Alimentar con miel o con jarabe: Mejor dejar reservas suficientes
Por: Orlando Valega Productor apícola de Apícola Don GuillermoEn fin, parece que la idea de alimentar a las colmenas está instalada entre muchos apicultores.
A continuación voy a dar mi opinión basada en la experiencia y tratando de razonar para interpretar a las abejas que tanto saben de todo esto que hace millones de años viven en los bosques, en los huecos de los árboles o colgados de alguna rama y no necesitan de remedios sofisticados ni de alimentos suplementarios.
Mi padre, un poco por costumbre y seguramente, como producto de su basta experiencia, siempre insistía en cortar la cosecha antes del 10 de abril de cada año y dejar a la colmena como mínimo, a esa fecha; un medio alza lleno de miel. Yo pensaba que el viejo exageraba, que desperdiciaba la oportunidad de cosechar más miel y que nuestros inviernos son muy leves y por lo tanto no necesitaban de tanta reserva, y después de todo, si faltaba alimento, se lo daría en forma de jarabe.
El resultado es que mi padre sin suplementar tenia un mejor desarrollo primaveral pudiendo inclusive cosechar miel de azahar y yo tenia que suplementar a partir de los primeros días de agosto para que las colmenas lentamente se desarrollen y me den una efímera producción de miel de una especie florar que la llamamos "flor de primavera", por florecer en plenitud en los inicios de la estación. Mi padre jamás curó a sus colmenas, no fue necesario a pesar de que tampoco renovaba los cuadros con regularidad. Yo tuve varios brotes de nosemosis, cría yesificada, varroa y loque europea.
Hace tres años, inducido por la opinión de mi hijo y de mi esposa, quienes argumentaban que el gasto y el esfuerzo de alimentar no se correspondía con una mayor producción, y que además cada vez tenia más problemas con la sanidad; decidí cambiar el método de manejo y en el siguiente otoño suspendí la cosecha a fines de marzo, les dejé un medio alza con miel, no curé las colmenas, y en la primavera siguiente, a pesar de una tremenda sequía, las colmenas terminaron por primera vez mejor que las de mi padre.
No hubo cosecha temprana pero en octubre pude hacer hasta dos núcleos fuertes por colmena y en marzo volver a cosechar. En otoño achicaba las piqueras, retiraba las alzas vacías y alimentaba con jarabe.
Ahora dejo las piqueras abiertas, no retiro las alzas vacías, dejo más de un medio alza con miel y me da muy buenos resultados, antes de invernar desmalezo todos los apiarios a fin de que las colmenas tengan buena ventilación, las piqueras abiertas en su totalidad, si es mucho, ellas sabrán que hacer, igualmente las alzas vacías ayudan a la evaporación rápida de la humedad dentro de la colmena, causante de muchas de las enfermedades.
Ahora un poco de análisis : Las colmenas necesitan pasar el invierno con una buena reserva de miel que no es lo mismo que azúcar, es más que una reserva energética, es un elemento vivo biológico que aporta vitaminas, aminoácidos, encimas, minerales, entre otros muchos más. El azúcar es un elemento inerte solo alimento energético que no puede compararse con la miel.
El dilema no es alimentar con miel o con azúcar, simplemente yo diría que no se debe alimentar a menos que resulte imprescindible y no se disponga de panales con miel. ¿Por que no alimentar?; el jarabe normalmente tiene exceso de humedad que las abejas no pueden expulsar y favorece la proliferación de enfermedades, además no cubre todas las necesidades nutritivas de las abejas en especial en otoño, época del año en que necesitan acumular mas proteínas y otros par tener mayor longevidad en invierno y así poder producir jalea real en comienzos del nuevo ciclo primaveral. Seguro que el que vende suplementos dietarios a los apicultores opina distinto, yo he visto suplementar a las colmenas con productos para cerdos que contiene extracto de hígado. ¡Que no nos pase como con la vaca loca!.
Yo jamás note falta de polen en ningún momento del año aquí en nuestra zona, por lo tanto no creo que se tenga que suplementar con sustitutos. El problema puede ser que se tenga que alimentar por la avaricia del apicultor al extraerle toda la miel o talvez a comienzos de primavera por haber pasado un invierno muy leve que obliga a las abejas a trabajar sin recolectar néctar y de esa manera inducida a consumir más de la reserva que deberías utilizarse en el despegue primaveral.
En conclusión, es evidente que por alimentar con jarabes de mala calidad, por mantener muy húmedas las cámaras de cría y por generar stress a las colmenas, estas se enfermen y el apicultor se vea obligado a utilizar fármacos que contaminan, y para que esto no ocurra, retira la reserva natural y reemplaza por alimento chatarra que debilita y le quita longevidad provocando un lento despegue primaveral que obliga otra vez a alimentar y suplementar con multivitamínicos (extracto de hígado).
Las abejas, después de sobrevivir millones de años sin la necesidad de la ayuda del hombre, más bien defendiéndose de éste predador, logró un sistema de autoinmunidad y se curan solas, hay que dejarlas hacer lo que ellas saben hacer y muy bien. Amigos apicultores, yo aprendí que debemos seguir el curso de la naturaleza y no renegar de ella.
Para concluir, es mejor dejar una buena reserva a las colmenas antes que alimentar con lo que sea; miel, jarabe de maíz, azúcar etc. ¿Para que sacarle toda la miel, procesarla y después volver a dársela arriesgando los daños de pillaje que todo esto genera? Peor todavía si en vez de miel le damos alimento chatarra a las abejas (azúcar, JMAF).
Cuando las abejas tienen suficiente reservas mantienen un comportamiento relajado y no trabajan tanto en invierno en busca de alimentos, pero si dejamos a la colmena desprovista de reservas sufren stress y salen desesperadas a buscar alimentos, y si pueden, a robarle a otra colmena su reserva. El alimento líquido humedece la cámara de cría en otoño y sumado a la debilidad o mala alimentación predispone a las abejas a contraer cualquier enfermedad. Es muy difícil que una colmena bien dotada, populosa y con suficientes reserva de miel y polen; se enferme.
Yo propongo que se haga la prueba aunque más no fuera con algunas colmenas dejándole suficiente reserva de miel en panales (no cosechar todo) y después comparar los resultados.
Por supuesto; una colmena estresada, debilitada, y enferma, no cambia del día a la noche por mas reserva que le dejemos, pero con un buen manejo permitimos a las abejas a recuperarse por si solas o con una pequeña ayuda, por ejemplo: Tratar a las colmenas con una solución hidroalcohólica de propóleos al 7% mezclada al 10% en jarabe de maíz o jarabe de azúcar al 66%. Este preparado no contaminante con productos de la colmena ayuda a controlar varias enfermedades, loque americana, loque europea, cría yesificada y varroa.
Se emplea en dosis de 50 cc por colmena (del jarabe propolizado) en tres o cuatro aplicaciones semanales. No se necesita utilizar los alimentadores ya que se emplea en pequeñas cantidades, es suficiente con volcar (sin enchastrar) el producto sobre los cabezales de los cuadros y listo
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