posibilidad de cosechar mas, molestan continuamente a la colonia la que se estresa por tanto acoso y falta de buena aireación y espacio para procesar el néctar.
Una variante parecida a esta situación se produce cuando se tienen periodos largos de veranillos en invierno con buen ingreso de néctar pero con pólenes deficientes como las floraciones tardías del eucalipto grandis o glóbulus.    El apicultor logra  cosechar algo de miel fuera de temporada a costa del debilitamiento de las abejas que terminan exhaustas y debilitadas por el intenso trabajo sumado al consumo de pólenes deficientes en el aminoácido isoleusina o de pólenes con bajo tenor de proteínas.
4- Pocas nodrizas en el nido para tanta cría
Al fin del invierno las colmenas comienzan lentamente el incremento de la postura de sus reinas, manteniendo una relación equilibrada entre crías y abejas nodrizas -encargadas de alimentar las crías con jalea real producida de sus glándulas hipofaringeas-. Cuando el apicultor en el afán de adelantar la producción de abejas y salir mas temprano en la mielada, estimula la postura de la reina con jarabe diluido, las abejas nodrizas no alcanzan para aportar con suficiente jalea y tienen que colaborar las abejas mas viejas, que abandonan el pecoreo para alimentar crías. Al no haber pecoreadoras falta el ingreso de polen para las nodrizas y merma la producción de jalea real, baja rápidamente la proteína corporal de las abejas disminuyendo la longevidad de las mismas. En consecuencia mueren mas abejas de las que nacen, y las que nacen son cada vez mas débiles, quedando expuestas a contraer enfermedades como en el caso anterior.
Algo parecido se da cuando descuidamos mantener el equilibrio en la relación nodrizas cría al hacer nuestros núcleos.
Si retiro muchas crías abiertas y pocas nodrizas se reciente el núcleo y si retiro las nodrizas con cría cerrada dejo a la colmena madre en desequilibrio.
Es fundamental  mantener el equilibrio de la colonia en todo momento y en especial al despegar en el inicio de la temporada. No hay que apresurarse para estimular a la reina, si se deja buena cantidad de reservas de miel las abejas sabrán estimular gradualmente a su reina a fin de despegar correctamente en primavera.
5- Prolongado trabajo de mantener la organización del nido y de los panales después de excesivas y continuas revisiones.
 El solo hecho de ahumar la colmena hace que las abejas abandonen la  habitual rutina y se precipiten a cargar el buche de miel. Si es  lo único que se hace la interrupción dura poco  tiempo, tal vez horas hasta que todas las abejas descarguen la miel y vuelvan a sus tareas normales, pero es probable que se nos ocurra abrir las colmenas para  ver vaya a saber que: La postura, polen, panales bloqueados, sanidad o alimentar. Si todo se deja en el mismo lugar resulta menos traumático para las abejas, no obstante puede llevar un día reparar los panales desgarrados, limpiar la cría que sin querer se lastimó, volver a dejar todo ordenado. Si además de revisar se nos ocurre retirar algunos cuadros o cambiarlos de lugar el desorden es mayor, ordenarlo y adaptarse a la nueva disposición llevará de unos días a la colonia. Pero tuvimos que volver a abrir la colmena para alimentar. Curar, desbloquear, etc. Tanto manoseo hace que continuamente las abejas estén dedicadas a reparar los daños causados por la intervención del apicultor, que cree que está ayudando a la colonia y en realidad le está trayendo un trabajo extra y preocupación al tener que reordenar y reestructurar  continuamente su nido. Es lógico que este esfuerzo continuo le produzca estrés. El mayor esfuerzo hace bajar las proteínas corporales, la longevidad y la vitalidad de la colonia. Además cada vez que las abejas tienen que abandonar sus tareas habituales descuidan la defensa de la colonia del ataque de depredadores, parásitos, bacterias, hongos, virus, etc.
 Hay que molestar lo menos posible a las colmenas. Por lo general, los manejos que están de moda buscan rendimientos altos de cada colonia, para ello, el apicultor debe manipular excesivamente la colmena, hace muchas tareas que bien podrían dejar que lo hagan las abejas. En el afán de mejorar el rendimiento toquetea tanto las colmenas que termina estresándolas.
 6- Falta de agua con altas temperaturas
Otro elemento imprescindible para la supervivencia, a parte de los nutrientes, es el agua.  Los 2/3 de la mayor parte de los organismos vivos son agua (en algunos más).  El agua interviene en las reacciones químicas que mantienen la vida, como disolvente y también como refrigerante.  En todas las reacciones se produce calor, y si este no es eliminado, la temperatura corporal iría subiendo poco a poco hasta "freír" a las abejas por dentro: las proteínas se coagulan por encima de los 45º C y pierden sus funciones.  Las abejas tienen en sus antenas unos termo receptores, termómetros, conectados a nervios, que se activan cuando la temperatura sube o baja y envían mensajes a los ganglios cerebrales que provocan determinados comportamientos (ventilación, agrupación, acarreo de agua...)
Si la temperatura sube las abejas salen a por agua, la vierten en gotas en los panales y ventilan para que se evapore, esto "roba" calor y la temperatura baja a su nivel normal.  Si no pueden controlara  así, salen de la colmena y se sitúan bajo esta, a la sombra, para evitar que su actividad dentro eleve más la temperatura.
Si no pueden mantener constantemente en alguna zona del panal una temperatura de 35 ±1º C y una humedad relativa de alrededor del 80%, cesa la cría (esta se deshidrata con facilidad a través de su fina piel).  Por ello se ven abejas recogiendo ávidamente agua al inicio de la cría, en primavera temprana, pues si falta agua en la colonia, la cría se paraliza.
Otro elemento que necesita agua es la respiración, el aire que entra en los sacos respiratorios se carga de humedad interna de las abejas, humedad que estas deben reponer.  La excreción de residuos también consume agua.  Si falta agua en el organismo de la abeja, porque no haya aportes, este intenta recuperarla de donde sea.  Primero utilizará los tejidos que tienen mas agua: la hemolinfa (sangre), que se espesará.  Esto mueve a su vez agua de los tejidos a la sangre.  Los organismos vivos tienen prioridades, por lo que el flujo interno de agua se desvía hacía los órganos más importantes: el tejido nervioso y el respiratorio, sacándola de otros menos importantes: los músculos, los intestinos...  Si este proceso sigue, la hemolinfa se vuelve tan espesa que el corazón ha de hacer más esfuerzo para bombearla, y circula mal por los capilares, lo que genera más calor, lo que consume más agua para regular la temperatura...
En estas condiciones las abejas se vuelven extremadamente sensibles a cualquier problema, y acaban pereciendo si el proceso no se detiene con el aporte de agua Ref.: ALIMENTACIÓN Y SUPERVIVENCIA DE LAS COLMENAS EN CONDICIONES LÍMITES  de :Antonio Gómez Pajuelo
En lugares donde no hay agua cerca para las abejas es conveniente colocar bebederos para que jamás le falte agua. Los que tenemos muchas lagunas cerca no valoramos la importancia del agua en la colonia de abejas  pero hay lugares donde no  se puede hacer apicultura sin colocar bebederos cerca de los apiarios.
 7- Falta de reservas de alimentos calóricos
Mi padre, un poco por costumbre y seguramente, como producto de su basta experiencia, siempre insistía en cortar la cosecha antes del 10 de abril de cada año y dejar a la colmena como mínimo,  a esa fecha; un medio alza lleno de miel.  Yo pensaba que el viejo exageraba, que desperdiciaba la oportunidad de cosechar más miel y que nuestros inviernos son muy leves y por lo tanto no necesitaban de tanta reserva, y después de todo, si faltara alimento, se lo daría en forma de jarabe. El resultado es que mi padre sin suplementar tenia un mejor desarrollo primaveral pudiendo inclusive cosechar miel de azahar y yo tenia que suplementar a partir de los primeros días de agosto para que las colmenas lentamente se desarrollen  y me den una efímera producción de miel de una especie florar que la llamamos "flor de primavera",  por florecer en plenitud en los inicios de la estación. Mi padre jamás curó a sus colmenas, no fue necesario a pesar de que tampoco renovaba los cuadros con regularidad. Yo tuve varios brotes de nosemosis,  cría yesificada, varroa y loque europea.
  Amigos apicultores, yo aprendí que debemos seguir el curso de la naturaleza y no renegar de ella.
Cuando las abejas tienen suficientes reservas mantienen un comportamiento relajado y no trabajan tanto en invierno, pero si dejamos a la colmena desprovista de reservas salen desesperadas a buscar alimentos,  y si pueden,  a robarle a otra colmena su reserva. Además las colmenas que no tienen reservas de alimento en cualquier época del año, son mucho mas pilladoras que si tienen panales con miel ocperculada en una cámara melaria.
 Es muy difícil que una colmena bien dotada, populosa, con mucho espacio y con suficientes reserva de miel y polen; se enferme. Ref. ¿Alimentar con miel o con jarabe? Mejor dejar reservas. El Autor
En conclusión,  es evidente que por alimentar  con jarabes de mala calidad, por mantener muy húmedas las cámaras de cría, provocar pillaje, incomodar y dar trabajo extra a las abejas generando estrés a las colmenas, estas se enfermen y el apicultor se vea obligado a utilizar fármacos que contaminan. Para que esto no ocurra,  retira la reserva natural y reemplaza por alimento chatarra que debilita y le quita longevidad  provocando un lento despegue primaveral que obliga otra vez a alimentar y suplementar con multivitamínicos  (extracto de hígado).
Las abejas, después de sobrevivir millones de años sin la necesidad de la ayuda del hombre, más bien defendiéndose de éste depredador, lograron un sistema de auto inmunidad  y se curan solas,  hay que dejarlas hacer lo que ellas saben hacer y muy bien.
¿Que pasa si no dejamos reservas de miel y por alguna razón no podemos auxiliar a tiempo con sustitutos a las colmenas?
Cuando las abejas padecen falta de miel, falla el suministro de hidratos de carbono no pueden producir energía, sobre todo calorífica, y disminuye su capacidad de mantener 35º C  constante, ± 1º C, en la zona de cría, es decir, se paraliza la cría.  Si el problema continúa y se hace más grave, la temperatura de los panales que ocupan va disminuyendo, lo que vuelve más lentas todas las reacciones químicas de sus cuerpos; las trasmisiones eléctricas de los nervios (lo que ralentiza sus movimientos y su coordinación), la respiración, los movimientos musculares (lo que acentúa la disminución de la temperatura).  Finalmente, cuando se llega a la frontera aproximada de los 12º C, las abejas quedan totalmente paralizadas por el frío y mueren, formando un grupo arracimado, introducidas de cabeza en las celdillas, en un intento desesperado de conservar mejor sus últimas calorías.  Casi todos lo hemos visto alguna vez.
Hasta llegar a esa situación, el organismo de las abejas ha intentado producir energía calorífica de cualquier manera: primero, quemando sus reservas de grasa, que almacenaba en las células vacías de la espalda (al nivel del 2º anillo abdominal), y cuando estas escasean, quemando proteínas de los músculos, de los tejidos (intestino...).  Se puede decir que el cuerpo se come a sí mismo.  Esto provoca una disminución del peso corporal, que puede llegar a un 50% de su valor normal.   Finalmente, solo quedan las proteínas de los órganos vitales y un mínimo de grasa que es imprescindible para el mantenimiento del nivel de las principales hormonas y el aislamiento de las terminaciones nerviosas que transmiten impulsos entre los tejidos, los órganos y los ganglios cerebrales.  En este estado, las abejas pueden desaparecer con facilidad en el campo un día que puedan salir. Las que quedan en la colmena pueden presentar los mismos síntomas de desproteinización y destrucción de tejidos digestivos que si hubieran estado parasitadas por nosema, que es otra manera de perder proteínas. Ref.: ALIMENTACIÓN Y SUPERVIVENCIA DE LAS COLMENAS EN CONDICIONES LÍMITES  de :Antonio Gómez Pajuelo
8- Deficiente alimentación proteica
Proteína corporal de la abeja:
            El polen provee a la colonia de abejas de toda la proteína necesaria para el desarrollo del cuerpo y su normal funcionamiento. Las abejas utilizan la proteína existente en el polen fundamentalmente para el desarrollo de los músculos, glándulas y demás tejidos corporales.
            Estas proteínas del cuerpo de la abeja pueden ser trasladadas de un lugar a otro de los tejidos de la misma. Por ejemplo, cuando una abeja deja de producir jalea real, la proteína pasa de las glándulas hipo faríngeas a las glándulas cereras y luego a los músculos de vuelo. A su vez la abeja tiene capacidad de almacenar proteínas a nivel de los cuerpos grasos.
            Cuando se da un periodo de bajo ingreso de polen con ingreso de néctar las abejas nodrizas no pueden desarrollar correctamente las glándulas hipofaringeas y por lo tanto no pueden alimentar a las larvas con jalea real. En estos casos son las abejas viejas las que traslocan  proteínas de los cuerpos grasos a las glándulas hipofaringeas y alimentan transitoriamente a las crías. Esto se puede dar por un corto tiempo. La intensidad de trabajo de la abeja nodriza determina mayor desgaste y a su vez la longevidad de la abeja. Cuanto mayor es el contenido de proteínas del cuerpo de la abeja mayor será la vida útil de la misma. Un caso extremo en las necesidades de polen se puede dar frente a cortes repentinos de flujo y aportes, cuando las abejas reducen el nido de cría rápidamente, llegando a utilizar en casos de escasez las larvas de zánganos y las de los bordes de los nidos como fuente proteica. Es en estas situaciones extremas en que se produce este tipo de canibalismo entre las abejas.
            Contrariamente a lo que se cree, se ha demostrado que las abejas cuando nacen, todavía no han completado su desarrollo fisiológico y requieren de una alimentación proteica para el inicio del funcionamiento de las glándulas para alimentar a la cría, los cuerpos grasos y otros órganos como las glándulas cereras. Las abejas inician el consumo de polen a partir de las dos horas de nacer y tienen el máximo requerimiento a los 5 días para disminuir notablemente a los 8 a 10 días, para suspender casi totalmente a los 15 a 18 días cuando se prepara para realizar las tareas fuera de la colmena. La cantidad de polen consumido por la abeja nodriza depende de la época del año y de la cantidad de cría a alimentar. Los momentos de máximo consumo se dan al inicio del flujo de néctar cuando está muy desarrollado el nido de cría. La cantidad de polen que consume anualmente una colmena es variable pero oscila entre 20 y 50 Kg.
Cuando la abeja realiza un esfuerzo en condiciones normales consume hidratos de carbono, pero cuando este esfuerzo es máximo como en las mieladas de eucalipto, el aporte de aminoácidos esenciales y de proteínas para sostener y reponer adecuadamente todo el desgaste muscular, es de suma importancia. En este momento es fundamental la concentración de proteína cruda del polen que consume la colmena y los niveles de aminoácidos esenciales del mismo. Los pólenes de eucalipto difieren en cuanto a su composición proteica. Los hay con muy baja concentración de proteína cruda y muy bajos niveles de Isoleucina particularmente.
            Esta composición y sobre todo los niveles de proteína cruda, son fundamentales en la fase de preparación de la colmena (pre-mielada), pues afectan significativamente la longevidad de la abeja, llegando hasta disminuir en un 50% la misma. Este hecho es muy importante porque impide llegar a grandes poblaciones en la colmena; y lo que es más , cuando la abeja llega a pecoreadora le quedan ya unos pocos días de vida. En consecuencia, se disminuye en mucho la capacidad de pecoreo de la colmena. Los niveles bajos de Isoleucina a su vez potencian estos efectos.
            Las abejas necesitan pólenes con por lo menos 20% de proteína cruda. La mayoría de los pólenes de eucalipto presentan niveles de proteína entre el 18% al 30 %, dependiendo de la especie, localización, condiciones climáticas, etc. El polen de eucalipto maculata tiene de 25 a 33% de proteína por lo que es considerado muy bueno para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la colonia en periodo de máximo esfuerzo como normalmente es un periodo de alto flujo de néctar de eucalipto. El polen de los pinos tiene del 5 al 7% de proteínas por lo que es una fuente de alimentos nutritivamente pobre.
            Las abejas pueden llegar a tener altos niveles de proteína corporal con porcentajes de proteína cruda superiores a los 80%. Cuando llegan a este nivel son fuertes, longevas y con gran capacidad para pecorear mucha miel. Paralelamente podemos encontrar colonias con un porcentaje inferior al 30% de proteína corporal, siendo en este caso abejas de corta vida, susceptibles de contraer loque europea, nosema y son muy malas productoras de miel.
            El nivel de proteína corporal es muy importante durante el otoño de manera tal que las abejas puedan controlar bien a nosema, invernar en condiciones saludables y desarrollar rápidamente la colonia en la primavera siguiente.
            El nivel de proteína corporal se reduce con la producción de miel, de cera, en clima muy caluroso o muy frío y especialmente con el desarrollo de la cría en primavera. Esta proteína cruda se incrementará en la medida que entre polen con más de 20% de proteína cruda digestible y que las abejas no estén estresadas por un gran flujo de néctar, o condiciones adversas del clima. Ref.: Apicultura en Eucalipto PREDEG Uruguay
Hambre de Proteínas:
 Cuando las abejas padecen falta de polen, bien porque no haya, o porque el que hay no tiene los nutrientes adecuados (por sequía, polen de eucalipto, gramíneas, pino, por ejemplo), las reacciones químicas de formación de grasa a partir de los hidratos de carbono no se dan y no pueden acumular suficiente cantidad de ésta en su cuerpo.
Si tienen hidratos de carbono, miel, pueden quemarlos para producir calor, pero les faltarían elementos necesarios para la producción de hormonas y enzimas que controlan procesos importantes: la fabricación de jugos digestivos, el sistema inmunológico, el aislamiento de los conductos nerviosos, la producción de jalea real (con lo que paralizarán la cría), la producción de cera...
La falta de polen, también provoca en el organismo de las abejas "hambre de proteínas", que tratan de solucionar extrayendo proteínas de donde las haya, fundamentalmente del músculo y los intestinos.   Esta situación puede provocar daños celulares en estos tejidos, con la consiguiente disminución del peso corporal, y la posible observación de tejidos dañados (como el digestivo)  que deja de producir jugos digestivos y queda con daños que pueden confundirse con lesiones de parasitósis por nosema.
Paralelamente a ese proceso orgánico hay un aumento del instinto de recolección de polen, lo que hace que, si no lo encuentran, recolecten cualquier cosa que se le parezca (harina, polvo de paja, polvo de los piensos para ganado, e ¡incluso aserrín de madera!).  Algunas de estas sustancias pueden alimentarles algo (como el pienso de lechones), otras poco o nada (paja, aserrín...)
Todos los seres vivos tienen mecanismos de comportamiento semejante, recuerden si no a Chaplin en "La quimera del oro", comiéndose su bota guisada, los cordones como si fueran espagueti y la suela como si fiera un filete.
Todo esto hace que las abejas se vuelvan mucho más sensibles a cualquier problema que pueda afectar a su supervivencia: enfermedades, intoxicaciones por plaguicidas, meteorología desfavorable...
Ref.: ALIMENTACIÓN Y SUPERVIVENCIA DE LAS COLMENAS EN CONDICIONES LÍMITES  de :Antonio Gómez Pajuelo
 Es muy importante mantener a las abejas con alto contenido de proteína corporal al inicio de la mielada y en casos de máxima exigencia como podría ser la producción de miel en el eucalipto puede llegar a ser muy útil suplementar las colmenas con polen o sustitutos a fin de mantener alto el nivel de proteínas corporales ya que de ello depende la longevidad de las abejas y su futuro despegue primaveral.
 9- Colmenas mal diseñadas y mal  ubicadas
  a)Ubicación de la colmena fuera de las zonas geopáticas; b)Incorrecta orientación de los panales fuera del N-S; c)Inadecuada posición de los panales según Housel; d)Celdillas muy grandes en la cera estampada; e)Mucho o poco espacio entre panales de cría.
Las colonias ubicadas en colmenas en las condiciones expuestas en el título de este apartado viven en un permanente estado de estrés. Son mas agresivas y susceptibles a parasitarse o enfermarse.
Las abejas en la naturaleza eligen los lugares en el que asentarán su nido y no siempre concuerda con lo que nosotros creemos que es mejor para ellas. Parece caprichoso, muchas veces noté que en vez de entrar el enjambre en una colmena vacía armada con 10 cuadros limpios labrados, optan por ocupar un cajón vacío contiguo, roto y lleno de mugre. Todos los años dejo al costado de un viejo camino vecinal nucleros viejos con cuadros labrados para cazar los enjambres migratorios de estación, a los pocos días controlo los que están cargados para retirarlos luego. Ocurrió que en un sector, después de haber ingresado los enjambres, unos 10 aproximadamente en un recorrido de unos 100 metros, cuando fui a retirarlos ya no estaban mas, se fueron y dejaron vacío el lugar. En ese trayecto de 100 metros no quedó ninguno
"Yo no creo en las brujas pero de que las hay las hay", le contesté a una niña que me preguntó si yo creía en las líneas de Hartmann y Curry.  Algo hay que influye en las colonias y que hace que las mismas prosperen un lugar y en otro no. Hay alguna razón para que los enjambres prefieran la caja vacía y no una con panales labrados. Seguramente que debe haber alguna explicación a la huida de los enjambres que entraron en las cajas y después en forma masiva las abandonaron. Hay lugares preferidos para anidar por los enjambres  y otros donde jamás bajan  ¿Serán las fuerzas magnéticas como dicen Hartmann y Curry? Hay algo que influye sobre la abeja para que esta se sienta mas cómoda en un lugar que en otro. Podrán ser las fuerzas magnéticas o no, pero lo importante es saber detectar los lugares preferidos por las abejas en forma natural, antes de ubicar nuestros colmenares.
Dicen que en la naturaleza las abejas construyen los panales en sentido norte sur magnético y no de este a oeste como acostumbramos colocar los apicultores, y a decir verdad casi todos las colonias silvestres que observé tienen esa posición norte sur de sus panales al menos en el nido de cría.
Muchas veces le reclamé a mi proveedor de cera estampada que me estaba vendiendo una cera de mala calidad porque las abejas me la rechazaban, hacían un panal pegado a cada cara de la cera estampada y no estiraban las celdillas, pero después de leer a Ed y Dee Lusby llegué a la conclusión que las abejas naturales capturadas son mas chicas y no pueden estirar las celdillas artificiales mas grandes que tiene la cera estampada. O tal vez no respeté la posición correcta de colocar los panales según Michael Housel. En parte mi padre solucionaba este inconveniente colocando una tira de cera junto al cabezal y dejaba que las abejas labren los panales a su gusto.
Siguiendo el pensamiento de Ed y Dee se me ocurrió medir el tamaño de 10 celdillas de los panales del nido de las colonias silvestres y para sorpresa encontré que tienen  alrededor de  4.9mm, lo que significa que las celdillas son significativamente mas pequeñas que las que trae la cera estampada.
Medí también la separación entre panales de cría y¡... ! ¡Mas sorpresas!,  Midieron entre 3.3 cm y 3.4 cm de distancia entre sus ejes, contra 3.6 cm que tienen mis cuadros. Yo que siempre observé la naturaleza y traté de imitarla estaba manejando colonias con cera estampada cuya celdilla es mas grande que las que tienen las mismas colonias en estado natural, si bien a la mayoría de los cuadros se le colocó una tira de cera estampada y no la totalidad de la plancha permitiendo a las abejas labrarlas al tamaño de su instinto. Pero la distancia entre panales, ¿Cómo se me pasó? . Leí que algunos sugieren utilizar 9 cuadros en la cámara de cría y sin embargo respetando la distancia natural que tienen los panales podría utilizar 11 cuadros en la cámara de cría.
Poco después buscando mas información sobre el paso de la abeja y distancia entre panales, leí un artículo de Ed y Dee sobre la posición que había observado Michael Housel de los panales en las colmenas salvajes y realmente comprendí mi gran desconocimiento de muchos de los secretos que guardan las abejas en sus estructuras naturales que todavía debemos estudiar. Michael Housel de Orlando Florida descubrió que hay una constante en la posición de la "Y" que se forma en el fondo de las celdillas de los panales. Todas las caras que miran hacia fuera tienen la "Y" con la abertura hacia arriba y las caras que miran hacia adentro las tienen en posición invertida "A". La cera estampada respeta este principio observado por Housel y podemos ver que de un lado están con la "Y" hacia arriba y del otro para abajo. Michael Housel observó además que las colmenas salvajes labran al comienzo un panal central con las "Y" en ambas caras mirando hacia abajo. ¿Cuan lejos estamos de los principios naturales que rigen la conducta instintiva de las abejas al labrar sus nidos? ¿Cómo nos alejamos tanto? Cuando hace mas de 100 años, los apicultores percibieron que hay que respetar la posición de las "Y" al fabricar las ceras estampadas, ¿Cómo no se dieron cuenta de que en las formaciones naturales hay que respetar una posición determinada? Ref.: Volver a lo Natural del El Autor
Todas estas situaciones se dan en nuestras colmenas y sin excepción, todas producen en mayor o menor medida; molestia, incomodidad, fastidio, mayor esfuerzo, falta de resistencia a las enfermedades, etc.
Las colonias que no cumplen con esas condiciones que impone la naturaleza, que viven a contramano de las leyes naturales; son mas agresivas, cambian seguido su reina, o enjambran, se llenan de parásitos, y/o  enfermedades. En una palabra, viven en un estado de estrés permanente.
Esto en parte explicaría por si solo el porque una colonia que se instala a voluntad en  el bosque no sufre de enfermedades y las colonias que nosotros cuidamos  son muy propensas a parasitarse o enfermarse..
 10- Una reina deficiente:
No se si se puede incluir como estado de estrés en la colmena situaciones muy parecidas a las anteriores, que también son la antesala a las enfermedades de la colonia, pero que no producen un dolor o sufrimiento aparente de las abejas, me refiero a las reinas deficientes,
aquellas que por alguna razón ya no ponen tantos huevos y no son tan atractivas para las abejas. Puede ser que ya sea vieja o que se haya fecundado con pocos zánganos, tal  vez  no tuvo una buena alimentación en su estado larvario, etc. Los antibióticos al igual que la intoxicación con insecticidas  disminuyen el rendimiento de la reina al 50 %.
Una colonia con una reina deficiente se mantiene siempre débil, desganada, con muy poca capacidad para defenderse de los depredadores, con frecuencia cargada de polen en exceso en los panales o miel  cerca del nido que no es retirada por las abejas para dar lugar a la postura de la reina. Una reina deficiente libera menos feromonas y la falta de feromonas indica a los enemigos que esa colonia es débil, con pocas defensas, hace que los depredadores estén al asecho, (polilla, algunas hormigas, incluso las abejas para pillar o saquear). El ingreso de enemigos -parásitos, enfermedades, depredadores, saqueadores, etc. -en la colmena, se ve favorecido por un estado de estrés o de reina deficiente. A su vez, la presencia de parásitos, depredadores, saqueadores abre las puertas al ingreso de virus, bacterias, hongos, y otros.
Pero sin lugar a dudas todo comienza al someter a la colonia a una situación de estrés o permitir por mucho tiempo la presencia de una reina deficiente.
Comentario final:
Siempre pensé que deberíamos respetar las reglas que nos impone la naturaleza. Que el hombre en su afán por superarse casi siempre quiere imitar a Dios, en cierta forma se siente un poco Dios; Creador, inventor, transformador, dueño de la vida, patrón del universo. Pero en su afán por sentirse un poco Dios, se olvida que las cosas en la naturaleza no están hechas por azar, que cada especie ocupa su lugar en la rueda de la vida, que cada vida tiene un rol a desempeñar y para poder cumplir con ese rol, necesita que se respete su forma de vida adaptada al medio por millones de años, en el caso que nos ocupa, la vida de la colonia de abejas.
El hombre busca utilizar los recursos que le brinda la naturaleza en su beneficio y no está mal que se intervenga en cierta medida en el ciclo natural, pero siempre que respete el equilibrio interno elemental para la vida del organismo y el externo, en su relación con el medio ambiente. Ref. ¡Volver a  lo natural! del Autor
¡Cuán lejos están nuestros manejos de la colmena, de la forma de criar que tiene la naturaleza! ¿Por qué no respetar la evolución natural que en millones de años seleccionó colonias adaptadas al medio, capaces de defenderse solas sin la ayuda del hombre, o como ya expresé, a pesar de la intervención del hombre?

Entrada destacada

UNA BREVE MIRADA A LA APICULTURA COLOMBIANA

Colombia es un país privilegiado para innumerables actividades productivas, generadoras de riqueza, y si hablamos de economía agrícola, ...