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martes, 2 de abril de 2019

Nueva normativa de apicultura ecológica


¿Quieres conocer la nueva normativa de apicultura ecológica? El 30 de mayo se publicó el nuevo reglamento. No entrará en vigor hasta el 21 de enero de 2021.


Indice de contenidos
1.   Para empezar

Para empezar

No existe una normativa de apicultura ecológica específica, donde se regulen los requisitos que deben cumplir aquellas explotaciones apícolas que deseen obtener la certificación ecológica.
Estos requisitos aparecen establecidos en un reglamento que se ocupa, en general, de establecer las normas de producción ecológica para distintos sectores productivos de la agricultura y ganadería y para diferentes cultivos y especies.
Todo junto dentro de una misma norma.

La nueva normativa de apicultura ecológica

El reglamento anterior ha sido derogado el 30 de mayo y uno nuevo acaba de publicarse para sustituirlo.
En él se encuentran, más o menos escondidos y dispersos, los requisitos para la apicultura ecológica.
Se trata del Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, sobre producción ecológica y etiquetado de productos ecológicos y por el que se deroga el reglamento (CE) nº834/2007 del Consejo.
Es probable que este reglamento se complemente en el futuro con otro de aplicación.
Este reglamento complementario, el de aplicación,  establecería medidas más específicas para cada tipo de producción.

El origen de la apicultura ecológica

La apicultura, en general, siempre ha sido una práctica más o menos ecológica.
El uso de tratamientos químicos para combatir las enfermedades de las abejas ha sido esporádico, al menos en España, sin problemas graves de Loque Americana.
Esto cambió con la entrada de la varroosis en nuestro país en los años 80. Comienzan entonces los tratamientos con acaricidas para combatir al ácaro Varroa destructor.
Cobra entonces sentido diferenciar, de cara al consumidor, aquellos apicultores que combaten la plaga de forma ecológica de quienes lo hacen con métodos convencionales.
Así se venía haciendo con otras producciones agrícolas.
Esta diferenciación, en mi opinión, es una excelente herramienta de marketing para vender la miel.

La evolución de la normativa

La primera regulación de la agricultura ecológica en España data del año 1989, con la aprobación de la Denominación Genérica “Agricultura Ecológica”.
Posteriormente, en el año 1991, se publica el primer reglamento sobre producción ecológica.
En este reglamento de 1991 aparece por primera vez la apicultura ecológica diferenciada y denominada como tal.
En él se establecen, de manera novedosa, los requisitos que debían cumplir aquellos apicultores que aspirasen a certificar su explotación como ecológica.
Tras el reglamento de 1991 vendría otro en 2007, que ahora queda derogado por este nuevo.

Novedades del nuevo reglamento

Pues la verdad, aún no he tiempo de revisar el nuevo reglamento.
Es ahora momento tomar las 92 páginas de la normativa y leerla cuidadosamente para ir entresacando todo aquello que de manera particular afecta a la apicultura.
Pero parece que, entre otras cosas, se flexibiliza el proceso de certificación.
Se permitirá, por ejemplo, a una explotación iniciar el proceso de conversión en sólo una parte de la misma.
Antes, alguien con 500 colmenas, si decidía su conversión a ecológico, debía hacerlo con todas. No se permitía poner en ecológico un colmenar de 100 y dejar el resto en convencional.
Ahora, con la nueva norma, parece que esto sí será posible con ciertas condiciones.
Con esto, se pretende fomentar y facilitar el proceso de conversión de ecológico a convencional.

Calentamiento y etiquetado de las mieles ecológicas

Esperemos que la nueva norma aclare y establezca una temperatura máxima de calentamiento de la miel, algo que no aparecía en la última normativa.
Esto es fundamental, en mi opinión, para diferenciar estas mieles de otras procesadas industrialmente.
Es algo que dudo que se haga. Esto dificultaría a las grandes empresas de la miel entrar en el sector ecológico.
Haría más difícil obtener mezclas de mieles y homogeinizaciones adecuadas.
Actualmente, no existe una limitación de temperatura a la cual puede calentarse una miel ecológica.
Por ello, pueden encontrarse en el mercado mieles ecológicas que son “mezclas de mieles originarias y no originarias de la CE”, un etiquetado tan sospechoso y poco claro como el de las mieles convencionales.
Desgraciadamente, y aunque el consumidor piensa lo contrario,
en estos momentos, comprar una miel ecológica no es garantía de estar comprando una miel de mayor calidad que una convencional.

Conclusión y resumen

Habrá que leer bien el nuevo reglamento para ver en qué aspectos cambian los requisitos para la apicultura ecológica.
Tendremos que esperar también a que posiblemente se publique otro reglamento de aplicación que complemente y clarifique este de una forma más específica para cada producción agrícola y ganadera.
Y recuerda:
·          
·         La calidad de una miel no la garantiza la etiqueta ecológica, sino el cumplimiento de la norma de calidad de la miel. Esta norma es igual tanto para miel ecológica como convencional, y ambas, si están en el mercado, la cumplen.
·          
·         La certificación ecológica sólo trata de garantizar la ausencia de ciertos compuestos químicos no autorizados, aunque no siempre lo consigue1.
·          
·         La verdadera calidad la garantiza el buen hacer del apicultor.



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