mitos y verdades sobre la meliponicultura.
Mito: Muy difundido entre la gente común ajena a la vida campesina. Es bastante frecuente que las abejas meliponas sean confundidas con las del género trigona ya que el comentario eneral es: "son abejas negritas que parecen moscas" esta declaración parece crear confusión con la trigona Friesomellita nigra o xic en lengua maya. Una rápida descripción de la especie es la siguiente: es una abeja de tamaño medio, con una longitud del cuerpo de entre 9.7 y 10.7 milímetros, de color gris en el tórax y terguitos metosomales negros con franjas amarillas, terguitos con pubescencia abundante, corta, anaranjada o amarilla; las patas son de color café y negro. Presenta un tamaño ligeramente menor que Apis mellifera (Moo et al, 1999).
2. Las
abejas meliponas no pican o aguijonean
Realidad: En las abejas indígenas sin aguijón (meliponinae) una de las características que llaman la atención, es el hecho de que las estructuras que forman el aguijón se encuentran atrofiadas y por ello no pueden usarlo para su defensa (Moo, 1999). Por ello son incapaces de inyectar el veneno característico de las abejas comunes, sin embargo la defensa por excelencia de esta especie son sus poderosas mandíbulas. Su tamaño es ligeramente menor que Apis mellifera y de carácter totalmente dócil, aunque colonias muy pobladas pueden efectuar ataques rápidos mordiendo párpados y piel descubierta así como enredándose en el cabello de los intrusos que se acercan a su colmena e incluso caminan entre ojos, nariz y orejas, este comportamiento defensivo se ve principalmente en nidos recién capturados en forma silvestre y en algunas colonias de la especie endémica Melipona yucatanica o tzets en lengua maya.
3. Las
abejas centinelas se sacrifican ante el ataque de hormigas depredadoras 3. Las abejas centinelas se sacrifican ante el
ataque de hormigas depredadoras
Realidad: Lo que hasta hace pocos años parecía como un hecho anecdótico o de dominio popular, he podido constatar su realidad. Ataques de insectos como hormigas sobre todo en épocas de escasez de alimento por falta de lluvias y consecuente floración me han ocasionado la merma de colonias con el triste hallazgo del nido abatido en su interior, pero extrañamente las centinelas logran su objetivo, sellar el orificio de entrada, lo cual significa la invasión por otro acceso no asegurado oportunamente por las abejas.
4. Las abejas africanizadas persiguen y matan a las meliponas 4. Las abejas aricanizadas persiguen y matan a las meliponas 4. Las abejas aricanizadas persiguen y matan a las meliponas
Mito: Esta disparatada aseveración pudo verificarse hace muchos años con el ejemplo de la meliponicultura en Brasil, país que importo en el año de 1957 enjambres de abejas africanas Apis mellifera scutellata los cuales dieron origen al fenómeno de la africanizació n de la apicultura en
América. En este país también pionero de la meliponicultura moderna
gracias al Dr. Paulo Nogueira Neto, las abejas meliponas no solo resistieron el
embate de la abeja africanizada, sino que experimentaron un fabuloso
crecimiento en Brasil y el resto de las Américas reflejado en su reconocimiento
científico al incluirse a priori, en los eventos apícolas (Congresos,
Simposios, Encuentros, etc,) a nivel nacional e internacional, espacios donde
la meliponicultura ha ganado por derecho propio, su justo valor en ámbitos:
cultural, económico, ecológico y social que representa esta actividad. La
confusión de este señalamiento podría ser, la competencia natural por las fuentes
de alimento ya que las abejas apis o africanizadas salen a pecorear mas
temprano y regresan mas noche a sus colmenas, aunado a su enorme poder
reproductivo las convierten en un elemento de alta competitividad, con
desventaja hacia la melipona. Otro factor de desventaja es el tamaño de la
melipona, de apenas 10 milímetros lo cual reduce su rango de pecoreo el cual se
estima en 2,400 metros, en comparación con los 5,000 metros que alcanza Apis
mellifera.
1.- ¿Las abejas meliponas son de color negro?
Mito: Muy difundido entre la gente común ajena a la vida campesina. Es bastante frecuente que las abejas meliponas sean confundidas con las del género trigona ya que el comentario eneral es: "son abejas negritas que parecen moscas" esta declaración parece crear confusión con la trigona Friesomellita nigra o xic en lengua maya. Una rápida descripción de la especie es la siguiente: es una abeja de tamaño medio, con una longitud del cuerpo de entre 9.7 y 10.7 milímetros, de color gris en el tórax y terguitos metosomales negros con franjas amarillas, terguitos con pubescencia abundante, corta, anaranjada o amarilla; las patas son de color café y negro. Presenta un tamaño ligeramente menor que Apis mellifera (Moo et al, 1999).
Realidad: En las abejas indígenas sin aguijón (meliponinae) una de las características que llaman la atención, es el hecho de que las estructuras que forman el aguijón se encuentran atrofiadas y por ello no pueden usarlo para su defensa (Moo, 1999). Por ello son incapaces de inyectar el veneno característico de las abejas comunes, sin embargo la defensa por excelencia de esta especie son sus poderosas mandíbulas. Su tamaño es ligeramente menor que Apis mellifera y de carácter totalmente dócil, aunque colonias muy pobladas pueden efectuar ataques rápidos mordiendo párpados y piel descubierta así como enredándose en el cabello de los intrusos que se acercan a su colmena e incluso caminan entre ojos, nariz y orejas, este comportamiento defensivo se ve principalmente en nidos recién capturados en forma silvestre y en algunas colonias de la especie endémica Melipona yucatanica o tzets en lengua maya.
Realidad: Lo que hasta hace pocos años parecía como un hecho anecdótico o de dominio popular, he podido constatar su realidad. Ataques de insectos como hormigas sobre todo en épocas de escasez de alimento por falta de lluvias y consecuente floración me han ocasionado la merma de colonias con el triste hallazgo del nido abatido en su interior, pero extrañamente las centinelas logran su objetivo, sellar el orificio de entrada, lo cual significa la invasión por otro acceso no asegurado oportunamente por las abejas.
4. Las abejas africanizadas persiguen y matan a las meliponas 4. Las abejas aricanizadas persiguen y matan a las meliponas 4. Las abejas aricanizadas persiguen y matan a las meliponas
Mito: Esta disparatada aseveración pudo verificarse hace muchos años con el ejemplo de la meliponicultura en Brasil, país que importo en el año de 1957 enjambres de abejas africanas Apis mellifera scutellata los cuales dieron origen al fenómeno de la africanizació
5. Las abejas
meliponas no padecen enfermedades infecciosas
Realidad: Hasta
hoy no he tenido reportes de algún tipo de infección en abejas meliponas, sin
embargo la falta de mayor numero de observaciones en colonias en forma
rutinaria podrían reportar lo contrario, ya que en forma tradicional los nidos
son únicamente abiertos durante las cosechas o divisiones lo cual ocurre una o
dos veces al año, comentarios recabados al momento señalan que existen ataques
por otros insectos (gusanos, moscas, hormigas) como factor de mermas a
poblaciones de melipona.
6. Las abejas
meliponas son mas higiénicas que las apis
Realidad: Esta
aseveración ocurre del comentario generalizado de los meliponicultores
tradicionales mayas, los cuales afirman que las abejas meliponas alzan mas el
vuelo en busca de fuentes de néctar procedente de árboles de mayor altura, en
comparación de las abejas apis, las cuales pecorean cualquier tipo de flor,
inclusive las rastreras las cuales son frecuentemente localizadas en lodazales
o contaminadas por las heces fecales de animales domésticos como los bovinos o
porcinos. Martínez-Herná ndez et al 1993, señalan lo siguiente
"Melipona tiene preferencia por polen rico en lípidos; es muy limpia y
sólo visita flores muy finas; es la polinizadora de la vainilla"
7. Las abejas
meliponas son mejores polinizadoras que las abejas apis
Realidad: Estudios
palinológicos han demostrado que las abejas meliponas al ser de menor tamaño
son excelentes polinizadoras de flores acampanadas a las cuales no visita apis
como por ejemplo algunas orquídeas como la vainilla, así como otras especies
(por lo cual es frecuente que ciertas especies de meliponinos sean utilizadas en
cultivos comerciales para este fin). La meliponicultura es vital para la
conservación de las selvas y gran parte de la etnoflora maya, ya que la abeja
común y/o africanizada no poliniza igual que melipona (Villanueva et al, 2005).
8. Las abejas
meliponas se guían en su fuente de alimentación por
la danza de las abejas exploradoras tal como sucede con apis
Mito: Este
comportamiento observado científicamente con las abejas apis por el Dr. Karl
Von Frish en 1973 a través de la danza o "coleteo" hasta ahora no se
ha encontrado una señal de complejidad en los meliponinos, aunque trabajos con
Melipona panamica han reportado un tipo de danza que podría tener un nivel de
sofisticación similar al de Apis (Nieh, 1998). El descubrimiento de la
forma de comunicación de las abejas indígenas sin aguijón de Brasil, fue hecho
por los meliponólogos M. Lindauer y W. E. Kerr en Piracicaba, Brasil. El
procedimiento de comunicación es "químico". Cuando la pecoreadora
descubre una fuente importante de néctar o de polen, realiza de 6 a 15 viajes a
la colmena llevando el alimento como demostración de que la fuente es buena,
entonces, repentinamente cambia su proceder, sale de la colmena hacia la fuente
de alimento, pero esta vez no los recoge, al emprender el regreso a la colonia
comienza a "marcar" el lugar donde se encuentra la floración, dejando
señales de espacio en espacio, el cual varía de acuerdo al género de abeja por
ejemplo de 7 en 7 metros para trigona irapúa, marcando una piedra, una hoja u
otro objeto cualquiera antes de entrar a la colmena. La marca que ella
deja es una diminuta gota de na feromona que producen ciertas glándulas qu
posee en la cabeza. Recientes investigaciones involucran la combinación de
danzas de zigzag con zumbidos así como el marcaje con esencias o feromonas para
el caso de Scaptotrigona, Cephalotrigona, Partamona y en Melipona (Quezada,
2005).
9. Las
abejas meliponas visitan flores que las apis no pueden pecorear
Realidad: Como he
mencionado en el punto 4 las meliponas son efectivas polinizadoras de flores
acampanadas como las orquídeas, sin embargo tal parece que también existe una
especializació n de melipona al visitar mayor numero de plantas nativas,
las cuales son de mayor dosel esto ocurre por un comportamiento evolutivo de la
especie la cual recordemos que es nativa de América. Esto lo podemos
confirmar con la información de Villanueva et al 2005, la cual reporta 32
especies nativas de plantas nectaríferas y poliníferas que son fuente
alimenticia de la abeja melipona. Wilms et al 1996, resaltan la importancia de
los meliponinos en los trópicos, quienes compararon la frecuencia de visitas de
abejas sin aguijón con otras abejas y encontraron que 33% de las plantas son
exclusivamente visitadas por abejas sin aguijón, 22% por otras abejas y un 45%
por miembros de las 2 categorías. De forma similar, Biesmeijer 1997,
encontró que las abejas sin agujón polinizan entre el 30 y 50% de las plantas
en las tierras bajas de América tropical. Esto permite afirmar que las abejas
sin aguijón son polinizadoras muy importantes en las comunidades tropicales, y
esto les confiere su actividad primaria en las selvas.
10.
Las abejas meliponas no hacen enjambres
Realidad: La enjambrazón ha sido perfectamente estudiada en abejas apis
como una estrategia de división natural de los nidos al existir condiciones
idóneas para el crecimiento poblacional de la especie. Sin embargo en las
abejas meliponas este comportamiento no existe como tal, ya que no existe una
división inmediata de la población en dos nidos (colonia madre y colonia hija),
sino que abejas exploradoras sitúan con anterioridad el posible refugio para
fomentar una colonia hija, mediante el aprovisionamiento con cerumen y resinas,
formando el batúmen de lo que será la nueva colonia. En los siguientes
días las abejas inician la construcción de potes de limento a la vez que este
espacio es aprovisionado con reservas (polen y miel) para que una vez hecho
esto, alguna reina virgen de la colonia madre sale junto un grupo de obreras de
la misma, hacia la nueva colonia hija, existiendo la posibilidad de que se
establezca una relación entre los dos nidos por varias semanas (hasta meses) a travez de obreras que toman alimento
de la colonia madre para incrementar las reservas de la colonia hija.
Realidad: Hasta hoy no he tenido reportes de algún tipo de infección en abejas meliponas, sin embargo la falta de mayor numero de observaciones en colonias en forma rutinaria podrían reportar lo contrario, ya que en forma tradicional los nidos son únicamente abiertos durante las cosechas o divisiones lo cual ocurre una o dos veces al año, comentarios recabados al momento señalan que existen ataques por otros insectos (gusanos, moscas, hormigas) como factor de mermas a poblaciones de melipona.
6. Las abejas meliponas son mas higiénicas que las apis
Realidad: Esta aseveración ocurre del comentario generalizado de los meliponicultores tradicionales mayas, los cuales afirman que las abejas meliponas alzan mas el vuelo en busca de fuentes de néctar procedente de árboles de mayor altura, en comparación de las abejas apis, las cuales pecorean cualquier tipo de flor, inclusive las rastreras las cuales son frecuentemente localizadas en lodazales o contaminadas por las heces fecales de animales domésticos como los bovinos o porcinos. Martínez-Herná
7. Las abejas meliponas son mejores polinizadoras que las abejas apis
Realidad: Estudios palinológicos han demostrado que las abejas meliponas al ser de menor tamaño son excelentes polinizadoras de flores acampanadas a las cuales no visita apis como por ejemplo algunas orquídeas como la vainilla, así como otras especies (por lo cual es frecuente que ciertas especies de meliponinos sean utilizadas en cultivos comerciales para este fin). La meliponicultura es vital para la conservación de las selvas y gran parte de la etnoflora maya, ya que la abeja común y/o africanizada no poliniza igual que melipona (Villanueva et al, 2005).
8. Las abejas meliponas se guían en su fuente de alimentación por la danza de las abejas exploradoras tal como sucede con apis
Mito: Este
comportamiento observado científicamente con las abejas apis por el Dr. Karl
Von Frish en 1973 a través de la danza o "coleteo" hasta ahora no se
ha encontrado una señal de complejidad en los meliponinos, aunque trabajos con
Melipona panamica han reportado un tipo de danza que podría tener un nivel de
sofisticación similar al de Apis (Nieh, 1998). El descubrimiento de la
forma de comunicación de las abejas indígenas sin aguijón de Brasil, fue hecho
por los meliponólogos M. Lindauer y W. E. Kerr en Piracicaba, Brasil. El
procedimiento de comunicación es "químico". Cuando la pecoreadora
descubre una fuente importante de néctar o de polen, realiza de 6 a 15 viajes a
la colmena llevando el alimento como demostración de que la fuente es buena,
entonces, repentinamente cambia su proceder, sale de la colmena hacia la fuente
de alimento, pero esta vez no los recoge, al emprender el regreso a la colonia
comienza a "marcar" el lugar donde se encuentra la floración, dejando
señales de espacio en espacio, el cual varía de acuerdo al género de abeja por
ejemplo de 7 en 7 metros para trigona irapúa, marcando una piedra, una hoja u
otro objeto cualquiera antes de entrar a la colmena. La marca que ella
deja es una diminuta gota de na feromona que producen ciertas glándulas qu
posee en la cabeza. Recientes investigaciones involucran la combinación de
danzas de zigzag con zumbidos así como el marcaje con esencias o feromonas para
el caso de Scaptotrigona, Cephalotrigona, Partamona y en Melipona (Quezada,
2005).
9. Las
abejas meliponas visitan flores que las apis no pueden pecorear
Realidad: Como he
mencionado en el punto 4 las meliponas son efectivas polinizadoras de flores
acampanadas como las orquídeas, sin embargo tal parece que también existe una
especializació n de melipona al visitar mayor numero de plantas nativas,
las cuales son de mayor dosel esto ocurre por un comportamiento evolutivo de la
especie la cual recordemos que es nativa de América. Esto lo podemos
confirmar con la información de Villanueva et al 2005, la cual reporta 32
especies nativas de plantas nectaríferas y poliníferas que son fuente
alimenticia de la abeja melipona. Wilms et al 1996, resaltan la importancia de
los meliponinos en los trópicos, quienes compararon la frecuencia de visitas de
abejas sin aguijón con otras abejas y encontraron que 33% de las plantas son
exclusivamente visitadas por abejas sin aguijón, 22% por otras abejas y un 45%
por miembros de las 2 categorías. De forma similar, Biesmeijer 1997,
encontró que las abejas sin agujón polinizan entre el 30 y 50% de las plantas
en las tierras bajas de América tropical. Esto permite afirmar que las abejas
sin aguijón son polinizadoras muy importantes en las comunidades tropicales, y
esto les confiere su actividad primaria en las selvas.
10.
Las abejas meliponas no hacen enjambres
Realidad: La enjambrazón ha sido perfectamente estudiada en abejas apis como una estrategia de división natural de los nidos al existir condiciones idóneas para el crecimiento poblacional de la especie. Sin embargo en las abejas meliponas este comportamiento no existe como tal, ya que no existe una división inmediata de la población en dos nidos (colonia madre y colonia hija), sino que abejas exploradoras sitúan con anterioridad el posible refugio para fomentar una colonia hija, mediante el aprovisionamiento con cerumen y resinas, formando el batúmen de lo que será la nueva colonia. En los siguientes días las abejas inician la construcción de potes de limento a la vez que este espacio es aprovisionado con reservas (polen y miel) para que una vez hecho esto, alguna reina virgen de la colonia madre sale junto un grupo de obreras de la misma, hacia la nueva colonia hija, existiendo la posibilidad de que se establezca una relación entre los dos nidos por varias semanas (hasta meses) a travez de obreras que toman alimento de la colonia madre para incrementar las reservas de la colonia hija.
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