Científicos creen haber descubierto en Finlandia la primera vacuna en el
mundo para proteger a las abejas y evitar el desplome de la población de estos
insectos, lo que podría causar una crisis alimentaria mundial.
Un vacuna haría que las abejas fueran más
resistentes contra enfermedades microbianas graves. Foto: Pixabay.
Las abejas contribuyen a la
polinización del 90 por ciento de los principales cultivos en el mundo.
Pero en los últimos años estos preciosos insectos han sido diezmados por el
"síndrome del desplome de las colonias de abejas", todo un misterioso
mal.
Se acusa de provocarlo a los
ácaros, los pesticidas, los virus o los champiñones, e incluso a una
mezcla de varios de estos factores.
Según la ONU, más del 40% de
los polinizadores invertebrados, en particular las abejas y las mariposas,
están amenazados de extinción.
Su vertiginoso declive podría, según
los científicos, generar un alza de los precios de los alimentos y un riesgo de
penurias.
Avance médico
La vacuna, producto del trabajo de un
equipo de la Universidad de Helsinki,procura a las abejas la resistencia
necesaria para combatir enfermedades microbianas graves, potencialmente
mortales para las comunidades de polinizadores.
"Si podemos salvar aunque sea a
una pequeña parte de las abejas con este invento, creo que haríamos nuestra
buena acción, salvando un poco al mundo"
declaró Dalial Freitak, investigadora que dirige el proyecto.
"Sería incluso enorme un aumento
del 2 al 3% de la población de las abejas" afirma.
Se creía antes que era imposible
vacunar a insectos, ya que no tienen anticuerpos,
uno de los principales mecanismos que los humanos y otros animales usan para
combatir las enfermedades.
Pero en en 2014 Freitak, especialista
de insectos y de inmunología, se dio cuenta de que las mariposas alimentadas
con ciertas bacterias transmitían su inmunidad a su progenitura.
Freitak y Heli Salmela, que trabajaba
sobre abejas y proteínas, crearon una vacuna contra la loque americana,
la más extendida y destructora de las enfermedades bacterianas de la abeja.
El tratamiento es administrado a la
reina de las abejas mediante un azucarillo, de la misma manera en que los niños
reciben la vacuna contra la polio.
La reina transmite luego su inmunidad
a su progenitura. El equipo intenta que la vacuna
esté disponible en el mercado, pero "hay numerosos obstáculos
reglamentarios" por lo que esperar "cuatro a cinco años para llegar
al mercado es una estimación optimista", según Freitak
Los científicos creen que las
enfermedades solo son una de las numerosas causas de la pérdida de
polinizadores. También lo son la agricultura intensiva, que reduce la
diversidad de la alimentación de insectos, y los pesticidas.
Pero el equipo de Freitak cree que la
protección de poblaciones de abejas contra las enfermedades las hará mas
fuertes y, por tanto, mejor dotadas para resistir a las demás amenazas.
La Unión europea y Canadá votaron a
favor de la prohibición de neonicotinoides, considerados muy nocivos para la
reproducción de las abejas.
Según un estudio de la ONU publicada
en 2016, el equivalente de 507.000 millones de euros de alimentos
cultivados cada año dependen directamente de los polinizadores. El
volumen de alimentos producidos que dependen de los polinizadores aumentó un
300% en los últimos 50 años.
Con la disminución de los
polinizadores, algunos agricultores han acudido al alquiler de abejas o a la
polinización manual, como es el caso de árboles frutales en algunas
regiones de China.
En Helsinki, el proyecto está apoyado
en una financiación exterior, pero el equipo intenta proseguir sus
investigaciones en la Universidad de Graz en Austria, la del célebre zoólogo
Karl von Frisch. Sus descubrimientos sobre la danza de las abejas como
método de comunicación y su aplicación al lenguaje humano le valieron el
premio Nobel de medicina en 1973.
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