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miércoles, 28 de noviembre de 2018

El rezago de la apicultura en Venezuela - Causas, efectos y posibles soluciones

Introducción
En Venezuela, la apicultura ha disminuido los niveles de producción y productividad que mantenía en 1973. La producción de miel disminuyó de más de 1.425 TM en 1975 a sólo 75 TM en 1981 hasta alcanzar 296 TM en 2001, el promedio en 1973 era de 25 kg. de miel/colmena/año y disminuyó a 20 kg. de miel/colmena/año en 2002. Por otra parte, se pasó de país exportador de miel a país importador de todos los productos apícolas. 

Causas y efectos del rezago

Este atraso en el desarrollo apícola nacional tiene una serie de factores que han incidido negativamente, entre ello tenemos:
1) Africanización
Antes del arribo de las abejas africanizadas, las colmenas estaban ubicadas en su mayoría en lugares cercanos a la vivienda principal y existía un número aceptable de productores que poseían más de 1.000 colmenas. En 1975, se calcularon cerca de 94.000 colmenas modernas y para 2002, se estimaron en 21.000. Esta reducción se debió principalmente a el abandono y destrucción de las colmenas y apiarios; a la cantidad de muertes ocasionadas por los ataques de las abejas y a una campaña negativa contra estas. A pesar de que el número de colmenas se redujo considerablemente, el número de colonias silvestres aumentó en forma exponencial hasta alcanzar casi 1.000.000, que compiten con las colmenas modernas por alimentos y hábitat. Por otra parte, el poco estudio de la biología de este híbrido en Venezuela no ha permitido desarrollar un manejo adecuado, no obstante estos conocimientos permitieron que México recuperara su sitial en la apicultura después del ingreso de la abeja africanizada en la década de los años 1980, y que Brasil pasara de ser un país con poca producción de miel en 1956, a uno de los principales productores en el mundo (cosa que en nuestro país no se ha realizado con la seriedad que se merece) aunado al comportamiento altamente defensivo, enjambrazón y el abandono del nido de cría, han terminado por desincentivar a aquellos nuevos apicultores que quisieran trabajar con estos insectos.
2) Resistencia al cambio
En los actuales momentos los apicultores continúan manejando las colonias de abejas africanizadas, de la misma forma que trabajaban las abejas europeas, olvidando la biología del comportamiento de las abejas africanizadas, dado que estos híbridos requieren la introducción de algunos cambios en el manejo, tales como: separación mínima entre colmenas de dos metros, uso de un ahumador mayor, uso de vestimenta resistente y de colores claros, uso indispensable de velo(máscara) y guantes, ubicación de los apiarios mínimo de 400 metros de centros poblados, control de enjambrazón, captura de enjambres, encolmenamiento o trasiego de colonias silvestres y disminuir las fuentes de perturbación que incitan el abandono de las colonias. Todos estos cambios que se deben adoptar para el correcto manejo de la abeja africanizada, han sido adoptados por varios apicultores, sin embargo, otro grupo de viejos y nuevos apicultores aún persisten con la idea de trabajar con abejas europeas al introducir reinas de este origen, olvidando que estas razas en nuestro país son: poco productivas y eficientes al tener que competir con las africanizadas; susceptibles a plagas y depredadores y reinas poco longevas, al ser cambiadas rápidamente por no mantener la tasa de postura adecuada.
3) Fomento inadecuado y distorsionado
El apoyo a la apicultura en Venezuela ha sido incompleto, discriminatorio y distorsionado, hasta 1998, el sector apícola disfrutó de pocos créditos, principalmente de la banca privada y del Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario ( ICAP), bajo un criterio marcadamente economicista , en el cual el productor debía iniciar el pago del crédito a los seis meses de haberlo recibido, mecanismo que frenó las solicitudes crediticias y el crecimiento del sector, dado el corto plazo para amortizar el préstamo, en el cual se estimaba que la producción se efectuaría en un período tan corto. De 1999 a 2002, el apoyo económico que recibió el sector por parte del estado fue mayor que el recibido en los 20 años precedentes a través de organismos tan disímiles y sin coordinación entre sí, tales como: Fondo Nacional de Ciencia Tecnología y de Innovación (FONACIT), Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), Fondo de Desarrollo Agrícola Pecuario Forestal y Afines (FONDAPFA), Plan Bolívar 2000, Alcaldías y Gobernaciones de Estados; bajo un criterio social equivocado al ofrecer cursos básicos con dotación de 5-10 colmenas por persona, sin un programa de seguimiento ni asesoría técnica que garantice una adecuada formación continua del crecimiento del sector. El mayor agravante radica, en la ausencia de una política global donde se considere a la apicultura como un sector productivo indispensable en la conservación de la biodiversidad y en la mejora de la productividad mediante la polinización cruzada.
4) Inseguridad rural
Enmarcada por robo y destrucción de las colmenas, por parte de cosechadores y/o saqueadores furtivos, quienes se dedican a robar miel durante el período de cosecha, generalmente entre noviembre y abril, con acciones vandálicas que van desde el robo de los panales, cuadros y alzas hasta la destrucción y quema de las colmenas. En Venezuela para la cosecha 2002-2203 los apicultores reportaron un índice de robo y depredación de colmenas cercano al 20%, situación que se hace más crítica en los principales estados productores, a saber: Cojedes, Yaracuy, Carabobo, Portuguesa y Monagas, situación ésta difícil de controlar dado que las autoridades competentes no actúan al respecto, al no considerarlo seriamente como un daño a la propiedad y a la producción. Este problema es de tal magnitud, que aparte del aislamiento en el que incurren los apicultores para evitar problemas con las comunidades, han elevado los costos al destinar una cantidad de tiempo y dinero para garantizar la seguridad de los apiarios y controlar éste enemigo, extremando las medidas de protección que van desde la construcción de instalaciones similares a jaulas ganaderas donde se confinan las abejas, uso de cámaras filmadoras en los apiarios para detectar e identificar a los saqueadores hasta llegar al extremo de colocar niples en las adyacencias de los apiarios. Lamentablemente el vandalismo contra la apicultura no es un fenómeno exclusivo venezolano, en Latinoamérica es muy común. Sin embargo, en varios países los saqueadores cuando son identificados o capturados in fraganti son severamente castigados por la ley. Igualmente las quemas accidentales o provocadas de bosques y sabanas, no sólo elimina las colonias silvestres, sino también, las colmenas establecidas.
5) Falta de generación de relevo
La mayoría de los grandes apicultores en Venezuela sobrepasan los 45 años de edad, lo cual muestra parcialmente el poco interés que esta actividad despierta en los más jóvenes. Por otro lado, muchos de los nuevos apicultores son hobbistas y su impacto en la producción es baja. Adicionalmente, la ausencia de la cátedra de apicultura dentro de los Pensa de estudios en la mayoría de las carreras agropecuarias tanto en las Universidades, Institutos Tecnológicos como en Escuelas Técnicas, atenta contra la adecuada formación de nuevos apicultores y respectiva divulgación de las bondades de este sector, el cual es percibido como pseudocientífico y poco serio.
6) Sobrevaluación de la moneda
Venezuela por ser un país dependiente de las exportaciones petroleras generalmente ha tenido su moneda (El Bolívar) sobrevaluado, lo cual hace que muchos de los productos generados internamente sean más costosos que los importados. Aún cuando nuestro país posee un gran potencial apícola, dada su variada biodiversidad que ofrece una gran variedad de plantas de las cuales se pueden obtener productos apícolas de elevada calidad, lamentablemente la mayor parte de los implementos usados en la apicultura local son importados y más costosos, debido a la poca oferta y a la ausencia de desarrollo de equipos y materiales locales que permitan abaratar los costos, de tal forma que la miel producida en el país tiene un precio al mayor de 4.500-6.500Bs/kg ( 1.7-2.5 US$/kg) en cuanto el precio internacional varía entre 1.1-1.7 US$/kg. Aunado a este hecho se presenta la importación indiscriminada de mieles de baja calidad (calidad industrial) dado su bajo precio que compite deslealmente contra mieles de mejor calidad pero de mayor precio. No obstante, a raíz del control de cambio decretado en enero del presente año, se han cerrado las importaciones y el sector apícola ha retomado un impulso, dado que la escasez de miel ha obligado e incentivado a muchos apicultores a incrementar el número de colmenas para satisfacer la demanda reprimida de miel.
7) Poca cultura apícola
En Venezuela cuando se habla de abejas, automáticamente la mayoría de las personas lo asocia con las picadas de abejas y con la miel, olvidándose que existen una serie de productos como: Polen, propóleos, cera, jalea real, apitoxina y derivados como, licor de miel y vinagre de miel, además de productos compuestos, que pueden aumentar el valor agregado del sector apícola. Por otra parte, la miel es el producto de origen agropecuario más vilipendiado y sobre el cual se desconfía más acerca de su autenticidad. Esta desconfianza ha generado una serie de elementos que condicionan y distorsionan su consumo, a saber: a) Proliferación de productos adulterados ofrecidos como miel, lo que permite que se oferte en el mercado consumidor más del 20% en "mieles" adulteradas (llamadas jarabes o papelón) fabricadas con azúcar comercial (sacarosa) y amarillo 5 (tartrazina); b) la falsa propaganda, que divulgan los adulteradores de miel, quienes señalan que la miel que cristaliza es adulterada o es azúcar, lo cual inhibe fuertemente el consumo de este alimento y c) la ausencia de promoción acerca de los beneficios del consumo de miel, dado que mayormente se utiliza como remedio contra la gripe. La falta de cultura de polinización entomófila también atenta contra el desarrollo de nuestra apicultura, mientras en países como Chile, Argentina, España, Estados Unidos e Israel, los productores de frutales solicitan los servicios apícolas para polinizar sus cultivares, remunerando al apicultor con valores de 15 hasta 25 US$/colmena, en Venezuela por el contrario los agricultores pretenden cobrarle a los apicultores el servicio de polinización que estos realizan, actitud que limita el desarrollo de una apicultura especializada en polinización.
8) Posibles Soluciones
Para lograr las posibles soluciones al problema, debe trabajarse en un programa a mediano plazo y largo plazo, que implique un esfuerzo mancomunado entre apicultores, gobierno y empresa privada, eliminando las soluciones inmediatas y poco creíbles, tomando las iniciativas exitosas emprendidas por Brasil y México. A tal efecto, se plantea iniciar acciones que respondan con mayor rapidez y su impacto sea más duradero tales como:
  • Incluir a la apicultura dentro de programas educativos tanto en las carreras agropecuarias, como en programas escolares
  • Estudio de la biología de las abejas africanizadas
  • Realizar un programa de selección que abarque varios componentes, a saber: abejas con comportamiento higiénico, con mayor productividad, más dóciles.
  • Incluir a la apicultura dentro de programas conservacionistas y de mejora de la biodiversidad, permitiendo el acceso de apicultores en parques nacionales, tal como ocurre en Australia, dada la actitud conservacionista y reforestadora de los apicultores.
9) Referencias
  1. Instituto Nacional de Estadísticas (2002). Anuarios de Comercio Exterior. Caracas, Venezuela.
  2. Ministerio de Agricultura y Tierras. (2002). Estadísticas Agrícolas. Dirección de Estadísticas. Anuarios Estadísticos. Caracas, Venezuela.
  3. Manrique, Antonio José & Pérez Sáez, Mirian. (2002). La comercialización de la miel en Venezuela. En: http:// www.la-apicultura.com/index

Histórico: juez ordena proteger la vida de las abejas en Colombia



Histórico: juez ordena proteger la vida de las abejas en Colombia
Como respuesta a una tutela elevada por un ciudadano, el Estado debe proteger a estos polinizadores
Juez ordena proteger la vida de las abejas en Colombia
Las abejas son una especie de insectos de inmenso valor para la preservación de la biodiversidad



Juzgado Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Cartagena ordena ordenó al Estado colombiano, en cabeza de sus principales entidades ambientales, agrícolas y de salud que con carácter urgente se detenga la extinción de las abejas en el país y se promuevan políticas en materia de precaución ambiental y la búsqueda de las causas que afectan la supervivencia de estos agentes polinizadores.

También ordena el juzgado a todas las otras entidades nacionales la promoción de estudios científicos, incluyendo la institucionalización de premios de investigación sobre las abejas, la realización de foros y simposios sobre estos insectos, así como el análisis de la legislación extranjera sobre la protección de las abejas y generar una excelente promoción en los medios de comunicación nacional con miras a sensibilizar y socializar a los conciudadanos de la importancia de la conservación de los agentes polinizadores y en especial de las abejas.
 
Este fallo histórico es una respuesta a una tutela elevada por el abogado Joaquín Torres contra el estado colombiano, en cabeza de las autoridades ambientales y de agricultura debido a la extinción silenciosa de las abejas que según el abogado Torres “es la extinción de la vida misma”.

“Sin abejas nuestra existencia en esta tierra es casi imposible. La más extrema ignorancia, sumada a desafortunada estigmatización social de ser animales peligrosos, y al más aberrante desinterés por la invaluable importancia que tienen, han generado la total ausencia de actividades humanas que garanticen la preservación de las abejas. Desde el año 2000; en Colombia, principalmente los apicultores (personas que se dedican al mantenimiento de colmenas de abejas para la extracción de miel de abejas, polen y jalea, han venido reportando mortandan de las colonias de abejas que conforman los cajones en los que las cultivan”, dice el abogado Joaquín Torres.

Sin abejas nuestra existencia en esta tierra es casi imposible
Sin abejas nuestra existencia en esta tierra es casi imposible


Entidades como los Ministerios de Agricultura u Desarrollo Rural y Ambiente y Desarrollo Sostenible, así como El Instituto Colombiano Agropecuario - ICA, La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales - ANLA y el Instituto Nacional de Salud deben rendir un informe Bimensual a dicho Juzgado de las gestiones que adelanten para la protección de las abejas.

“Las abejas son una especie de insectos de inmenso valor para la preservación de la biodiversidad, pues en el proceso que realizan de polinización, garantizan en promedio la producción del treinta (30) por ciento de la producción de alimentos y el setenta (70) por ciento de las plantas dependen de ello”, señala un aparte de la Tutela presentada por Joaquín Torres.

“Las abejas son unas excelentes polinizadoras, porque tienen la particularidad de concentrar su trabajo en determinado tipo de planta en sus salidas corrientes a libar néctar, motivo por el cual aseguran una mayor polinización, con incremento de la fecundación y productividad de cada especie de plantas. Se puede asegurar que uno de cada tres alimentos que componen tu plato de comida, proceden directa o indirectamente de la polinización de plantas efectuada por las abejas El sistema de producción agrícola dependé, en su gran mayoría, depende de la polinización que efectúan las abejas de las plantas que cultivan. Estas son, entre muchas otras plantas, las que requieren de la polinización de las abejas para subsistir: manzanas, tomates, calabazas, brócoli, pepino almendras, uvas, etc, etc, etc”, señala la tutela.


John Montaño
Redactor de EL TIEMPO Cartagena

lunes, 26 de noviembre de 2018

producción con una y dos reinas


Produccion con una y dos reinas

Publicado en por billibilli

Es muy interesante el artículo, uno puede encontrar en la literatura experiencias de este tipo, por ejemplo SUSAETA, M. 1968. Aplicación de un sistema de dos reinas para la polinización de alfalfa y trébol rosado. Investigación y Progreso Agrícola. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Santiago, Chile. Y BANKER, R. 1975. Manejo de colonias con dos reinas. En Dadant e Hijos. La colmena y la abeja melífera. Hemisferio Sur. Montevideo. Uruguay. No tengo claro la factibilidad de hacerlo a mayor escalo para producir mil, esta temporada lo pruebo y les cuento la experiencia.
Lo que esta muy claro con la experiencia es lo que se llama “equilibrio poblacional” en la época de mayor flujo de néctar.






INVESTIGACIONES ESTUDIO COMPARATIVO DE LA PRODUCCIÓN DE MIEL CON UNA Y TRES REINAS POR COLMENA EN LA ZONA DE NUEVA IMPERIAL, CHILE COMPARATIVE STUDY OF HONEY BEE PRODUCTION WITH ONE AND THREE QUEENS BY BEEHIVE IN NUEVA IMPERIAL, IX REGION, CHILE

 Ramón Rebolledo R.1; Carmen Gloria Guiñez V.1; Ximena Araneda D.2; Alfonso Aguilera P.1 1 Universidad de la Frontera. Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales. Temuco, Chile. 2 Universidad Católica de Temuco. Facultad de Recursos Naturales. Temuco, Chile.

RESUMEN
En la Región de La Araucanía se han realizado ensayos donde se comparó la producción de miel de colmenas doble reina y colmenas de una sola reina, con resultados alentadores. Esto motivó la realización de este estudio en la zona de Nueva Imperial, el cual comparó la producción de miel de sistemas de triple reina y sistemas convencionales con una reina por colmena. Para la realización de este estudio se utilizaron 12 colmenas, de las cuales nueve se agruparon para formar los sistemas triple reina, y las tres restantes con una reina fueron utilizadas como testigo. La investigación comenzó el 4 de noviembre del 2004, con visitas semanales, para controlar los factores que pudieran incidir en la producción de miel. La cosecha se realizó el 11 de enero de 2005, alcanzándose producciones promedio de 85 kg de miel para los sistemas triple reina, lo cual fue significativamente mayor a la producción lograda por los sistemas con una sola reina que alcanzaron 19,17 kg de miel promedio. Palabras clave: Triple reina, producción de miel.

INTRODUCCIÓN
 Moeller (1987) define el establecimiento de una colmena como un sistema que se basa en la coexistencia armoniosa de dos o más reinas en una sola unidad. Gutiérrez y Rebolledo (2000) y García (2002) señalan que este sistema tiene como objetivo tener a estas reinas poniendo independientemente en sus respectivos nidos de cría, separados durante la precosecha y cosecha.

Los sistemas plurirreinas se han ideado con el fin de obtener altos rendimientos de miel por colmena, teniendo colmenas con grandes poblaciones durante el flujo de miel (Banker, 1975). Según Garau (1990), la razón de tener una colmena plurirreina es que el mismo número de abejas pecoreadoras en este tipo recoge más néctar que el mismo número de pecoreadoras en colmenas separadas. Con respecto a esto Villarroel et al. (1998), Werthein (1995) y Gutiérrez y Rebolledo (2000) coinciden en que no es lo mismo tener dos colmenas separadas, que una sola con dos reinas.

La mayor producción de miel de un sistema plurirreina es debido a un mayor número de pecoreadoreas (Philippe, 1990). Al respecto, Roma (1981) señala que la asociación de dos más colonias provoca un aumento del calor al interior de la colmena, aumentando con ello la actividad de las obreras, y por ende la productividad, la cual ha sido denominada por este autor como emulación del trabajo. Otro hecho importante según el mismo autor se debe al intercambio de olores (feromonas) entre las colmenas, produciendo de esta manera una emulación de la postura con una suerte de competencia entre las reinas, teniendo como resultado una mayor postura.

La fusión de dos o más colmenas exige cuidados, para evitar que las abejas de las familias a unir luchen entre ellas (Schopflocher, 1986). Esto se debe a que cada colonia tiene su olor característico, que son las feromonas, y que debe ser uno solo en un sistema plurirreina (Crane, 1990; López y De López, 1983). En consecuencia, para establecer un sistema plurirreina es necesario homogeneizar las feromonas producidas por las reinas y obreras que formarán parte de él, logrando así que exista un olor común en toda la colmena y las abejas se sientan parte de una misma unidad (García, 2002; Philippe, 1990).

Existen variadas técnicas para el establecimiento de colmenas plurirreinas, entre los que destacan dos grandes tipos: sistemas de gemelado vertical y horizontal (Philippe, 1990).

En las colmenas plurirreinas de disposición horizontal se encuentra la colmena Onuba de Bravo y Suárez para dos y tres reinas; la colmena Romero; Dunham, Farrar y Perla (Roma, 1981, Garau, 1990). El sistema de gemelado horizontal o yuxtapuesto consiste en colocar dos colmenas en un mueble único, a un mismo nivel, separadas en forma transitoria o permanente por un excluidor de reinas (Figura 5).

 El sistema de gemelado vertical consiste en colocar las cámaras de cría una sobre la otra separadas por una rejilla excluidora (Philippe, 1990). Según Garau (1990) y Roma (1981), el sistema más conocido corresponde a la colmena rascacielos.

Respecto a la productividad que este sistema puede alcanzar, Moeller (1987) reporta que en Minnesota (USA) los promedios de miel alcanzados por este sistema llegaron a 127 kg por colmena de dos reinas y 53 kg para las colmenas con una sola reina. Hooper (1990) señala producciones en Argentina de más de 150 kg por colmenas. Experiencias realizadas por la Universidad Autónoma de México señalan que los sistemas plurirreinas producen un 101% (Promedio de 52,3 kg) más miel que el sistema tradicional de una sola reina (26,4 kg de miel) (Gris et al., 2004).

En Chile son pocas las experiencias realizadas con sistemas plurirreinas, a excepción de Susaeta (1968) y González (1979), quienes trabajaron con sistema de doble reina, concluyendo que estos sistemas son más productivos que los de una sola reina, ya que se logran colmenas más vigorosas y con mayor población de pecoreadoras.

En la Región de La Araucanía Villarroel et al. (1998) compararon la producción de miel con una y dos reinas por colmena (gemelado vertical), donde obtuvieron una media de 36 kg en el sistema doble reina contra 14 kg en las colmenas de una sola reina. Otro estudio comparativo fue el de Gutiérrez y Rebolledo (2000) en la misma región, quienes compararon la producción de miel en dos sistemas de doble reina (gemelado horizontal y vertical) versus el sistema tradicional (una reina por colmena), obteniendo una producción promedio de 45 kg para el sistema de gemelado horizontal, 28 kg en el sistema de gemelado vertical y 8 kg promedio en el sistema tradicional concluyendo que el sistema gemelado horizontal es mejor que el gemelado vertical.

Por lo anterior, el objetivo planteado en esta investigación fue comparar la producción de miel de un sistema convencional de una reina por colmena versus un sistema de triple reina horizontal en la zona de Nueva Imperial.

MATERIALES Y MÉTODOS
 Las abejas utilizadas en el ensayo correspondieron a la raza ítalo-canadiense, provenientes de un apiario particular, de propiedad de la empresa Araneda e Hija Ltda. Este apiario es manejado en forma tradicional, similar a lo realizado por la mayoría de los apicultores de la región de La Araucanía. La investigación de campo se desarrolló entre las ciudades Imperial-Carahue, específicamente a 9 km de Carahue, en el sector Lolocura, cuyas coordenadas georreferenciadas mediante GPS marca Garlin modelo III son HUSO 180666767, UTM 5714087, a 10 m.s.n.m.

El apiario estaba distribuido linealmente, orientado de Oeste a Este, distribución que no fue modificada. Las piqueras de las colmenas tenían una orientación 160° Sureste. El lugar seleccionado presentaba floración de pradera natural, algunas plantaciones, árboles frutales y bosque nativo. La zona de Nueva Imperial corresponde al secano, en el sector poniente de la Región de La Araucanía (Romero y Demanet, 1988). La zona seleccionada para la actividad experimental está clasificada como Macroárea II por Rouanet (1982).

Para el estudio se seleccionaron 12 colmenas tipo Langstroth, de dos cuerpos cada una. El experimento se llevó a cabo utilizando abejas que salen del invierno, tal como las mantiene el apicultor en la zona, con el objeto de no llevar el trabajo a un plano que no correspondiese a la realidad. Se realizó una visita el 29 de septiembre del 2004, con la finalidad de hacer un reconocimiento del apiario en el cual se establecería el experimento.

La segunda visita, realizada el 13 de octubre del 2004, permitió confeccionar un bosquejo del apiario y un reconocimiento de especies vegetales presentes en el lugar. El día 28 de octubre del 2004 se realizó una revisión del colmenar, con el fin de seleccionar las doce colmenas de características similares para ser utilizadas en el experimento. Se buscó que éstas estuvieran en las mejores condiciones sanitarias, similar cantidad de abejas, cuadros de postura y alimento.

Es importante mencionar que las condiciones climáticas imperantes durante la primavera atrasaron alrededor de 20 días el comienzo del experimento, ya que las lluvias y las bajas temperaturas del mes de octubre no permitieron realizar las labores en las fechas preestablecidas.

 El experimento comenzó el jueves 4 de noviembre de 2004. Para la instalación del sistema triple reina se tomaron nueve colmenas de dos cuerpos tipo Langtroth, dejando tres como testigo, agrupadas horizontalmente de tres en tres, al mismo nivel, una junto a la otra, con las piqueras de las orillas orientadas 160° Sureste, mientras que la piquera central fue orientada en el sentido contrario (Figuras 1, 2 y 3). El cambio de disposición de las piqueras se realizó para evitar que ocurriera deriva entre las colmenas que formaron parte del sistema. El fenómeno de deriva es definido por Prost (1985) como el cambio de colonia de las pecoreadoras a pesar de la señalización de su domicilio. Esta se puede manifestar en colonias dispuestas en filas paralelas con las piqueras orientadas en la misma dirección. Por ejemplo, frente a las flores a cosechar, las colmenas de la primera fila captan pecoreadoras ajenas a la vuelta del campo, o las colmenas situadas en los extremos de las filas recogen pecoreadoras de colmenas más centrales.


Figura 1. Esquema sistema triple reina mostrando la malla de homogeneización de olores. 















Figura 2. Vista anterior del sistema triple reina.
















Figura 3. Vista posterior del sistema triple reina.


Produccion con una y dos reinas

Publicado en por billibilli

Es muy interesante el artículo, uno puede encontrar en la literatura experiencias de este tipo, por ejemplo SUSAETA, M. 1968. Aplicación de un sistema de dos reinas para la polinización de alfalfa y trébol rosado. Investigación y Progreso Agrícola. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Santiago, Chile. Y BANKER, R. 1975. Manejo de colonias con dos reinas. En Dadant e Hijos. La colmena y la abeja melífera. Hemisferio Sur. Montevideo. Uruguay. No tengo claro la factibilidad de hacerlo a mayor escalo para producir mil, esta temporada lo pruebo y les cuento la experiencia.
Lo que esta muy claro con la experiencia es lo que se llama “equilibrio poblacional” en la época de mayor flujo de néctar.






INVESTIGACIONES ESTUDIO COMPARATIVO DE LA PRODUCCIÓN DE MIEL CON UNA Y TRES REINAS POR COLMENA EN LA ZONA DE NUEVA IMPERIAL, CHILE COMPARATIVE STUDY OF HONEY BEE PRODUCTION WITH ONE AND THREE QUEENS BY BEEHIVE IN NUEVA IMPERIAL, IX REGION, CHILE

 Ramón Rebolledo R.1; Carmen Gloria Guiñez V.1; Ximena Araneda D.2; Alfonso Aguilera P.1 1 Universidad de la Frontera. Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales. Temuco, Chile. 2 Universidad Católica de Temuco. Facultad de Recursos Naturales. Temuco, Chile.

RESUMEN
En la Región de La Araucanía se han realizado ensayos donde se comparó la producción de miel de colmenas doble reina y colmenas de una sola reina, con resultados alentadores. Esto motivó la realización de este estudio en la zona de Nueva Imperial, el cual comparó la producción de miel de sistemas de triple reina y sistemas convencionales con una reina por colmena. Para la realización de este estudio se utilizaron 12 colmenas, de las cuales nueve se agruparon para formar los sistemas triple reina, y las tres restantes con una reina fueron utilizadas como testigo. La investigación comenzó el 4 de noviembre del 2004, con visitas semanales, para controlar los factores que pudieran incidir en la producción de miel. La cosecha se realizó el 11 de enero de 2005, alcanzándose producciones promedio de 85 kg de miel para los sistemas triple reina, lo cual fue significativamente mayor a la producción lograda por los sistemas con una sola reina que alcanzaron 19,17 kg de miel promedio. Palabras clave: Triple reina, producción de miel.

INTRODUCCIÓN
 Moeller (1987) define el establecimiento de una colmena como un sistema que se basa en la coexistencia armoniosa de dos o más reinas en una sola unidad. Gutiérrez y Rebolledo (2000) y García (2002) señalan que este sistema tiene como objetivo tener a estas reinas poniendo independientemente en sus respectivos nidos de cría, separados durante la precosecha y cosecha.

Los sistemas plurirreinas se han ideado con el fin de obtener altos rendimientos de miel por colmena, teniendo colmenas con grandes poblaciones durante el flujo de miel (Banker, 1975). Según Garau (1990), la razón de tener una colmena plurirreina es que el mismo número de abejas pecoreadoras en este tipo recoge más néctar que el mismo número de pecoreadoras en colmenas separadas. Con respecto a esto Villarroel et al. (1998), Werthein (1995) y Gutiérrez y Rebolledo (2000) coinciden en que no es lo mismo tener dos colmenas separadas, que una sola con dos reinas.

La mayor producción de miel de un sistema plurirreina es debido a un mayor número de pecoreadoreas (Philippe, 1990). Al respecto, Roma (1981) señala que la asociación de dos más colonias provoca un aumento del calor al interior de la colmena, aumentando con ello la actividad de las obreras, y por ende la productividad, la cual ha sido denominada por este autor como emulación del trabajo. Otro hecho importante según el mismo autor se debe al intercambio de olores (feromonas) entre las colmenas, produciendo de esta manera una emulación de la postura con una suerte de competencia entre las reinas, teniendo como resultado una mayor postura.

La fusión de dos o más colmenas exige cuidados, para evitar que las abejas de las familias a unir luchen entre ellas (Schopflocher, 1986). Esto se debe a que cada colonia tiene su olor característico, que son las feromonas, y que debe ser uno solo en un sistema plurirreina (Crane, 1990; López y De López, 1983). En consecuencia, para establecer un sistema plurirreina es necesario homogeneizar las feromonas producidas por las reinas y obreras que formarán parte de él, logrando así que exista un olor común en toda la colmena y las abejas se sientan parte de una misma unidad (García, 2002; Philippe, 1990).

Existen variadas técnicas para el establecimiento de colmenas plurirreinas, entre los que destacan dos grandes tipos: sistemas de gemelado vertical y horizontal (Philippe, 1990).

En las colmenas plurirreinas de disposición horizontal se encuentra la colmena Onuba de Bravo y Suárez para dos y tres reinas; la colmena Romero; Dunham, Farrar y Perla (Roma, 1981, Garau, 1990). El sistema de gemelado horizontal o yuxtapuesto consiste en colocar dos colmenas en un mueble único, a un mismo nivel, separadas en forma transitoria o permanente por un excluidor de reinas (Figura 5).

 El sistema de gemelado vertical consiste en colocar las cámaras de cría una sobre la otra separadas por una rejilla excluidora (Philippe, 1990). Según Garau (1990) y Roma (1981), el sistema más conocido corresponde a la colmena rascacielos.

Respecto a la productividad que este sistema puede alcanzar, Moeller (1987) reporta que en Minnesota (USA) los promedios de miel alcanzados por este sistema llegaron a 127 kg por colmena de dos reinas y 53 kg para las colmenas con una sola reina. Hooper (1990) señala producciones en Argentina de más de 150 kg por colmenas. Experiencias realizadas por la Universidad Autónoma de México señalan que los sistemas plurirreinas producen un 101% (Promedio de 52,3 kg) más miel que el sistema tradicional de una sola reina (26,4 kg de miel) (Gris et al., 2004).

En Chile son pocas las experiencias realizadas con sistemas plurirreinas, a excepción de Susaeta (1968) y González (1979), quienes trabajaron con sistema de doble reina, concluyendo que estos sistemas son más productivos que los de una sola reina, ya que se logran colmenas más vigorosas y con mayor población de pecoreadoras.

En la Región de La Araucanía Villarroel et al. (1998) compararon la producción de miel con una y dos reinas por colmena (gemelado vertical), donde obtuvieron una media de 36 kg en el sistema doble reina contra 14 kg en las colmenas de una sola reina. Otro estudio comparativo fue el de Gutiérrez y Rebolledo (2000) en la misma región, quienes compararon la producción de miel en dos sistemas de doble reina (gemelado horizontal y vertical) versus el sistema tradicional (una reina por colmena), obteniendo una producción promedio de 45 kg para el sistema de gemelado horizontal, 28 kg en el sistema de gemelado vertical y 8 kg promedio en el sistema tradicional concluyendo que el sistema gemelado horizontal es mejor que el gemelado vertical.

Por lo anterior, el objetivo planteado en esta investigación fue comparar la producción de miel de un sistema convencional de una reina por colmena versus un sistema de triple reina horizontal en la zona de Nueva Imperial.

MATERIALES Y MÉTODOS
 Las abejas utilizadas en el ensayo correspondieron a la raza ítalo-canadiense, provenientes de un apiario particular, de propiedad de la empresa Araneda e Hija Ltda. Este apiario es manejado en forma tradicional, similar a lo realizado por la mayoría de los apicultores de la región de La Araucanía. La investigación de campo se desarrolló entre las ciudades Imperial-Carahue, específicamente a 9 km de Carahue, en el sector Lolocura, cuyas coordenadas georreferenciadas mediante GPS marca Garlin modelo III son HUSO 180666767, UTM 5714087, a 10 m.s.n.m.

El apiario estaba distribuido linealmente, orientado de Oeste a Este, distribución que no fue modificada. Las piqueras de las colmenas tenían una orientación 160° Sureste. El lugar seleccionado presentaba floración de pradera natural, algunas plantaciones, árboles frutales y bosque nativo. La zona de Nueva Imperial corresponde al secano, en el sector poniente de la Región de La Araucanía (Romero y Demanet, 1988). La zona seleccionada para la actividad experimental está clasificada como Macroárea II por Rouanet (1982).

Para el estudio se seleccionaron 12 colmenas tipo Langstroth, de dos cuerpos cada una. El experimento se llevó a cabo utilizando abejas que salen del invierno, tal como las mantiene el apicultor en la zona, con el objeto de no llevar el trabajo a un plano que no correspondiese a la realidad. Se realizó una visita el 29 de septiembre del 2004, con la finalidad de hacer un reconocimiento del apiario en el cual se establecería el experimento.

La segunda visita, realizada el 13 de octubre del 2004, permitió confeccionar un bosquejo del apiario y un reconocimiento de especies vegetales presentes en el lugar. El día 28 de octubre del 2004 se realizó una revisión del colmenar, con el fin de seleccionar las doce colmenas de características similares para ser utilizadas en el experimento. Se buscó que éstas estuvieran en las mejores condiciones sanitarias, similar cantidad de abejas, cuadros de postura y alimento.

Es importante mencionar que las condiciones climáticas imperantes durante la primavera atrasaron alrededor de 20 días el comienzo del experimento, ya que las lluvias y las bajas temperaturas del mes de octubre no permitieron realizar las labores en las fechas preestablecidas.

 El experimento comenzó el jueves 4 de noviembre de 2004. Para la instalación del sistema triple reina se tomaron nueve colmenas de dos cuerpos tipo Langtroth, dejando tres como testigo, agrupadas horizontalmente de tres en tres, al mismo nivel, una junto a la otra, con las piqueras de las orillas orientadas 160° Sureste, mientras que la piquera central fue orientada en el sentido contrario (Figuras 1, 2 y 3). El cambio de disposición de las piqueras se realizó para evitar que ocurriera deriva entre las colmenas que formaron parte del sistema. El fenómeno de deriva es definido por Prost (1985) como el cambio de colonia de las pecoreadoras a pesar de la señalización de su domicilio. Esta se puede manifestar en colonias dispuestas en filas paralelas con las piqueras orientadas en la misma dirección. Por ejemplo, frente a las flores a cosechar, las colmenas de la primera fila captan pecoreadoras ajenas a la vuelta del campo, o las colmenas situadas en los extremos de las filas recogen pecoreadoras de colmenas más centrales.


Figura 1. Esquema sistema triple reina mostrando la malla de homogeneización de olores. 














Figura 2. Vista anterior del sistema triple reina.
















Figura 3. Vista posterior del sistema triple reina.




Entre las tres colmenas se montó una malla de plástico (Figura 1), y sobre éstas dos alzas con marcos con cera estampada. La función de esta malla es suprimir temporalmente el paso de las abejas hacia las alzas recién puestas y facilitar que se mezclen los olores característicos de cada reina y obreras (feromonas), de manera que al final existiera un olor común en toda la colmena, evitando con esto que ocurrieran posteriores peleas y muerte entre las abejas al retirar la malla y ser reemplazada por la rejilla excluidora de reinas. Así se logró que las tres colonias pudieran funcionar más adelante como una sola unidad. La ubicación de esta malla en el sistema triple reina se puede observar en la figura 1.


Se confeccionaron, además, seis medios techos y seis medios entretechos para proteger los espacios laterales que quedaron descubiertos.

 Pasado seis días (10 de noviembre de 2004), se retiraron las mallas plásticas, las que fueron reemplazadas por excluidores de reinas, lo que permitió el libre tránsito de las abejas desde las tres cámaras hacia las alzas superiores. En este momento comenzó a funcionar el experimento como tal. La distribución de las alzas, piqueras y rejillas excluidoras se puede apreciar en las figuras 2 y 3.

Para el establecimiento de las colmenas testigos fueron seleccionadas tres colmenas tipo Langtroth de dos cuerpos, una a cada lado del sistema triple reina, para que los resultados fueran lo más representativos posibles. Estas se manejaron de manera tradicional, similar al procedimiento realizado con el sistema triple reina. Se les agregaron alzas en la medida que se fueron necesitando, y marcos con cera estampada en las cámaras de cría para dar lugar a la postura de la reina. En la figura 4 se puede apreciar el sistema triple reina, y a su lado la colmena testigo. En la figura 5 se observan las cámaras de cría con sus alzas de alimentación, y sobre éstas los excluidores de reina.

La distribución de las colmenas en el apiario donde se estableció el experimento se muestra en la figura 6. Este estaba formado por tres hileras de colmenas, en cada una de las cuales se ubicó un sistema triple reina y a su lado la colmena testigo (Figura 4).

Figura 4. Sistema triple reina y su respectivo testigo (a = Sistema triple reina; b = Colmena testigo).













Figura 5. Alzas y rejilla excluidora de reina en el sistema triple reina.


Es importante mencionar que tanto a las colmenas testigos como a las triple reina se les agregaron alzas con marcos con cera estampada y no estirada, lo que obligó a las abejas a un mayor trabajo, ya que deben estirar la cera antes de utilizarlas.

 El manejo realizado a las colmenas consistió en una revisión periódica, una vez por semana, desde el montaje del sistema, el 4 de noviembre de 2004, hasta la fecha de la cosecha. Las colmenas fueron revisadas con la finalidad de controlar aquellos factores que pudieran incidir en la producción de miel. Las labores realizadas en los sistemas triple reina y en las colmenas testigo fueron las mismas, para no llevar el experimento a condiciones que no corresponden a la realidad. Estas labores consistieron principalmente en:

- Destrucción de las celdillas reales que se encontraban en los marcos. Esto se realizó tanto en los sistemas triple reina como en los sistemas convencionales o testigos.

- Se facilitó espacio mediante la colocación de alzas a medida que lo fueron necesitando. La primera alza fue puesta cuando se estableció el sistema. Ésta fue la misma utilizada para la homogeneización de olores. La segunda alza común fue instalada el 18 de noviembre, o sea, ocho días después que comenzó a funcionar el sistema triple reina como tal.

- Facilitar espacio a la reina para su postura, realizando un traslado de marcos con cría y abejas a la segunda alza común, para incentivar el ascenso de las abejas desde las cámaras inferiores y estimular la producción de miel. En la cámara de cría y primera alza individual de cada colmena, los marcos retirados fueron reemplazados con marcos con cera estampada, para dar más espacio a la reina para su postura.

La cosecha se realizó el 11 de enero del 2005, cuando se verificó que más del 75% de las celdillas estaban operculadas. En los marcos no operculados, si al sacudirlos la miel no gotea, es señal de que está madura y puede ser cosechada.

Los marcos fueron puestos en alzas vacías y éstas rotuladas, para posteriormente trasladarlas a la sala de cosecha, ubicada en la ciudad de Nueva Imperial. Allí las alzas fueron pesadas con todos los marcos en su interior, luego los marcos fueron puestos en la máquina desoperculadora, centrifugados y la miel puesta en tambores. Los marcos, luego de ser centrifugados, se pusieron nuevamente en las alzas, y éstas pesadas. Se obtuvo el rendimiento de miel por diferencia de peso. La actividad de cosecha se realizó una sola vez y no se practicó transhumancia en ninguno de los sistemas. Aunque las colmenas pudieran eventualmente ser cosechadas una segunda vez, esto no se realizó por necesidades del dueño del apiario. Además, una segunda cosecha muy tarde en la temporada expone a las colonias a falta de alimento para el invierno por el término de la floración y riesgo de pillaje.

El diseño experimental utilizado fue completamente al azar con dos tratamientos, colonias simples con una reina por colmena, y colonias triple reina con tres reinas por colmena. Cada tratamiento contó con tres repeticiones. Para el análisis de los datos se recurrió a la estadística no paramétrica, empleándose la prueba U de Mann-Whitney (Siegel, 1983).


RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados generales de la producción de miel alcanzados por los sistemas testigos y triple reina están representados en la figura 6. En ésta se destaca una clara superioridad en el rendimiento de las colmenas triple reina que alcanzaron una producción promedio de 85 kg de miel, comparado con los 19 kg de miel obtenidos por las colmenas testigo con una diferencia de 66 kg entre ambos sistemas, lo que fue estadísticamente significativo. Lo anterior significó un 82% del total obtenido en la cosecha del sistema triple reina contra el 18% restante del sistema de producción tradicional. Estos resultados coinciden con Susaeta (1968), González (1979), Villarroel et al. (1988), Gutiérrez y Rebolledo (2000) y Gris et al. (2004) quienes encontraron que el sistema plurirreina produce más miel por unidad, aunque ellos trabajaron con sistemas de doble reina.

La figura 7 muestra las producciones individuales de cada uno de los sistemas. En ésta se puede observar que en las colmenas de una sola reina, fue la número dos la que logró la mayor producción, mientras que la colmena tres tuvo la menor. En la misma figura se observa que en el caso de las colmenas triple reina fue la número tres la que alcanzó los mayores valores de producción con 94 kg de miel, mientras que la colmena uno fue la que obtuvo la menor producción con 79 kg de miel.

Figura 6. Producción promedio con una y tres reinas por colmenas.



Figura 7. Producción de miel con una y tres reinas por colmenas.















No hubo diferencias en el tiempo de maduración entre ambos sistemas, ya que al momento de la cosecha, tanto las colonias testigo como las triple reina se encontraban en similares condiciones. En los sistemas triple reina se observó una mayor población de abejas, considerablemente superior a los sistemas de reina única. Esto hace suponer una posible producción de núcleos superior al sistema tradicional consiguiendo con ello una mayor rentabilidad por unidad. En este respecto, García (2002) señala como conclusión de varias experiencias realizadas en Argentina, que la producción de núcleos es una alternativa viable con colmenas plurirreinas.

En las diferentes visitas realizadas durante el estudio se comprobó que el tiempo empleado en revisar las colmenas de una sola reina es mucho más breve y menos agotador, debido a que el sistema triple reina presenta mayor número de unidades a mover. Otro aspecto que demandó mucho esfuerzo fue la prevención de la enjambrazón, que resultó mucho más complicado en el sistema triple reina, inclusive cuando se trasladaron panales con huevos a las alzas mielarias, es decir, aquellas que estaban sobre las rejillas excluidoras, las abejas estiraron celdillas reales que fue necesario destruir, situación que se remedió agregando panales con cría operculada. A pesar de la revisión periódica, de todas formas una de las unidades del triple reina enjambró, específicamente la colmena número 2. Aun a pesar de ello, esta colmena triple reina logró una producción de 82 kilogramos.

Otra de las dificultades que presentó el sistema triple reina fue ubicar la reina, aspecto importante en este estudio. Por tanto, un requisito esencial para un buen manejo de este sistema es marcar las reinas de la temporada para facilitar la prevención del enjambre. Finalmente, es necesario señalar que el sistema de triple reina requiere necesariamente de entrenamiento para llevarlo a escala comercial.


CONCLUSIÓN

Del presente trabajo y bajo las condiciones en que se realizó la investigación se concluye que el sistema triple reina produce significativamente más miel que el sistema convencional de una reina por colmena. No existen diferencias en el tiempo de maduración de la miel. El sistema triple reina demandó mayor número de labores que el sistema testigo de una sola reina por colmena y se estima la necesidad de marcar las reinas para el manejo eficaz del sistema.


Entre las tres colmenas se montó una malla de plástico (Figura 1), y sobre éstas dos alzas con marcos con cera estampada. La función de esta malla es suprimir temporalmente el paso de las abejas hacia las alzas recién puestas y facilitar que se mezclen los olores característicos de cada reina y obreras (feromonas), de manera que al final existiera un olor común en toda la colmena, evitando con esto que ocurrieran posteriores peleas y muerte entre las abejas al retirar la malla y ser reemplazada por la rejilla excluidora de reinas. Así se logró que las tres colonias pudieran funcionar más adelante como una sola unidad. La ubicación de esta malla en el sistema triple reina se puede observar en la figura 1.


Se confeccionaron, además, seis medios techos y seis medios entretechos para proteger los espacios laterales que quedaron descubiertos.

 Pasado seis días (10 de noviembre de 2004), se retiraron las mallas plásticas, las que fueron reemplazadas por excluidores de reinas, lo que permitió el libre tránsito de las abejas desde las tres cámaras hacia las alzas superiores. En este momento comenzó a funcionar el experimento como tal. La distribución de las alzas, piqueras y rejillas excluidoras se puede apreciar en las figuras 2 y 3.

Para el establecimiento de las colmenas testigos fueron seleccionadas tres colmenas tipo Langtroth de dos cuerpos, una a cada lado del sistema triple reina, para que los resultados fueran lo más representativos posibles. Estas se manejaron de manera tradicional, similar al procedimiento realizado con el sistema triple reina. Se les agregaron alzas en la medida que se fueron necesitando, y marcos con cera estampada en las cámaras de cría para dar lugar a la postura de la reina. En la figura 4 se puede apreciar el sistema triple reina, y a su lado la colmena testigo. En la figura 5 se observan las cámaras de cría con sus alzas de alimentación, y sobre éstas los excluidores de reina.

La distribución de las colmenas en el apiario donde se estableció el experimento se muestra en la figura 6. Este estaba formado por tres hileras de colmenas, en cada una de las cuales se ubicó un sistema triple reina y a su lado la colmena testigo (Figura 4).

Figura 4. Sistema triple reina y su respectivo testigo (a = Sistema triple reina; b = Colmena testigo).













Figura 5. Alzas y rejilla excluidora de reina en el sistema triple reina.


Es importante mencionar que tanto a las colmenas testigos como a las triple reina se les agregaron alzas con marcos con cera estampada y no estirada, lo que obligó a las abejas a un mayor trabajo, ya que deben estirar la cera antes de utilizarlas.

 El manejo realizado a las colmenas consistió en una revisión periódica, una vez por semana, desde el montaje del sistema, el 4 de noviembre de 2004, hasta la fecha de la cosecha. Las colmenas fueron revisadas con la finalidad de controlar aquellos factores que pudieran incidir en la producción de miel. Las labores realizadas en los sistemas triple reina y en las colmenas testigo fueron las mismas, para no llevar el experimento a condiciones que no corresponden a la realidad. Estas labores consistieron principalmente en:

- Destrucción de las celdillas reales que se encontraban en los marcos. Esto se realizó tanto en los sistemas triple reina como en los sistemas convencionales o testigos.

- Se facilitó espacio mediante la colocación de alzas a medida que lo fueron necesitando. La primera alza fue puesta cuando se estableció el sistema. Ésta fue la misma utilizada para la homogeneización de olores. La segunda alza común fue instalada el 18 de noviembre, o sea, ocho días después que comenzó a funcionar el sistema triple reina como tal.

- Facilitar espacio a la reina para su postura, realizando un traslado de marcos con cría y abejas a la segunda alza común, para incentivar el ascenso de las abejas desde las cámaras inferiores y estimular la producción de miel. En la cámara de cría y primera alza individual de cada colmena, los marcos retirados fueron reemplazados con marcos con cera estampada, para dar más espacio a la reina para su postura.

La cosecha se realizó el 11 de enero del 2005, cuando se verificó que más del 75% de las celdillas estaban operculadas. En los marcos no operculados, si al sacudirlos la miel no gotea, es señal de que está madura y puede ser cosechada.

Los marcos fueron puestos en alzas vacías y éstas rotuladas, para posteriormente trasladarlas a la sala de cosecha, ubicada en la ciudad de Nueva Imperial. Allí las alzas fueron pesadas con todos los marcos en su interior, luego los marcos fueron puestos en la máquina desoperculadora, centrifugados y la miel puesta en tambores. Los marcos, luego de ser centrifugados, se pusieron nuevamente en las alzas, y éstas pesadas. Se obtuvo el rendimiento de miel por diferencia de peso. La actividad de cosecha se realizó una sola vez y no se practicó transhumancia en ninguno de los sistemas. Aunque las colmenas pudieran eventualmente ser cosechadas una segunda vez, esto no se realizó por necesidades del dueño del apiario. Además, una segunda cosecha muy tarde en la temporada expone a las colonias a falta de alimento para el invierno por el término de la floración y riesgo de pillaje.

El diseño experimental utilizado fue completamente al azar con dos tratamientos, colonias simples con una reina por colmena, y colonias triple reina con tres reinas por colmena. Cada tratamiento contó con tres repeticiones. Para el análisis de los datos se recurrió a la estadística no paramétrica, empleándose la prueba U de Mann-Whitney (Siegel, 1983).


RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados generales de la producción de miel alcanzados por los sistemas testigos y triple reina están representados en la figura 6. En ésta se destaca una clara superioridad en el rendimiento de las colmenas triple reina que alcanzaron una producción promedio de 85 kg de miel, comparado con los 19 kg de miel obtenidos por las colmenas testigo con una diferencia de 66 kg entre ambos sistemas, lo que fue estadísticamente significativo. Lo anterior significó un 82% del total obtenido en la cosecha del sistema triple reina contra el 18% restante del sistema de producción tradicional. Estos resultados coinciden con Susaeta (1968), González (1979), Villarroel et al. (1988), Gutiérrez y Rebolledo (2000) y Gris et al. (2004) quienes encontraron que el sistema plurirreina produce más miel por unidad, aunque ellos trabajaron con sistemas de doble reina.

La figura 7 muestra las producciones individuales de cada uno de los sistemas. En ésta se puede observar que en las colmenas de una sola reina, fue la número dos la que logró la mayor producción, mientras que la colmena tres tuvo la menor. En la misma figura se observa que en el caso de las colmenas triple reina fue la número tres la que alcanzó los mayores valores de producción con 94 kg de miel, mientras que la colmena uno fue la que obtuvo la menor producción con 79 kg de miel.

Figura 6. Producción promedio con una y tres reinas por colmenas.



Figura 7. Producción de miel con una y tres reinas por colmenas.















No hubo diferencias en el tiempo de maduración entre ambos sistemas, ya que al momento de la cosecha, tanto las colonias testigo como las triple reina se encontraban en similares condiciones. En los sistemas triple reina se observó una mayor población de abejas, considerablemente superior a los sistemas de reina única. Esto hace suponer una posible producción de núcleos superior al sistema tradicional consiguiendo con ello una mayor rentabilidad por unidad. En este respecto, García (2002) señala como conclusión de varias experiencias realizadas en Argentina, que la producción de núcleos es una alternativa viable con colmenas plurirreinas.

En las diferentes visitas realizadas durante el estudio se comprobó que el tiempo empleado en revisar las colmenas de una sola reina es mucho más breve y menos agotador, debido a que el sistema triple reina presenta mayor número de unidades a mover. Otro aspecto que demandó mucho esfuerzo fue la prevención de la enjambrazón, que resultó mucho más complicado en el sistema triple reina, inclusive cuando se trasladaron panales con huevos a las alzas mielarias, es decir, aquellas que estaban sobre las rejillas excluidoras, las abejas estiraron celdillas reales que fue necesario destruir, situación que se remedió agregando panales con cría operculada. A pesar de la revisión periódica, de todas formas una de las unidades del triple reina enjambró, específicamente la colmena número 2. Aun a pesar de ello, esta colmena triple reina logró una producción de 82 kilogramos.

Otra de las dificultades que presentó el sistema triple reina fue ubicar la reina, aspecto importante en este estudio. Por tanto, un requisito esencial para un buen manejo de este sistema es marcar las reinas de la temporada para facilitar la prevención del enjambre. Finalmente, es necesario señalar que el sistema de triple reina requiere necesariamente de entrenamiento para llevarlo a escala comercial.


CONCLUSIÓN

Del presente trabajo y bajo las condiciones en que se realizó la investigación se concluye que el sistema triple reina produce significativamente más miel que el sistema convencional de una reina por colmena. No existen diferencias en el tiempo de maduración de la miel. El sistema triple reina demandó mayor número de labores que el sistema testigo de una sola reina por colmena y se estima la necesidad de marcar las reinas para el manejo eficaz del sistema.

polen transgenico y las abejas


Polen transgènicos y el desarrollo de abejas.



Han salido a la luz publica estudios de larvas de abejas alimentadas con polen transgenico del maíz Bt y la soya PI bajo ensayo desarrollado en condiciones controladas. En USA la sociedad de apicultores de ese país denuncia que el polen del maíz es el responsable de la muerte sin causa. El estudio desarrollado en Suiza y Argentina revela que el maíz no influye en el desarrollo de las larvas que son alimentadas con miel y polen. Personalmente creo que los alimentos transgènicos han ayudado al hombre acortar la desigualdad en países pobres al modificar su genética. Es decir, una planta que no se da (cultiva) en zonas desérticas ahora si ya que se le incorporo un gen de otra planta que la hace mas resistente. Sim embargo, esto es algo muy nuevo y las multinacionales tienen mucho dinero en juego. Lo que esta claro que las abejas se mueren en el mundo. Los estudios deben provenir de entidades o personas ajenas a empresas que se dedican a los alimentos transgènico. Además, creo que todo alimento que termina en las manos de los consumidores debiera venir rotulado que es , parte de el o nada es transgènico.

Fuente.



el polen


Polen













El polen, como producto comercial apícola, adquiere cada día mayor importancia en la rentabilidad de la colmena. En ciertas comarcas españolas el valor de su producción supera al de la miel. El polen, aparte de su vital intervención en el proceso de fecundación de las flores y en la alimentación de las abejas, tiene múltiples aplicaciones: cosmética, alimentación humana, farmacología, etc.

Introducción
El polen, como producto comercial apícola, adquiere cada día mayor importancia en la rentabilidad de la colmena. En ciertas comarcas españolas el valor de su producción supera al de la miel.

Además, en el corto plazo de tiempo que dura su recolección ofrece la ventaja de asegurar unos ingresos que, de otra forma, serían inciertos, debido a las condiciones climatológicas adversas que impiden muchos años la cosecha de miel.

El polen, aparte de su vital intervención en el proceso de fecundación de las flores y en la alimentación de las abejas, tiene múltiples aplicaciones: cosmética, alimentación humana, farmacología, etc.

En los últimos años asistimos a una creciente revalorización del polen, que ha despertado el interés de los apicultores en general; muchos aún desconocen la técnica de su proceso de obtención y otros desea mejorarla.

El Polen

Es el elemento fecundante masculino de las flores. Su unión con el gameto femenino da lugar a la formación del fruto y de las semillas.

Se presenta en forma de polvillo muy fino, que las abejas recogen y transforman en granitos y después los transportan a la colmena Su coloración varía en relación con la especie vegetal de que procede, siendo generalmente amarillo o marrón claro, aunque también puede ser blanco, violáceo y negro

La forma es muy variada, poliédrica, globular, etc.

El polen posee alto valor nutritivo. Contiene los siguientes principios:

    * Agua; 12 al 20 por 100
    * Proteínas: 20-40 por 1 00.
    * Hidratos de carbono: 25- 40 por 100.
    * Aminoácidos esenciales: histidina, leucina, isolecucina, triptófano, valina, lisina, metionina, treonina y fenilalanina
    * Otros aminoácidos: prolina, glutamina, arginina, etc.
    * Vitaminas: Complejo B (B1, B2, B6) A, C, D y K.
    * Minerales: 1 al 7 por 100

La naturaleza y las proporciones de los aminoácidos son probablemente dos factores que impulsan a la abeja melífera a recolectar aquellos pólenes que satisfacen las exigencias de la colmena.

Importancia del polen en la colmena
La producción de polen de las plantas tiene una gran importancia para la productividad de las colonias de abejas. Con él preparan estos insectos una papilla, en cuya composición entran además de la miel, agua, néctar y la saliva de las propias abejas.

Esta papilla sirve de alimento a las larvas durante cierto período de su desarrollo. Las abejas utilizan el polen para alimentar a la cría los tres últimos días, de los seis que dura la cría enroscada, y también para nutrir a las abejas jóvenes.

Sólo estas llamadas nodrizas producen por medio de sus glándulas jalea real durante los diez primeros días de vida para alimentar a las larvas; si les falla el suministro de polen, dejan de producir jalea real.

No obstante, en ciertos períodos, se pueden obtener de las plantas que tienen mucho polen cantidades considerables de producto comercial.

Principales plantas poliníferas
El contenido en polen de las diferentes especies y variedades de plantas varía dentro de límites muy amplios y su producción depende principalmente de factores edáficos y cismáticos.

Algunas plantas que destacan por su elevada producción de polen son las siguientes: Jara, Jaguarzo, Madroño, Retama, Encina, Roble, Alcornoque, Membrillero, Melocotonero, Olivo, Maíz y Girasol.

Para aprovechar mejor la producción de polen conviene establecer un calendario de flotaciones de éstas y otras plantas en los lugares de asentamiento, aprovechando su duración, extensión y densidad.

Aplicaciones del polen

Las abejas tienen como polinizadoras una notable función ecológica y económica, convirtiéndose de esta forma en máximas cooperadoras del agricultor.

Es un hecho demostrado que la intervención de las abejas en el proceso de polinización, es más eficaz y superior a la de otros insectos, viento, etc. En cultivos de girasol, se ha obtenido con la introducción de colmenas, aumentos de producción de un 20 a un 30 por 100 y, además, un incremento en contenido de aceite.
El polen, como producto comercial, se emplea en alimentación, cosmética y terapéutica. El valor biológico del polen se debe a los principios activos que contiene, ya que es rico en aminoácidos, vitaminas, etc.

Entre sus múltiples acciones, las más importantes son las siguientes: regula el equilibrio orgánico y estimula el crecimiento; actúa como regulador de las funciones intestinales e influye favorablemente sobre el sistema nervioso.

Su consumo conviene a personas débiles, convalecientes, con problemas de estreñimiento, anémicas, hipertensas, con tendencia a neurosis y, en general, a los que necesiten elevar el tono vital.

La eliminación de su fracción alérgica ha permitido estabilizar sus componentes y comprobar sus acciones farmacológicas. Forma parte de productos farmacéuticos por su valor vigorizante, antianoréxico, antiinflamatorio -prevención de prostatitis- y aumento de la resistencia a las infecciones.

Se utiliza en cosmética, sólo o asociado a otros productos apícolas, en la fabricación de cremas y lociones para la piel y cabello. El polen se puede tomar en forma granulada o en polvo, sólo -disuelto en agua, café, etc.-, o mezclado con miel, jarabe de fruta, mermelada, etc. Es preferible tomarlo en ayunas; la dosis normal para adultos es de 20 gramos diarios. En niños menores de tres años reducir a 1/3 esta cantidad.




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